Santiago de Chile.   Sáb 14-06-2025
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Pablo Lemoine, técnico de los “Cóndores”: “Con más organización y lineamientos, el rugby de Chile tiene un futuro gigantesco”

El head coach de las selecciones nacionales de rugby resalta el trabajo que tiene al país más cerca que nunca de un Mundial, aunque con los pies bien puestos en la tierra. El uruguayo aconseja el camino a seguir para un mayor desarrollo de la actividad y descarta, mayormente, potenciar al equipo con jugadores extranjeros con ascendencia chilena.
Diego Hermosilla28 de noviembre, 2021
“Un viaje largo, pero con saldo positivo”. Pablo Lemoine describe así el regreso de 14 mil kilómetros después de los dos test matches que la selección chilena de rugby que dirige le ganó a Rusia, en Sochi, aunque también llega como una frase de esperanza para plasmar en las eliminatorias al Mundial de Francia 2023, que partieron en julio de este año y podrían extenderse hasta noviembre de 2022.

“El balance es positivo, porque fuimos a competir contra un rival que había jugado el último Mundial y de visitante, esa era la idea después de Canadá. Ganamos los dos partidos, el segundo, sobre todo, con mucha más solidez. Como Estados Unidos, el próximo rival en eliminatorias, Rusia era un rival muy físico”, dice el uruguayo.


Chile derrotó a Rusia en los dos amistosos que disputaron en Sochi a fines de noviembre. Foto: Ivan Fedoseev/Rugby Russia

El gran logro de Chile, hasta ahora, es haber eliminado a Canadá. ¿Fue ese un partido perfecto?

No, seguimos cometiendo errores. Tenemos un sistema defensivo y de involucramiento físico muy grande y tuvimos indisciplinas que facilitan el trabajo del rival. Eso termina siendo uno de nuestros problemas más grandes. No regalamos muchos puntos, pero sí muchos metros. Canadá se mantuvo en el partido y eso se paga en algún momento y hace cuestionarse a nuestros jugadores.

Con más organización y lineamientos, el rugby de Chile tiene un futuro gigantesco

¿Es posible mantener ese alto nivel en las siguientes fases eliminatorias?

Sí, tenemos un grupo de 25 o 30 rugbistas que tiene la capacidad de jugar 80 minutos y tenemos la capacidad de rotar jugadores. Mirando los rivales que tenemos por delante para llegar a una Copa del Mundo, creo que vamos a poder mantener ese nivel de juego y ese nivel físico y de involucramiento del equipo.

Así como se eliminó a Canadá, también pudo haber dejado fuera del Mundial a su país. ¿Cómo enfrentaba eso?

“Al principio me resultaba incómodo jugar contra Uruguay, pero me fui adaptando muy rápido. Es que estoy tan comprometido con los jugadores chilenos… yo veo más un programa contra otro, no mi país contra otro país”.

¿Cómo veía a Chile cuando usted era jugador y luego técnico de Uruguay?

Veía que Chile tenía bases físicas siempre superiores, pero en Uruguay había más base de rugby estratégico, resultadista, y eso hacía que se ganaran esos partidos. Yo siempre decía que el día que se despierte Chile y empiece a hacer las cosas bien, será duro para Uruguay. Chile se despertó tarde, el Programa de Alto Rendimiento en Uruguay data de 2013, y en Brasil, de 2014. En Chile partió en 2019. De todas maneras, trabajando de una forma ordenada y positiva ya se ha acortado camino, ahí se ve que las bases eran buenas. En el alto rendimiento los resultados se ven a los seis o siete años. Estamos en ese camino.

Chile venció a Canadá en Valparaíso el 9 de octubre y avanzó en las eliminatorias al Mundial de Francia 2023. Foto: El Mercurio

Entonces, ¿evalúa bien el trabajo de menores en clubes y colegios?

