“Agradezco a mi familia e hijos por todo el apoyo que siempre me brindaron. Y a toda esta gente que me vino a ver, es algo difícil de describir”, confesó Esteban Paredes, el rey de la tarde en un copado estadio Monumental.

El hombre récord, la leyenda, uno de los grandes íconos de la historia popular, disfrutó su partido de despedida en una fiesta que ofreció un menú para todos los gustos: fútbol, música, abrazos, homenajes y —como plato de fondo— el amistoso de Colo Colo ante Colón de Santa Fe, el peor equipo de la actual temporada en Argentina.

Gustavo Quinteros aprovechó el partido para probar una fórmula de tres zagueros (Maximiliano Falcón, Matías de los Santos y Ramiro González) a propósito de las debilidades defensivas que ha mostrado el equipo este 2023 (14 goles encajados en ocho partidos) y pensando que en abril comienza su participación en la Copa Libertadores de América.

Pese a que los primeros 20’ fueron difíciles para el dueño de casa, porque la presión de los “sabaleros” no los dejaba maniobrar con tranquilidad, los albos alcanzaron un triunfo justo y, sobre todo, una correcta mecanización de movimientos que parecían extraviados. Los relevos y coberturas, por ejemplo, fueron desarrolladas con más acierto, y como consecuencia Fernando de Paul, el de los guantes, casi no tuvo trabajo.

Justamente Falcón fue autor del 1-0: el uruguayo salió del castigo y aprovechó una pelota muerta para celebrar; al rato, Damián Pizarro, el potente nuevo hallazgo de Macul, desbordó como puntero y realizó el centro de la muerte para que César Fuentes anotara el segundo.

A falta de 12’ para el final, el “Tanque” reemplazó a Pizarro, se enfundó el brazo izquierdo con la cinta de capitán y jugó los últimos minutos de su mortífera carrera. Fue ovacionado, recibió aplausos, casi anota el 3-0, metió un pique de 30 metros y terminó emocionado. El último ídolo del Cacique dejó el fútbol profesional para siempre: 354 goles en 22 años de carrera, el récord de más tantos convertidos en Chile y el reconocimiento de todos.

Un grande, el goleador más letal de las canchas chilenas, dijo adiós.