Semana de emociones la que espera a Claudio Bravo, porque después de cuatro años cierra un ciclo en el Betis. Y será, quizás, en un contexto soñado: ante Real Madrid, el campeón de la liga española en el Santiago Bernabéu.

Las despedidas ya comenzaron.

El fin de semana pasado, en el Betis-Real Sociedad, fue homenajeado por sus compañeros y también por el club que defendió entre 2006 y 2014. En las últimas horas recibió mensajes en las redes sociales: “No he necesitado mucho más tiempo para saber la gran persona que eres, hermano. ¡Admiración absoluta por la carrera que has hecho! Suerte por siempre, viejito”, le escribió el argentino Luis “Chimy” Ávila, en tanto el mexicano Andrés Guardado también le dedicó sentidas palabras: “Un verdadero placer y orgullo haber podido coincidir con alguien tan grande como tú, mi viejo. ¡Todo el éxito en lo que te venga!”.

¿Y qué es lo que viene para el capitán de la Roja? “Veamos qué depara el destino”, contó a su círculo íntimo.

Bravo, hoy, está en un período de definiciones. Lo más urgente es terminar de buena manera la temporada en España y mostrar un buen nivel en la Copa América de Estados Unidos.

El futuro, cuentan sus cercanos, “aún no lo tiene definido”.

Propuestas ya ha recibido. Y la más concreta es de la liga de los Estados Unidos. “Es una liga muy interesante. Si resulta o no, dependerá de muchos factores”, detallan.

Si bien la MLS no es una competición con la jerarquía de la española, que ahí jueguen tipos de la talla de Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba (excompañeros en el Barcelona) lo tiene meditando profundamente el tema.

Volver a Chile no está en los planes del dos veces campeón de América. Colo Colo, el equipo que lo formó, no lo tiene en sus planes.

Oscar Wirth, arquero que jugó final de la Copa Libertadores de América con 38 años —edición de 1993, con la camiseta de Universidad Católica— cuenta: “Cuando veías jugar a Gianluigi Buffon con más de 40, seguía siendo el que todos conocían. Pero el tiempo es inclaudicable. La experiencia necesita de un aliado, sí o sí, y ese es el físico. Si no tienes una preparación que permita asumir el puesto de arquero, conspira en desenvolverse bien… Se pierden los reflejos, algo muy específico, que se puede contrarrestar con el manejo y conocimiento de juego. Si lo entiendes, no vas a necesitar la velocidad que tenías al comienzo; la cambias por la experiencia. Insisto: todas las expresiones de atajar, repentinas, violentas, necesitan de un organismo preparado y que aguante. Con el paso del tiempo va declinando. Mientras más lesiones tienes, más te expones a que vuelva a suceder”.

Y agrega: “A Bravo lo vi poco este año, porque se lesionó mucho, pero cualquier apreciación respecto de su futuro es algo subjetivo, porque cada uno sabe qué hacer. Unos piensan que se tiene que retirar y otros, como él, que debe seguir. Son decisiones personales. Pero hay dos factores que están en contra: la edad, una cuestión que es imposible dejar de lado, porque afecta a unos primeros y a otros después, pero a todos nos pasa; y lo otro el tema profesional, que ha tenido hartas lesiones y los dirigentes piensan en eso”.

A diferencia de años anteriores, la legión de futbolistas chilenos en las ligas de primer orden es bien exigua. Descontando a Bravo, quedan Alexis Sánchez —de misterioso porvenir—, Guillermo Maripán, Gabriel Suazo (que continuarán en el Mónaco y Toulouse de Francia, respectivamente) y Ben Brereton, quien dejó el Sheffield United de Inglaterra y tiene que regresar al Villarreal, club que lo cedió a préstamo por una temporada.

Si bien el delantero de la Roja no fue considerado en su primera experiencia española, las cosas podrían cambiar: esto, porque el goleador del “Submarino Amarillo” y de la competición, el noruego Alexander Sorloth, está en los planes del Atlético de Madrid. Si el equipo de Diego Simenone paga la cláusula de salida, de casi US$ 40 millones, Brereton podrá disponer de chances más claras.

Diego Valencia, de rendidor año en el Atromitos de Grecia, volverá a la Salernitana de Italia. Tomás Alarcón, en el FC Cartagena de España, ha sido sondeado por la UC y Darío Osorio, del Midtjylland, se mantendría en Dinamarca a la espera de una consolidación en el fútbol europeo.

Jordy Thompson, en tanto, vive un caso distinto: si bien cumplió con la exigencia contractual de jugar 10 partidos en el Orenburg, pacto que lo obliga a comprar el 60% de su carta a Colo Colo (en US$ 1,2 millones), su continuidad depende de que el equipo se mantenga en la máxima categoría. Hoy, está un punto por encima de la zona de liguilla de promoción.

Si su club asegura la permanencia, el zurdo seguirá; de lo contrario, será vendido.

Víctor Dávila, del CSKA Moscú, es seguido con atención por el Celta de España.

Todo se definirá en la última fecha, cuando el Orenburg reciba al Spartak, partido que Thompson mirará desde Chile debido a una lesión muscular.