Hay un buen trabajo de base. La ventaja que siempre tuvo Chile sobre Brasil y sobre Uruguay era la base atlética y de rugby, fundamentos del alto rendimiento. Sí creo que faltan competencias más estables a nivel de juveniles, pero la federación está viendo cómo generarlas. En las academias vemos un potencial enorme. Con más organización y lineamientos, el rugby de Chile tiene un futuro gigantesco.

¿Hay masa en el país como para desarrollar el seven y el rugby XV paralelamente?

Para eso hay que ampliar una base de jugadores, hay que armar un programa plurianual para poder después colocarlos en todos los seleccionados que se necesiten. Chile no tenía eso, por eso faltaban, se hacía el trabajo para participar en torneos, pero no el trabajo de base, que ahora dirige Ricardo Cortés, porque tiene que ser un referente chileno quien maneje el rugby de base. Ahora, lo que necesitamos es tiempo, porque no se compran los jugadores de alto rendimiento; se construyen con tiempo.

Hay que ser muy cauteloso con eso de traer jugadores de afuera porque tienen papá o mamá chilenos

¿No le interesaría encontrar un “Brereton” para los Cóndores? ¿Hay gente buscando?

Sí, hay captadores y hemos tenido jugadores de papás chilenos que juegan en Córdoba, en Buenos Aires, hay un par en Nueva Zelanda, con los que estamos siempre charlando. Pero nosotros creemos mucho en el programa que tenemos en Chile, no solamente de construcción de un equipo, sino de mucho involucramiento personal. Entonces, es difícil traer a alguien de otro país que no conozca el sistema, capaz que no sienta lo mismo por el proyecto que lo que siente un chico que está desde el génesis, sufrió, trabajó y ahora está disfrutando de los logros. Hay que respetar eso, hay que ser muy cauteloso con eso de manotear y traer a cualquiera de afuera porque tiene papá o mamá chilenos. ¿Traer un salvador? No va a pasar.

¿Algún jugador se ha bajado de la selección obligado por los estudios o el trabajo?

Al principio hubo bajas, pero no por ese motivo, creo que fue porque ante un proyecto nuevo, hay gente que lo puede hacer y gente que no. Y en el último tiempo, al revés, jugadores han congelado sus estudios o dejado su trabajo para sumarse.


¿Profesionalizar el rugby chileno es una necesidad?

No pretendo una liga de clubes profesionales en Chile, porque entiendo que es muy difícil y porque creo en las bases, el amateurismo, la formación. Pero a nivel de selecciones, el profesionalismo es fundamental. Las selecciones del nivel de Chile tienen todos programas profesionales, unos con sus jugadores en el país, otros, repartidos por Europa o Norteamérica. El último equipo amateur que fue a un Mundial fue Uruguay, en 2015.

Ahí usted era el técnico. ¿Usa en sus charlas su experiencia al haber jugado y dirigido en mundiales?

No, porque esa es mi historia. Pero sí hablamos de construir una historia que sea de ellos. que la defiendan y la construyan de la mejor manera. Ojalá sea terminando en un Mundial. O en varios.

Chile está en un camino que va a seguir, esté yo o no

¿Tiene un mentor como DT?

Mi fortaleza es que tengo una pluralidad de entrenadores que me han volcado conocimientos, muchísimos diferentes y he sacado lo mejor de cada uno. Si me decís, no, no tengo un Guardiola en mi cabeza”.

Antes de Chile, llevó a Alemania a su mejor resultado, el repechaje al Mundial. ¿Debe ser un orgullo?

No sé si me siento tan orgulloso de lo de Alemania, porque terminó siendo un resultado, pero no quedó nada más. Estoy mucho más orgulloso de lo que construí en Uruguay, donde quedó algo para adelante, o lo que hago en Chile, que es un camino que va a seguir, que no se va a cortar esté yo o no.

Pablo Lemoine entrenando a los Cóndores. Foto: Víctor Montalva/Feruchi
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