Santiago de Chile.   Mié 30-04-2025
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Pau Capell, bicampeón mundial de ultra-trail: “Es verdad que hay un límite, porque nos gusta idolatrar lo que no podemos alcanzar”

El corredor de montaña dos veces campeón del mundo y ganador del UTMB reflexiona sobre las obsesiones de la alta competencia y la soledad que implica el ultra-trail. “Esta disciplina te entrega muchos horas solo y permite conocerte más”, enseña. Está convencido que la “actitud” es la que hace la diferencia en el deporte. Dice que el error de los aficionados en priorizar el volumen por sobre la calidad. “Autoentrenarse es fatal”. Viajó a Kenia para conocer a Eliud Kipchoge y mejorar su técnica. “Él tiene un aura que no he visto nunca antes”. Sueña con correr en Torres del Paine.
Foto: Facebook Pau Capell.
Claudio Herrera de la Fuente15 de marzo, 2021
“¿Sabes que pensé cuando me llamaste de Chile? Que tengo pendiente correr allá, me gustaría hacerlo en Torres del Paine, espero en algún momento tener una excusa para ir. A modo de mensaje, a los aficionados que nadie les diga que nunca pueden hacer algo, sueñen, entrenen y el día que toque competir vívanlo intensamente. Y si no terminan no pasa nada; lo vuelven a intentar. Vivimos una vez y que nadie nos diga lo que tenemos que hacer”, concluirá después de media hora de charla Pau Capell, atleta referencial entre los corredores de montaña, dos veces campeón mundial del Ultra-Trail World Tour 2018 y 2019 y que luce entre sus pergaminos el haber ganado la mediática prueba del Ultra Trail du Mont Blanc (UTMB) en 2019.

El catalán sabe con justeza sus fortalezas y debilidades. Capell (29 años) se define como un “estratega” de la disciplina, sobre todo si se trata en la modalidad de ultra-trail. “¿Mi estilo? Creo que no soy el mejor subiendo, ni bajando ni el más rápido en llano, pero me defiendo en todo, eso me pasaba también en las materias de la escuela, no era el mejor en lenguas ni idiomas pero pasaba”, dice convencido a través de Zoom.

No soy el mejor subiendo, ni bajando ni el más rápido en llano, pero me defiendo en todo. Lo que me diferencia es que tengo más actitud que calidad

“Intento nunca mirar a los rivales, por ejemplo en el UTMB corrí de acuerdo a mis tiempos, no me importaba si Thevenard (Xavier, 2° aquel día y vencedor tres veces de la prueba) iba más rápido o más lento, seguí mi plan, soy más bien un estratega en la planificación de carreras, pero siempre a partir de mis características, organizo incluso el tiempo que debo detenerme en cada avituallamiento (abastecimiento de vituallas), lo que debo comer, todo”, detalla desde Andorra, donde se radicó para optimizar sus entrenamientos.

Capell demostró su fortaleza en las tres distancias más simbólicas del UTMB: ganó las 100 millas de la mítica prueba (2019), también la TDS (2017) y en la CCC fue tercero (2018). Foto: Facebook Pau Capell.

Capell solía empezar su temporadas en Transgrancaria (128 kilómetros), desafío hispano que ganó en las últimas cinco ediciones, pero una lesión de última hora lo dejó sin dorsal en la versión 2021. “Fue un mazazo porque esa es mi prueba de alguna forma, pero soy una persona muy analítica y trato de entender el por qué de las cosas, quizás el estrés acumulado y también escucho al entrenador, al fisioterapeuta, pero una vez que tengo respuesta soy positivo, las cosas pasan por algo en la vida. Ahora a recuperar para ir en abril a Patagonia Run (Argentina)”.

-Usted era jugador de fútbol sala antes de llegar a ser corredor, ¿qué estilo tenía?

“Cuando jugué más en serio era un jugador muy luchador, cuando había que defender yo era el que más corría y tapaba agujeros, era guerrillero, corredor y por eso mi referente deportivo, y no en el fútbol, era Carles Puyol. Por suerte lo pude conocer cuando coincidimos con algún patrocinador, él no era el mejor chuteando, ni saltando, pero era el que tenía más cojones, y la actitud es lo que hace la diferencia en el deporte. Puedes ser muy bueno, pero sin actitud no llegas a ningún lado”.

(Como futbolista) Yo era guerrillero, corredor y por eso mi referente deportivo, y no en el fútbol, era Carles Puyol, él era el que tenía más cojones, y la actitud es lo que hace la diferencia en el deporte

-Usted no viene del mundo de la montaña, es corredor de esencia, eso lo hace distinto a los atletas de primera línea?

