Partidazo, de los más rutilantes de la competición.

Arlington fue testigo de una batalla infernal, de una lucha sin pausas. De un trámite con emociones y una altísima cuota de tensión, porque se enfrentaron dos selecciones atrevidas, valientes, que apostaron por ganar más que a no perder.

Ganó Canadá, porque fue más certero en la tanda de penales. En su primera Copa América se anota entre los cuatro mejores.

El equipo de Jesse Marsch arrancó mejor y, como consecuencia, quedó en ventaja: centro de Jonathan David, empalme de Jacob Shaffelburg, quien cerró desde la banda y apareció en la posición de ‘9’ para festejar.

A partir de ahí, un ritmo frenético. Si Shaffelburg estuvo cerca del segundo, la Vinotinto empezó a presionar cada vez con más fuerza, arriesgando al punto de defender con poca gente.

Tras el descanso, el DT Fernando Batista movió la ubicación de Yeferson Soteldo y Eduard Bello; los ágiles wings cambiaron el carril de ataque y Venezuela ganó en profundidad, sobre todo porque el ex-Huachipato hizo por la derecha lo que no pudo por la izquierda: desbordar y centrar.

Batista no se quedó ahí. En desventaja aplicó el “Plan B”: sacó un volante y apostó al doble ‘9’ sumando a Jhonder Cádiz para que acompañara a Salomón Rondón.

La movida dio resultados casi inmediatos, porque el legendario atacante dejó el marcador en tablas (64’) aprovechando un descuido defensivo de Canadá y una apresurada salida del meta Maxime Crépeau.

El resto se jugó prácticamente de área a área. No había mediocampo. Canadá estuvo cerca de desnivelar, pero el meta Rafael Romo hizo gala de unos reflejos fantásticos.

Así llegaron los penales.

Venezuela falló primero y más veces. “Me voy contento con el esfuerzo del equipo; hicimos una buena copa. No se nos dio, nos queda un camino largo, porque en las clasificatorias vamos bien”, declaró Romo, que contuvo un envío. Crépeau, no tan fino en el tanto de Rondón, se lució tapando dos lanzamientos y dejó a su selección en semifinales.

Este martes se verá las caras con Argentina. Lo más parecido a David versus Goliat.