Universidad de Chile y Everton debían jugar el domingo 24 de agosto en el Estadio Nacional, pero el presidente de Azul Azul —Michael Clark— solicitó la postergación debido a los incidentes ocurridos ante Independiente de Avellaneda, por la Copa Sudamericana, ocurridos poco antes. “Nuestra institución se encuentra profundamente golpeada por todos los hechos acaecidos”, explicó el directivo.

La ANFP aceptó la petición y fijó el duelo, correspondiente a la fecha 21, a las 20 horas del miércoles 5 de noviembre. En Ñuñoa. Pero los planes fueron cambiando: no sería en el Nacional (el recinto está reservado para los conciertos de Dua Lipa) sino en el Santa Laura y tampoco en el horario previsto (el recinto de Independencia aún no tiene iluminación artificial).

Independiente de la escenografía, los azules tienen la obligación de ganar: es el único resultado que la ponen en carrera por el “Chile 2”. Otra historia podría complicar, incluso, su entrada a la Copa Sudamericana, porque inmediatamente más abajo está Colo Colo, hambriento de mejorar el pálido rendimiento de la temporada.

Al tanto de que en la rueda de revanchas los números de la U no han sido buenos —apenas ganó 11 puntos de 30—, el capitán Marcelo Díaz buscó llevar el tema hacia otro carril. “Tengo una crítica muy determinada con los segundos semestres del torneo, no solo con la U, sino que yo voy más allá y más profundo. Un tema muy bueno de analizarlo también y es que tenemos muchos parones; este año tuvimos un Mundial Sub 20, que está perfecto, pero no nos podemos dar el lujo de parar el campeonato por un mes”, dijo.

Y agregó: “Antes habíamos tenido dos semanas de parón por el 18 de septiembre… Nosotros, de verdad, más allá de quien gane o pierda, si queremos seguir creciendo como fútbol debemos organizar mejor nuestro torneo, campeonato y vacaciones, que no sea normal estar tanto tiempo detenido y sin fútbol… Esta crítica me la hago y la extiendo al fútbol chileno en general. No sé si nos habrá afectado el parón o no, pero mi queja va más allá. No es para buscar excusa de que ganamos o perdemos, si no para que comencemos a hacer bien las cosas”.

Independiente de lo que ocurra con Everton, quien se presentará en el Santa Laura en la zona del farolillo rojo y sin Álvaro Madrid, su capitán, en Azul Azul ya están tirando líneas para la próxima temporada. Es casi un hecho que Nicolás Ramírez e Ignacio Tapia abandonarán el club y el nombre de Igor Lichnovsky aparece como potencial refuerzo.

“Ha tenido un año bastante accidentado; los tres primeros meses estuvo recuperándose dela rotura de ligamentos de la rodilla derecha que sufrió el año pasado y cuando se recuperó no pudo ser tomado en cuenta en el América por el tema de los extranjeros. Y así se le fue el primer semestre, sin sumar minutos. Después jugó un par de partidos por el torneo local, también por la Leagues Cup, pero el equipo mostró problemas defensivos, a Lichnovsky se le vio falto de ritmo y apareció Ramón Juárez, un canterano muy querido por la afición, y que ha convertido goles decisivos pese a ser defensa. Le ganó la competencia interna al chileno y está haciendo buena dupla con Sebastián Cáceres. Es uno de los candidatos a salir del mercado de pases, su salida comienza a manejarse en México”, cuenta Jhon Guiñan, periodista de “Águilas Monumental”.

En el bloque ofensivo Nicolás Guerra y Rodrigo Contreras dirían adiós. Felipe Mora, actualmente en el Portland Timbers de la MLS, es la opción de reemplazo.

La historia es como sigue.

El cuerpo arbitral siempre ha entrenado en Quilín, a un costado de la ANFP, y donde los estacionamientos sobran. Los jueces principales y también los jueces asistentes tienen su espacio.

Durante el Mundial Sub 20, sin embargo, las prácticas se trasladaron al complejo Fernando Riera, frente al legendario Juan Pinto Durán. ¿El motivo? Las canchas de Quilín fueron centro de entrenamiento de distintas selecciones.

Pero tampoco hubo problemas: la ANFP arrendó estacionamientos para todos al lado de Riera.

Terminada la Copa del Mundo, los jueces volvieron a Quilín, pero con la inauguración del Centro de Alto Rendimiento José Sulantay se redujo y limitó el acceso a estacionamientos. Para evitar problemas, la ANFP arrendó un espacio en la LIF, a un costado de Quilín, para que el cuerpo arbitral ubicara sus automóviles.

El problema fue que ese contrato expiró a fines de octubre y ya no hubo estacionamiento para jueces principales y jueces asistentes.

Y nació la molestia, porque sumaron días sin entrenamientos, aunque la cuaterna que dirigirá U-Everton, encabezada por Gastón Philippe, comprometió su presencia en Santa Laura.

¿Parar el fin de semana? A la ANFP no ha llegado ninguna información oficial. Los árbitros, por su parte, descartan parar, insisten en que pronto habrá solución y que este miércoles volverán a ejercitarse.

Y ya nadie tendría problema con sus autos.