Arremetiendo en Le Finestre, a 50 kilómetros de la meta y con un techo de 2.178 metros de altitud, Simon Yates (Visma) le arrebató el liderato al mexicano Isaac del Toro (Emirates) en la penúltima jornada del Giro de Italia.

El inglés arrancó el sábado como tercero en la general, a un minuto y 21 segundos de Del Toro, pero un indefendible ataque al cierre de la etapa lo llevó a lo más alto, aprovechando la débil resistencia que ofreció el puntero en su afán por mantener distancia con su escolta, el ecuatoriano Richard Caparaz (EasyPost). “Del Toro perdió el Giro, no supo correr bien y ganó el más inteligente”, sentenció este último.

Y así fue. La impresionante arremetida de Yates lo impulsó a 3:56 de distancia de Del Toro y a 4:43 de Caparaz. Salvo accidentes o imprevistos en el último recorrido de 143 kilómetros en Roma, Yates solamente necesita completar el “paseo de campeones” para sumar su segundo Grand Tour: ganó la Vuelta a España en 2018.

Ese mismo año, Yates lideraba el Giro con más de tres minutos de ventaja cuando fue superado por Chris Froome, quien también le quitó la punta en Le Finestre. “Cuando se dio a conocer el recorrido de la carrera, siempre tuve en el fondo de mi mente tratar de hacer algo aquí y cerrar este capítulo. No tengo palabras por haber podido hacerlo”, reconoció entre lágrimas el ciclista de 32 años.

“Hay que ser un gran ganador y un buen perdedor. Creo que soy un buen perdedor”, comentó Del Toro (21), agregando que “necesito ser maduro, a mucha gente le sorprenderá que esté en este nivel ahora. Personalmente, me cuesta creer que puedo ser un corredor top. Siempre es decepcionante perder el maillot rosa el último día, pero tenemos que estar contentos como equipo. Me siento muy decepcionado, pero no quiero llorar ante la cámara. Seguiré trabajando y volveré, seguro que puedo ganar el Giro”.