Adolfo Cambiaso: “El legado lo deja uno con las actitudes, con las formas de trabajar, con las formas de ser”
En el estreno de su documental “En el nombre del polo”, el mejor exponente de la disciplina en el mundo repasa la producción de la pieza de tres capítulos, habla de su vida familiar y el peso de su apellido en su hijo homónimo, defiende la clonación de sus caballos, no pone plazos para retirarse y elogia al fallecido Gabriel Donoso: “Muchos juegan en Chile por él”.
En el auge de los documentales a deportistas de élite, el polo no podía quedarse fuera de esto y el indicado no podía ser otro que Adolfo Cambiaso. El argentino, una de las figuras más importantes de la disciplina en el mundo, abrió su vida en la serie documental de tres capítulos “En el nombre del polo”, estrenada esta semana en la plataforma Disney.
A sus 50 años, Cambiaso tiene galardones por todos lados. Con 19 años logró los 10 goles de hándicap, el máximo posible, es el máximo goleador del Abierto de Palermo, uno de los más prestigiosos del mundo del polo, con más de mil tantos. Fue campeón de la Triple Corona argentina con Ellerstina en 1994 y fundó en 1997 su propio equipo, La Dolfina, con el que ganó la Triple tres veces seguidas entre 2013 y 2015. Además, ha sido campeón en España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Suiza y Uruguay, sumando casi 200 títulos en su ilustre carrera.
Dirigido por el prestigioso cineasta Juan José Campanella, es un repaso a la vida de Cambiaso. “Estoy muy agradecido a Disney de que quieran contar mi historia. Mi vida es bastante privada, en general, pero creo que es una plataforma linda para que el día de mañana mis hijos, nietos y demás la puedan conocer. Son tres décadas de polo. Se contó lo de la clonación de caballos, de jugar con mi hijo al más alto nivel y hay muchas otras cosas dentro del documental que son atractivas, como mi familia, que es muy unida y que fue muy importante en mi carrera durante tanto tiempo”, explica a “El Mercurio”.
—¿Qué fue lo que más disfrutó del proceso de hacer este documental?
“Primero que se logre, ¿no? Después haberlo hecho en familia e ir dándote cuenta de un montón de cosas, como competir con mi hijo homónimo ‘Poroto’, el acompañamiento de mi familia en todos los aspectos deportivos, fueron muchos años que se me hubiesen hecho muy difíciles si no los hubiese tenido a ellos junto a mí. Con mi mujer María Vásquez hemos hecho un bloque importante, nos hemos hecho muy fuertes y eso me ayudó mucho en lo deportivo”.
—Durante este repaso, ¿apareció algo de su vida que hubiese querido cambiar o hacerlo diferente? ¿Está satisfecho con lo que logró?
“Uno nunca está satisfecho. Siempre quiero seguir. No sé: me vas a ver a fin de año y voy a querer seguir ganando el Abierto de Palermo mientras jueguen, mientras que sienta que puedo. Siempre hay capítulos que podría seguir metiendo. La realidad es esa, es mi forma de ser. No te voy a mentir que el 2022 fue el año más importante de mi vida: cerrar ese año ganando en Palermo, un sueño de muchos años para mí, y cumplirlo ganándolo con mi hijo… No lo voy a negar, fue lo más importante de mi vida”.
Cerrar 2022 ganando el Abierto de Palermo, un sueño de muchos años para mí, y cumplirlo ganándolo con mi hijo… Fue lo más importante de mi vidaAdolfo Cambiasopolista argentino
—¿Es el punto más alto de su carrera?
“Por lejos. Siempre lo nombro, pero es una realidad. Imagínate a LeBron James jugando con su hijo en la NBA y que gane el campeonato. Sería increíble para él, ¿no? Bueno, a mí en el polo me tocó vivirlo, yo con 47 años y mi hijo con 16. Sí, fue el año. Para mí fue increíble y un cierre increíble de mi vida. Obviamente estoy tratando de seguir compitiendo y seguir contando nuevos capítulos, pero ese capítulo, para mí, tiene un cierre en mi carrera y no puedo pedir más en lo deportivo”.
—Habla de “cierre” y, en algún momento, a los grandes deportistas se les pregunta hasta dónde va a llegar su carrera…
“Seré honesto: soy una persona que no escucha mucho al otro, sobre todo al periodismo en general. Generalmente la pregunta, cuando te vas poniendo grande, es ‘cuándo te retiras’, y yo me voy a retirar cuando no tenga más ganas y no disfrute más. Cuando sienta que mi cuerpo no tiene más nafta y no pueda competir. Hoy siento que compito y disfruto, disfruto el día a día con mi familia, mis hijos, mi hija Mía (22 años), con quien juego en Inglaterra… Yo estoy disfrutando de todo eso y eso es impagable”.