“En parte sí, en mi casa nunca fuimos a la montaña, éramos muy playeros, nunca fui con mis padres a ninguna cima, es una diferencia importante con otros atletas de punta que de pequeños estaban en el monte. Lo mío se acerca a la gente normal, que se engancha a correr primero y luego descubrimos la montaña”.


“EL ULTRA-TRAIL APORTA MUCHA SOLEDAD”


-¿En términos de personalidad, qué distingue al corredor de trail-running?

“En general si hurgas mucho siempre hay un motivo atrás del porque corremos, no sé si es muy común en otros deportes, pero si preguntas en el trail muchos son impulsado por motivos importantes, profundos: un problema familiar, un hijo con problemas de salud, la pérdida de algún ser querido, un pasado con drogas (…) Sucede que el ultra-trail nos aporta mucha soledad y al estar solo mucho rato te da tiempo para pensar y así es como te llegas conocer internamente, en esos momentos descubres cosas que en el día a día normal no conocerías. Nos permite resolver en algunos casos preguntas del pasado”.

-Menciona la soledad, que es apreciada por los montañistas, pero usted siempre está comunicando, con alta exposición en las redes sociales, ¿también hace la diferencia ahí?

“Sí, con Instagram, Facebook. Hay muchos corredores de primer nivel que no les gusta comunicarse con la gente, quieren solo entrenar y competir, pero desde mi punto de vista es una pérdida de oportunidad para compartir; yo soy una persona normal, hago lo mismo que todos, he tenido la suerte de poder dedicarme a esto por algunos resultados. Al comunicar mis actividades trato de transmitir que todos podemos hacer lo que nos gusta, el problema de hoy es que estamos acostumbrado a que te digan que no lo podrás hacer, te lo repiten desde pequeño. Con las redes sociales trato de transmitir que soy un tío normal, entreno como todos y lucho por mis sueños, es la forma de ser feliz en definitiva. Es verdad que hay un límite, porque nos gusta idolatrar lo que no podemos alcanzar. Si todos pudiésemos tocar a Messi no tendría ese poder mediático, pero como lo vemos inalcanzable le da un poder. Prefiero comunicar mucho, aunque también dejar un espacio de intimidad”.

Hay muchos corredores de primer nivel que no les gusta comunicarse con la gente, quieren solo entrenar y competir, pero desde mi punto de vista es una pérdida de oportunidad para compartir

“Entreno como todos”, insiste Capell, ingeniero de oficio, casi sin dimensionar los afiebrados volúmenes de la élite. “Una semana normal puedo llegar a 30 horas entre correr (22) y bicicleta (8), más otras cinco horas sumando ejercicios de fuerza, core, estabilidad, bosu, tobillo. ¿El desnivel? Una salida en la mañana de tres horas me salen 2 mil o 2.500 positivos, sumando un promedio de 9 mil metros positivos por semana. Entreno solo, en Andorra hay mucho ciclista profesional, pero no corredores”, precisa.

El catalán busca recuperar una lesión para decir presente en Patagonia Run, prueba que se realiza el próximo mes en San Martín de Los Andes, Argentina. "Me encantaría correr en Chile", admite. Crédito: Facebook Pau Capell.

-¿Cómo hace para que la burbuja de la competencia no lo atrape y no perder de vista lo esencial?

“Eso lo aprendí a base de una hostia: cuando gané el UTMB 2019, que era alcanzar el mejor momento deportivo de mi carrera, mi sueño profesional, al cabo de tres semanas la relación con mi pareja de ocho años se terminó. Al final te llegas a lamentar el no darte cuanta antes y pasas a una depresión. Uno aprende: hay que valorar más las cosas sencillas, saber llevar una relación combinando con entrenos, viajes, porque cuando te concentras solo en un objetivo te olvidas un poco de esa parte; los seres humanos nos equivocamos y corregimos a base de bofetadas. Me pasó, después del sueño de ganar UTMB llegó el peor momento personal de mi vida”.

-¿Cómo maneja el ego y las obsesiones?

“Todos tenemos ego, pero hay que controlarlo, cuando te dicen siempre lo bonito que eres te olvidas de lo tonto que puedes llegar a ser. Mis padres cuando ven me desvío están ahí y me dicen ‘Pau, recuerda de dónde vienes, eres un tío normal’. Constantemente estoy meditando con eso y bajando los pies a tierra. Todos los corredores somos obsesivos, para llegar a lo más alto hay que serlo”.

