Arturo Vidal, el ídolo indómito que volvió para ganar y agitar todo
Regresó a casa después de 17 años y tras codearse en los mejores clubes del mundo —Juventus, Bayern, Barcelona e Inter— para remecer al fútbol chileno. Fustigó a rivales, autoridades, críticos y al seleccionador, transformándose un imán mediático que liberó a sus compañeros. “Es crack”, revelan especialistas. “Un creador de atmósfera”, lo retratan. “Fue la inspiración del vestuario”, aseguran otros.
Con un aura mesiánica, bajando de un helicóptero y recorriendo la cancha del Monumental arriba de un caballo, el primer jueves de febrero Arturo Vidal se presentó ante 35 mil almas en el fortín albo, timbrando su regreso al club que lo vendió en 2007 al Bayer Leverkusen. El volante soltó lágrimas, rio, prometió triunfos y títulos. Un “King” auténtico.
La postal inspiró la nueva obra del colectivo artístico Campeones de Estampa, que se encarga de retratar la bitácora colocolina en imágenes con futbolistas, equipos y momentos más emblemáticos del club. “Vidal cumplió la promesa de volver al club como ídolo, hacerlo vigente, ganador. Esa presentación con el caballo es icónica, representa el retorno del hijo pródigo, esa imagen dio la vuelta al mundo y ayuda a amplificar la visión del club a nivel internacional, tiene mucha épica. Se trata de un óleo que hizo el artista portugués L Filipe dos Santos, se llama El Retorno del Rey, que esperamos entregar en persona a Arturo”, detalla el director creativo Cristián López.
El volante nunca pasó inadvertido en el año. Fue furor en redes sociales y a través de sus plataformas. Pocos se salvaron de sus tertulias como streamer. Ministros, colegas, periodistas, rivales y entrenadores recibieron dardos en diverso tono. El ciudadano Vidal se hizo notar. “Es su modo de vivir, al cien, al límite. Le gusta la adrenalina”, reseñó con certeza Jorge Almirón cuando el “King” incendiaba la serie con River Plate.
Dentro de la cancha también gravitó. Sufrió un par de lesiones musculares largas, pero fue influyente en jornadas simbólicas: su gol ante Alianza en Lima, definió el clásico con Universidad Católica en Santa Laura y la llave con River fueron puntos altos. En el torneo nacional registra 17 presencias (tres tantos), tomando un rol determinante en la remontada en los cinco triunfos en línea de octubre, previo al duelo con Iquique.
“Vidal es un crack”, resume Oscar Meneses, exdirector deportivo de Blanco y Negro. “En la medida que se fue poniendo desde lo físico, fue mejorando su rendimiento. Le han manejado bien los tiempos de recuperación, para que esté bien los partidos importantes. Sin duda que es un plus tenerlo, maneja distintas posiciones, tiene el carácter para empujar al equipo, sabe cuándo debe presionar o manejar los tiempos. Junto a (Esteban) Pavez son determinantes en la zona media”, revela.
—¿Pensó que le iba a costar más insertarse en un torneo que es menos fluido, más cortado?
“No. Los jugadores de alto rendimiento tienen justamente eso. Se adaptan rápidamente a las distintas competencias. Físicamente sigue siendo de excepción. Sabe cuándo descansar con el balón y cuándo cambiar el ritmo”.
Para el técnico Francisco Arrué, también exjugador albo, lo de Vidal es ganancia: “Su retorno tuvo un impacto muy positivo en Colo Colo y en todo el fútbol chileno, demostró vigencia, porque es demasiado competitivo, sabe todo desde lo táctico y físicamente está por sobre la media, entiende el juego como pocos y con eso hace la diferencia. Es regular, sabe qué hacer en cada momento del juego, incluso sabe cuándo desordenarse, porque tiene ese lado salvaje, cuándo tiene que pasar de primera o cuándo la jugada pide conducir. Vidal crea una atmósfera de juego diferente, porque genera un nivel de confianza muy alto en sus compañeros y en los rivales, no diría temor, pero sí incertidumbre por lo que es capaz de hacer, te pone en alerta. Arturo siempre fue irreverente, su diferencia está en la cabeza, los que juegan a su alrededor mejoran, Arturo les saca presión”.
Sabe qué hacer en cada momento del juego, incluso sabe cuándo desordenarse (...) Vidal crea una atmósfera de juego diferente, porque genera un nivel de confianza muy alto en sus compañeros y en los rivales, no diría temor, pero sí incertidumbre por lo que es capaz de hacer, te pone en alertaFrancisco Arruéentrenador
El historiador Sebastián Salinas, dueño del último galardón Raúl Prado Cavada, aborda las aristas de un fichaje ancla de cara al centenario del club. “Su regreso ha estado lejos del nivel superlativo que tuvieron otros jugadores que llegaron desde Europa, como Jorge Robledo en 1953 o el mismo ‘Pajarito’ Valdés, que en su primer año (2014) estuvo increíble. Incluso la vuelta de (Carlos) Caszely el 78 o la de (Esteban) Paredes para la ‘30’ fueron más importantes a nivel de rendimiento. No ha sido la vuelta del crack al 100%, pero los partidos en que estuvo bien desde lo físico ha marcado diferencias significativas. Hay un punto más importante, que es su aporte como persona: es un problema para el rival, su personalidad y espíritu es el que ha inspirado a sus compañeros, en las arengas que vemos en los videos que difunde el club es la voz cantante, es el capitán sin jineta. Se habla de él como problemático y lo que uno escucha de sus compañeros es todo lo contrario, es el guía, consejero, aglutina, liderazgo, la mentalidad que le inculcó al equipo es un plus”.
Vidal, inasible, sin tonos medios. El jugador anárquico con instinto para controlar todo. El título 2024 lleva su estampa.
Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.