—Para muchos, es considerado como “el mejor de los mejores” en el polo. ¿Cuál cree que es el legado que ha dejado en la actividad? ¿Ha habido alguno?
“El legado lo deja uno con las actitudes, con las formas de trabajar, con las formas de ser. El legado lo deja uno no solo a su familia, a sus hijos, sino que al polo. Ahí uno trata de ser lo más correcto y lo mejor posible como deportista para dejar ese legado limpio. Uno trabaja para eso, trata de ser mejor persona y mejor deportista día a día”.
—Y que “Poroto” y Mía sigan sus pasos es parte de ese legado…
“Totalmente. Pobre ‘Poroto’, que se ha llevado una presión muy importante, porque siempre que se sube a un caballo lo quieren comparar conmigo. Se ha tenido que bancar eso. De chiquito que él siempre se ha diferenciado y lo ha hecho muy bien con la ayuda de la madre, lo que le he podido ayudar en lo deportivo —aunque no soy un gran profesor, pero sí soy un profesor sin hablar— es con mis actitudes y con mi forma de ser. Se ha bancado llevar mi nombre en este deporte y eso es muy bueno. Y soy muy agradecido de que le haya tocado la madre que le tocó y le haya ayudado a vivir, ser hijo de otro y cambiarse de una manera que me admire y no compita”.

Adolfo Cambiaso y su hijo homónimo, conocido como “Poroto”. Foto: Gentileza Disney
—En el documental menciona la clonación de sus caballos, un tema polémico donde ha sido un impulsor.
“Sí, bueno, todo parte con mi (medio) hermano Salvador Socas, que tiene un accidente muy grave. Le compro el caballo Aiken Cura y en la final de Palermo 2006 se quiebra. Pasó lo que pasó y le guardé células. Siempre creí en el clonaje, estoy a favor para que el deporte sea mejor, con respeto. Siempre se puede clonar y del clon se pueden tener hijos. Si al deporte le hace mejor, estoy a favor. Con esto arranqué en 2010 y mucha gente estuvo en contra, gente del polo, pero hoy el 99 por ciento está clonando, lo que me dio un poco la razón en este aspecto. Y nada, al Aiken Cura lo tengo de padre, está vivo, con clones. Imagínate que hasta nuestro presidente Javier Milei clona, sus perros son clonados. Pero en lo que es deporte, al nuestro lo ha ayudado. Claro, es un tema fino, todas las cosas al límite son un poco finas, pero hay que hacerlas con respeto y sus límites”.
—Sobre Chile, ha venido un par de veces, la primera con Gabriel Donoso en 1992.
“Era muy chico, tenía 16, 17 años, la edad de mi hijo. Fue espectacular, me encantó, siempre me encantó. Tardé muchos años en volver, pero me ha encantado siempre Chile, me parece espectacular. Tienen un club como el San Cristóbal que es extraordinario. Tengo muchos amigos, como ‘Pelón’ David Stirling que está casado con una chilena, así que casi somos muy vecinos. Y Gabriel, bueno, fue el mejor chileno de la historia. Soy amigo de su hermano José, también de Jaime García Huidobro, que también ha hecho lo suyo. En general, hay muchos polistas jugando en Chile gracias al polo de Gabriel Donoso”.
—Al principio, le consultan “¿quién es Adolfo Cambiaso?” y dice que la respuesta es muy amplia. ¿Pudo responder esa pregunta al final del documental?
“Y bueno, que es un soñador que ha hecho de todo, ¿no? He clonado, soy polista, empresario, deportista, he hecho un montón de cosas que no me imaginé ser. Entonces, quién soy es una respuesta muy amplia, porque he hecho de todo. No sé quién soy. Soy muchas cosas”.
—Y el mejor del polo, no es menor…
“Bueno, ese fue mi principal objetivo cuando me dediqué a esto, tratar de ser lo mejor que podía ser. Tenía un dicho que es tratar de ser mejor sin creerse el mejor y creo que eso es muy importante en el deporte. Todos los días, hoy con 50 años, me levanto tratando de que en algo puedo mejorar y que en algo puedo ser mejor. Si no es en lo deportivo, como persona, como padre, como hijo, como un montón de cosas”.

José Contreras
es colaborador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad Uniacc con énfasis en el polideportivo, ha cubierto eventos como los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, Juegos Sudamericanos, el MotoGP, el mundial de Rally y certámenes de fútbol, tenis y otras disciplinas.