Se cierra el 2024 y en el tintero quedan una serie de equipos que salpicaron predominio, cada uno con su forma. España en la Eurocopa, Argentina en la Copa América, Real Madrid en la Liga de Campeones, Botafogo en la Copa Libertadores y hasta el Atalanta, con un modelo más trasgresor, dominando en la Europa League. ¿Cuál es el fútbol que imperó este año en el orbe? ¿Existe un modelo de juego que marque tendencia? Aparecen esbozos, en algunos casos tímidos, de nuevos aires para remover un juego muy “homogeneizado” según los consultados.

El diario inglés The Times alertó que incluso la Premier League, referencia obligada para todo consumidor de fútbol, sufre una “uniformidad extrema” en la forma de jugar. “Cómo Pep Guardiola y los datos destruyeron la variedad del juego”, provoca la columna del periodista Jonathan Northcroft. “La mayor causa de la ortodoxia es Pep Guardiola. Es tan bueno, tan exitoso, que naturalmente una generación de entrenadores quiere imitarlo”, apunta y habla de la “pepificación” de la liga inglesa, que perdió estadísticamente caudal de pases largos, regates y remates de distancia. Incluso da cuenta de una “clonación atlética” de los equipos donde, por ejemplo, muchas escuadras tienen parámetros calcados en promedio de edad y estatura.

“En los últimos 15 años lo que marcó la pauta es el juego de posición del Barcelona de Guardiola, el del 2009 fue un equipo disruptivo, y a partir de ahí muchos equipos en el mundo quisieron copiar, trabajar parecido y es un error, porque esa es una manera de sentir y de enseñar el juego, que se aplica desde los infantiles al primer equipo. Por ello, hoy nos encontramos con un fútbol homogeneizado, donde los equipos son muy parecidos unos a los otros, con patrones de comportamiento similares”, explica Fabián Godoy, analista de DSports.

“Pero dentro de eso hay una tendencia a desestructurar a los equipos y encontrar una verticalidad que matiza todo. Por ejemplo, (Roberto) De Zerbi –exBrighton, hoy en Marsella- tiene todos los vicios del juego de posición, pero cuando pasa la primera línea de presión rival es muy directo, con Bayer Leverkusen (Xabi Alonso) pasa casi lo mismo y el que marcó una pauta este año fue la selección española de Luis de la Fuente y pasa por el perfil de los futbolistas, porque con dos wines como Yamine Yamal y Nico Willimas tienes que jugar al uno contra uno y ser más directo”, complementa.

Francisco Meneghini, nuevo técnico de O’Higgins, refuerza esa visión: “Lo venimos hablando hace varios años y ahora lo veo muy marcado: se masifica esa sensación que los mejores entrenadores son capaces de identificar cuando una idea ya se está gastando y necesita un refresh. Hablo de un juego de posición que uniformó todo, da lo mismo ver jugar al Cruz Azul, al City, Chelsea o Barcelona, todos muy parecidos. Y empieza a aparecer un poco lo que se extravió de libertad, buscar variantes, sorpresas, cosas no tan preparadas y eso lo veo en el Inter, que es el gran paradigma, allí se mueven todos por todos lados, es espectacular, pero como no ganó ningún título europeo no se le da énfasis, ese equipo hace algo contracultural”.

Cristian Basaure, ex zaguero y analista, amplía el prisma: “Veo menos equipos fundamentalistas de una idea, por ejemplo la España que gana la Euro es una evolución del juego posicional y del 'tiki-taka', bastante más agresiva ahora y por momentos directa. Estuve recién en Europa y lo pude hablar con Marcos Jiménez, el ayudante de Raúl en el Real Madrid Castilla, y me decía ‘el modelo de juego no existe’, sí se trabajan comportamiento y hábitos, pero el fin es ganar estratégicamente, la tendencia es ir midiendo al rival y ajustando lo tuyo desde la forma táctica, un gran ejemplo es lo que hizo Scaloni con Argentina en el Mundial (…) Puede ver en vivo al Barcelona de (Hans) Flick y pasó del 'tiki-taka' predecible de Xavi a ser agresivo y presionante, llega muy rápido a las bandas. Veo –y valoro- equipos que le agregan a su idea principal la velocidad de la pelota y eso es fundamental”.

"Paqui" profundiza más en una tendencia a remover ciertos credos escritos en piedra. “El City ahora, según mi mirada, recoge ciertas cosas de eso, porque dentro de la rigidez casi total que tiene Guaridola, veo que está soltanto ciertas cosas, algún intercambio de posición, variar dentro de la misma estructura. El Arsenal, con Arteta, ya lleva un par de años con eso: mantiene su estructura pero con flexibilidad. Uno puede jugar con el Chelsea y al minuto uno sabe dónde va a jugar Enzo Fernández, dónde va a estar Cucurella, si irá adentro o dará amplitud, en cambio el Arsenal va mutando siempre. Arsenal y Inter son ejemplos de variar, el Brighton con el técnico actual (Fabian Hürzeler) no es tan rígido, y creo que va para allá, nos saturamos de estructuras de posicionamiento, uniformidad y se debería refrescar con aspectos que nos llevamos puesto con tanto desarrollo teórico”.

Gabriel Calderón Pellegrino, técnico español y expositor en diversos congresos, reconoce comportamientos repetidos. “Cada vez se observa más adaptación y alto ritmo de juego en las competiciones de máximo nivel. Por ejemplo, la selección española se basa en la posesión y el control del juego, con un sistema flexible de juego combinativo que prioriza la circulación rápida del balón y un ritmo altísimo de juego, con una iniciativa vertical y profunda también importante. La victoria en la Eurocopa 2024 es un reflejo de la consolidación de este enfoque, donde el modelo de Guardiola ha sufrido una evolución hacia una mayor verticalidad y velocidad. España ha sabido combinar su tradicional estilo con una evolución hacia una mayor agresividad defensiva (mucha presión alta y una presión tras pérdida muy agresiva) y una capacidad letal en las transiciones rápidas”, precisa a través de correo electrónico.

“En resumen, las tendencias actuales del fútbol apuntan hacia un modelo de juego más vertiginoso, flexible y tácticamente multifacético, donde el control de la posesión, la presión constante y las transiciones rápidas son las claves para el éxito, como lo han demostrado España, Argentina, Real Madrid en los últimos años”, proyecta Calderón.

“El matiz está en salir del acartonamiento del juego de posición rancio y puro, encontrar movimientos de ese estilo pero mezclarlos con desestructuraciones en el último tramo de la cancha, con más verticalidad”, redondea Godoy y enseña una brisa defensiva con recursos que parecían desterrados: “En la Euro también se empezó a marcar más al hombre que la zona, esa puede ser un tendencia que crezca, hay menos miedo a quedar expuesto porque se trabajan mejor las coberturas, es algo que solo hacían (Marcelo) Bielsa y (GianPiero) Gasperini y hoy se ve con más frecuencia”.

Meneghini entiende que la riqueza no está en las exageraciones. “Están los dos extremos: por un lado los que postulan que no se puede tocar el juego de posición, y por otro los que por ir en contra de eso quieren hacer ver que todo debe fluir y el jugador ser libre, y creo que en los términos medios se pueden encontrar cosas interesantes”.