Todos tenemos ego, pero hay que controlarlo, cuando te dicen siempre lo bonito que eres te olvidas de lo tonto que puedes llegar a ser. Mis padres cuando ven me desvío están ahí y me dicen ‘Pau, recuerda de dónde vienes, eres un tío normal’

La pandemia mundial del covid-19 alteró el calendario de Capell. Vivió de primera mano los coletazos. “Mis padres y mi hermana son médicos, estaban al pie del cañón, por suerte nadie sufrió nada; el primer mes y medio bastante bien, todo nuevo, pero cuando iban pasando los meses se hizo pesado, entrenar cinco horas por día en casa no es tan divertido, cuando pudimos salir fue un aire fresco”, relata.

El “salir” fue lanzarse a inéditos desafíos personales, como el Breaking20, que consistió en recorrer en solitario la ruta del UTMB (168 kilómetros) tratando de rebajar las 20 horas. “Como la carrera no se pudo hacer por las restricciones salió esta idea, yo lo gané con 20 horas y 19 minutos y ese día quedé con la sensación que podía haber corrido más rápido, dije ‘19 minutos los puedo bajar’. Al final no lo conseguí porque competir un día en concreto sin haber competido antes y más en solitario es muy duro, al final la seguidilla de competencias te permite llegar a tu mejor forma”, cuenta.

Luego, Capell se propuso a rebajar un récord en la isla de Menorca (185k) y lo fulminó en 16 horas y 46 minutos, y lo mismo hizo en la ruta 040 que sube el Teide (Tenerife), que une el mar con el punto más alto de España. Todo, claro, dio forma a documentales, videos y una fanfarria de auspicios. “Al final todo fue para sacar un poco de chispa”, dice el corredor.

CORRER EN LA CASA DE KIPCHOGE


-También viajó dos semanas a Kenia en enero 2021 para aprender de los africanos ¿cómo fue aquello?

“Quería ver realmente como vive esta gente, además de mejorar la técnica de carrera ver cómo es la vida de los corredores en Iten. Me sorprendió sobre todo el tema cultural y la mentalidad a la hora de entrenar y competir. Soportar sus ritmos fue difícil los primeros días, porque entrenan a 2,500 metros al altura, yo venía de 1.600 en Andorra y eso significa un cambio físico en cuanto al oxígeno, me costó al llegar. Sus ritmos son superiores porque al final ellos son corredores de asfalto".

Los kenianos no tienen una mentalidad egoísta a diferencia de nosotros, entienden que el trabajo en equipo los lleva a ser los mejores del mundo

“Los kenianos no entrenan tantas horas como nosotros. ¿La rutina? Nos levantábamos a las 5:30 para el primer entreno, que era en ayuno, un par de horas que eran casi 35 kilómetros en llano, a un ritmo normal de 4 minutos el mil. Ya en la tarde, otra hora de rodar suave y sumar algo de volumen a 4:30 el mil aproximado. Dos días a la semana se realizan series en grupos de unos 50 corredores: con pasadas de 3 minutos el mil, otro de 2:40 y 2:50. Son fartlek de tres minutos fuertes y uno suave para recuperar, 15 repeticiones. Ellos no tienen una mentalidad egoísta a diferencia de nosotros, entienden que el trabajo en equipo los lleva a ser los mejores del mundo”, expone.


-¿Cómo fue compartir con Eliud Kipchoge?

“Es un atleta que tiene una atmósfera diferente y por algo es el más rápido de la historia. Cuando nos saludamos y conversamos se respiraba un aura a su alrededor que no había sentido al lado de otro deportista, ni con Kilian Jornet. Ahí dices esto es lo que hace distinto a este tío, cuando lo miras a los ojos se siente algo diferente y me pasó, eso lo hace único”.

-¿Cuál es el error más repetido en los corredores aficionados?

“Yo también lo cometí algún día, auto entrenarse y pensar en solo hacer horas y volumen. Se tiende a creer que entrenar 20 horas es mejor que 13 bien entrenadas, eso es mentira, te estanca, necesitas cambios de ritmo, series, se suele creer que cuando más mejor, pero lo ideal es la calidad. Auto entrenarse es fatal si no se sabe, hay gente que estudió para eso y siempre habrá alguien que sabe más que uno, no pasa nada si pides ayuda, además tener un guía te da planificación, motivación, te compromete”.

Claudio Herrera De La Fuente

es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.

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