En Blanco y Negro (ByN) son varios los enigmas que rodean la contratación de Christian Santos, el delantero nacido en Puerto Ordaz, Venezuela, pero que a los seis años emigró a Lippstadt, Alemania.

Es más: un director de la concesionaria se enteró por la prensa —sí, tal cual— del fichaje. “Después del incendio de Ferreyra, que no vino, tuvieron que improvisar y llegó Santos. Fue ahí cuando supe”, confiesa.

La historia había arrancado el último jueves, nueve de septiembre, cuando Facundo Ferreyra tenía todo acordado para ser el nuevo delantero de Colo Colo. Después de días de negociaciones, el equipo de abogados de ByN remitió los contratos a su representante. Ambas partes habían fijado los dineros —500 mil dólares hasta el fin de su contrato, en diciembre de 2022— y solo faltaban las firmas.

Gustavo Quinteros respiraba tranquilo.

El viernes, cuando en el Monumental esperaban el “ok”, Ferreyra y sus agentes nunca más contestaron las llamadas ni los mensajes. ByN solo recibió como explicación una negativa sustentada en “motivos personales”, aunque también existió la versión de que a última hora el argentino pidió aumentar en US$ 100 mil sus ingresos.

Faltaban poco más de cinco horas para que se cerrara el libro de pases y Quinteros, ya molesto, no tenía al ‘9’ que venía pidiendo desde que su equipo derrotó a Universidad de Concepción, en el famoso partido por la supervivencia.

Fue ahí, cuando el nombre de Andy Carroll, delantero inglés de 32 años con pasado en el Liverpool y Newcastle United, rondó por Pedrero. “Su representante conversó con el director Carlos Cortés… Estaba dispuesto a firmar por US$ 350 mil. Finalmente desistimos porque estábamos contra el tiempo, pero sobre todo por las lesiones”, confidenciaron en Macul.

Y claro: su historial clínico informaba de operaciones en las rodillas, los tobillos, lesiones en la ingle, en los gemelos…

Por los palos arremetió Santos y se quedó con la camiseta blanca.

¿Pero quién acercó su nombre a Colo Colo? En el Monumental cuentan que fue la empresa TyC Sports Management, idéntica organización que en esta ventana de fichajes propició la contratación de Anderson Contreras por parte de Universidad de Chile. Y que más atrás en el tiempo gestionó los arribos de Héber García a Curicó, de Brayan Palmezano a Huachipato, de Edwuin Pernía a Deportes Iquique y de Danny Pérez a Colo Colo.

Rafael Farías es el nombre que se repite en una y otra negociación, aunque el dueño es Gerardo Hernández, con residencia en Miami, Estados Unidos.

Santos había terminado su aventura en el VFL Osnabrück de la segunda división de Alemania (ocho goles en 32 partidos) y su idea era jugar en España, le daba igual en qué categoría. Pero cuando le preguntaron si le interesaba viajar a Chile, obviamente dijo “sí”. La propuesta venía de un equipo protagonista. Vivir en Chile también le daba seguridad.

“Es un delantero que se mueve bien en el área, le gusta jugar como delantero centro, tiene buen físico, va bien por arriba, tiene buen cabezazo y buen remate. Es zurdo, pero también tiene buena derecha, al momento de definir tiene recursos interesantes. El físico le ayuda a jugar de espaldas y es útil en jugadas a balón parado”, cuenta el periodista Jhon Guiñan, de Goal.com

Y agrega: “Un par de lesiones musculares le han jugado en contra. Y en la selección no ha tenido mucha fortuna. Cuando estuvo, en 2014, fue para el ciclo de Noel Sanvicente, en los momentos más oscuros de la selección. No pudo brillar. Lo volvió a tomar en cuenta Rafael Dudamel, en 2016, pero en su esquema solo había espacio para un delantero centro, y estaban Salomón Rondón y Josef Martínez, entonces tenía muy pocas opciones. Muchas veces lo usaron como extremo y por sus cualidades no termina ofreciendo lo mejor, no es ahí donde se siente más cómodo. Es ‘9’, hombre de área”.

A propósito de la selección, el nuevo atacante del Cacique tiene una particularidad: mucho tuvo que ver en su nominación el sitio web “vinotintos en el exterior”.

El cuento es así: Alan Morales, hincha del desaparecido Unión Atlético Maracaibo, era un asiduo visitante de la página y en 2006, cuando el ariete estaba en el Arminia Bielefeld, empezó a seguir su carrera. Le perdió el rastro, pero en 2011 lo encontró en el KAS Eupen de Bélgica. Luego, lo contactó por Facebook y Twitter. Y, sin anestesia, le consultó si estaba dispuesto a jugar por Venezuela. La respuesta fue algo tímida: “Me encantaría, pero creo que sería reserva”.

Luego hablaron de armar un “dossier” para hacerlo llegar a la Federación Venezolana de Fútbol. “Le dimos nuestra palabra de que lo íbamos a proyectar aquí, en Venezuela, porque era muy difícil que se supiera de él, la Segunda División de Bélgica era muy difícil de seguir. A partir de ese momento él hizo su parte demostrando sus capacidades y goles, finalizando esa temporada con 16 tantos. Le recomendé reactivar todas sus redes sociales y se puso al día con Twitter, Instagram y Snapchat. En el 2012 decidí crear la ‘página fans de Santos…’”, relata Morales.

Los goles de Santos más la insistencia del hincha fueron apareciendo en la prensa local. “Le conseguí un par de entrevistas para los diarios ‘El Nacional’ y ‘Líder’. Todo fue una campaña permanente de tuits, de conversaciones con periodistas. Dentro de mis limitaciones, por no ser una persona del medio, no pude hacer más, me hubiese gustado hacer más, pero de verdad no pude”, fue la explicación del hincha.

Su trabajo tuvo éxito: César Farías, en ese entonces DT de la Vinotinto, preguntó quién era el tal Santos. Lo tenía en sus oraciones, aunque nunca lo convocó. Sí lo hizo Sanvicente.

Trece partidos y un gol, a Brasil por las clasificatorias a Rusia 2018, es el saldo que enseña con la camiseta de su país.