El nombre se repite. Y la historia, también.

Ricardo García, videísta y "scouting" (buscador de talentos) e integrante del staff técnico de la Roja desde 2014 fue quien descubrió a Ben Brereton. Y también fue el primero que pronunció el nombre de Robbie Robinson Belmar en el complejo de Juan Pinto Durán.

¿Cómo lo hizo García? Desde junio de 2020 empezó a poner más atención en ligas mediáticamente menos impactantes que las grandes de Europa. Exploró en la MLS y ubicó a Robinson. “Ninguna duda que fue él, porque está a cargo de todo eso”, refrendan en Quilín.

García se encontró con el camino pavimentado: el delantero soñaba con ponerse la camiseta de Chile. A Robinson le encandilaron las dos copas América que la Roja le ganó a Argentina. Y una de ellas justamente en su New Jersey natal. “Fue una locura”, dijo emocionado, vestido con la camiseta de Alexis Sánchez, uno de sus ídolos.

Está dicho que nació y se crió en Estados Unidos, pero ha viajado a Santiago con frecuencia, pues en la capital chilena residen sus abuelos y sus tíos. Su madre, la doctora Paula Belmar, es chilena y a los 20 años emigró a Norteamérica.

Futbolísticamente, la carrera del ariete ha sido meteórica. En 2017 firmó contrato con el Charleston Battery, militante de la USL Championship, la Segunda División, debutando el 14 de junio ante Atlanta United FC.

Fue derrota por 3 a 2.

Después jugó fútbol universitario por el Clemson Tigers. Y tan bien le fue, que en 2020 resultó galardonado como el mejor de los Estados Unidos. En diciembre del año anterior había firmado por el Inter de Miami, propiedad del famoso David Beckham.

Ahí registra cuatro goles.

García estaba al tanto de todo. Y le informó del hallazgo a Reinaldo Rueda, entonces técnico de la Roja. Y el colombiano, agobiado por la falta de gol, fue el primero que pensó en Robinson.

“Hace cerca de un mes me llamó Reinaldo Rueda. Me dijo que me estaban siguiendo y que estaban interesados en que jugara con ellos. Cuando él me llamó fue una locura. Lo primero que hice fue llamar a mi madre. Sería un sueño. También podría jugar por Estados Unidos, pero Chile ha estado más interesado. Y a mí me interesa jugar ahí. Sería un orgullo para mi madre, y para mi familia”, dijo el atacante hace un año en el sitio AS.

En ese momento entró a jugar Francis Cagigao, director deportivo de la selección chilena. En la ANFP aseguran que el británico-español fue clave para convencer a Robinson de que aceptara la propuesta de jugar por Chile.

“Rueda venía siguiendo a Robinson desde hace tiempo; él quería jugar por la Roja, pero no estaba convencido. Cagigao lo convenció y, después de eso, Lasarte lo convocó”, agregan en Quilín.

“Es un jugador joven, de 22 años, que puede jugar tanto para Estados Unidos como para Chile, de ahí la importancia de traerlo no solo para estos partidos, sino para el futuro del fútbol chileno. Tiene un perfil o morfología algo distinta a los que tenemos en la liga local y a la de los atacantes chilenos en general. Puede jugar en tres o cuatro posiciones arriba: delantero, segunda punta o ‘10’, o por las bandas. Tiene talento, es diestro y generalmente juega por la izquierda en el Inter Miami”, dijo Cagigao en ESPN.

Robinson quedó feliz con la convocatoria. Era lo que esperaba hace tiempo: “Mi sueño es disputar las eliminatorias y jugar el Mundial por Chile”, confesó.

Llegó su hora.