La desgarradora historia de Sergio Tormen, cuyo nombre vivirá por siempre en el Estadio Nacional
Era bicampeón chileno. Compitió en los Panamericanos de 1971 y se preparaba para los de 1975. En julio de 1974, la DINA lo secuestró y torturó. Su cuerpo nunca apareció. Tenía 25 años. Este domingo se destapa una placa con el nuevo nombre oficial del velódromo. “Es un acto de reparación y memoria que agradecemos como familia”, expresan sus hermanos Richard Tormen, oro Panamericano en 1979, y Peter Tormen, campeón de la Vuelta de Chile en 1987.

No hay una historia igual en el deporte chileno. Sergio Tormen Méndez es el único atleta de élite, activo, bicampeón nacional y seleccionado chileno detenido-desaparecido.
“Sergio era un ciclista completo. Bueno en ruta y en pista, buen escalador y buen sprinter. No me perdí ninguna competencia suya. Donde más feliz fuimos fue cuando ganó el campeonato nacional en los 50 kilómetros de pista en el velódromo del Estadio Nacional en 1973. Ganaba reiteradamente las dos horas a la americana con Richard (Tormen, su hermano). Fue medalla de oro en los Juegos Trasandinos en persecución por equipos 4x100. Ahí también fue vicecampeón en gran fondo”, recuerda Peter Tormen, el tercero de la dinastía.
“Sergio fue seleccionado chileno adulto desde 1969 hasta que lo hicieron desaparecer. En 1971 compitió en dos pruebas, 4x100 y ruta de 160 km, en los Juegos Panamericanos de Cali. El 72 fue campeón nacional en pista en Talca, el 73 en mediofondo 50 kilómetros, su especialidad. Se estaba preparando para los Panamericanos de Santiago 75, que nunca se hicieron en Santiago, sino en México”, completa Richard Tormen, sentado en el velódromo.
“Era polivalente Sergio. Era bueno para gran fondo y en pista para medio fondo. En la americana, la madison que se llama ahora, yo hacía el sprint y él hacía el aguante dos o tres vueltas para que yo descansara. Era más de endurance que de velocidad”, agrega su partner de carreras.
El sábado 20 de julio de 1974, Sergio Tormen fue secuestrado por la DINA, la policía secreta de la dictadura. No lo buscaban a él, sino a su amigo pedalero Luis Guajardo. Pero se lo llevaron igual al centro de torturas de calle Londres 38. Su cuerpo nunca apareció. El de su amigo tampoco.

Este domingo, a las 11 horas, se realizará la ceremonia formal, el homenaje oficial. Porque el primero fue en 1987, y tuvo a su hermano Peter Tormen como protagonista.
“¿A quién le dedica el triunfo?”, le preguntaron cuando ganó la Vuelta de Chile. “A mi hermano detenido desaparecido”, respondió frente a las cámaras. “Dije eso llegando a Coya, cuando quedaban dos etapas y con la ventaja que llevaba era imposible perder la Vuelta, pero le dediqué el triunfo a mi hermano y cortaron la transmisión en TVN”, recuerda.
Ese día definió el triunfo en la principal prueba chilena montando la bicicleta que perteneció a Sergio. “Y mi hermano Richard era el entrenador”, agrega.
Para el día más oscuro para su familia, Peter Tormen tenía 14 años. Y fue detenido junto a su hermano Sergio a las 13:30 horas, cuando la DINA regresó al taller donde más temprano fue detenido su amigo Luis Guajardo, ciclista del club “Centenario”, dirigente poblacional del MIR y objetivo de los captores. Sergio Tormen, aconsejado por su entrenador, Andrés Moraga, se deshizo del contenido del bolso —literatura marxista y su cédula de identidad— apenas se llevaron a Guajardo.
“Cuando nos detuvieron Sergio estaba en el taller ajustando su bicicleta porque al día siguiente redebutaba en la competencia después de una enfermedad que lo tuvo unos meses fuera”, apunta.
A Peter Tormen lo soltaron dos días después junto a Andrés Moraga en Avenida Matta con San Diego, con la vista vendada. Fue el último que vio con vida a su hermano en Londres 38.
La búsqueda no encontró consuelo. Peor: el nombre de Sergio Tormen, al igual que Luis Guajardo, apareció en el listado de los 119 de la Operación Colombo, un montaje para esconder asesinatos de lesa humanidad presentándolos como muertes por rencillas internas del MIR en el extranjero. “Exterminados como ratones”, leyó la familia en la portada de La Segunda en 1975.
Richard Tormen, dos años menor que Sergio, fue campeón nacional en pista precisamente junto a su hermano Sergio en 1973, ciclista olímpico en Montreal 1976, medallista de oro en persecución por equipos en los Juegos Panamericanos de 1979.
“Yo como quería preguntarle directamente a Pinochet por mi hermano, pedí por la prensa que nos recibieran con el siguiente argumento: no era justo que haya recibido a Martín Vargas, Jaime Fillol o Hans Gildemeister, que no ganaron nada, y a nosotros no nos recibieran tras ganar un oro panamericano después de 12 años”, relata. “Fuimos, pero invitaron a tanta gente que fue imposible llegar a Pinochet. Solo pude hablar con su secretario privado”.
Richard continúa: “Mi hermano era campeón y deportista, lo único que quiero es una respuesta, le decía yo al secretario privado de Pinochet, la única medalla, el único premio que quiero es que me digan qué pasó con mi hermano. Le pregunté lo mismo al general (César) Mendoza después que volví de los Juegos Olímpicos del 1976”, explica.

El dolor no cesa. “Sergio es detenido-desaparecido por ayudar a su amigo mirista, por encubrirlo, por cuidarlo. No sabemos en qué fecha murió, no sabemos si lo tiraron al mar vivo o muerto, no sabemos nada… Han pasado 50 años, mi única esperanza es que haya sufrido poco”, añade el campeón panamericano.
En 2009, la Corte Suprema ratificó las condenas por el secuestro calificado de Sergio Tormen: 10 años de cárcel para Manuel Contreras y Marcelo Moren Brito, cinco para Osvaldo “Guatón” Romo.
Para el velódromo, en desuso para el ciclismo profesional porque no tiene las medidas oficiales, hay planes. “Un proyecto para darle nueva vida, un nuevo espacio deportivo y cultural para la comunidad que se está trabajando con la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional. La idea también es recuperar la pista para revivir el ciclismo para entrenamientos de clubes o a nivel escolar”, explica Israel Castro, director del Instituto Nacional de Deportes (IND).
Richard Tormen rescata la simbólica ceremonia: “Tiene el valor de que lo hace el Estado. El mismo Estado que lo hizo desaparecer hace 49 años le hace un acto de reparación. No va a aparecer el cuerpo, pero es un alivio para la familia de que se va a perpetuar su memoria y como el velódromo es un Monumento Nacional no va a poder ser destruido. Se pueden hacer espectáculos y deportes, y cuando la gente diga dónde es el concierto, va a decir que fue en el Velódromo Sergio Tormen. Es la forma de perpetuar su nombre”.
“Sergio era un ciclista completo. Bueno en ruta y en pista, buen escalador y buen sprinter. No me perdí ninguna competencia suya. Donde más feliz fuimos fue cuando ganó el campeonato nacional en los 50 kilómetros de pista en el velódromo del Estadio Nacional en 1973. Ganaba reiteradamente las dos horas a la americana con Richard (Tormen, su hermano). Fue medalla de oro en los Juegos Trasandinos en persecución por equipos 4x100. Ahí también fue vicecampeón en gran fondo”, recuerda Peter Tormen, el tercero de la dinastía.
“Sergio fue seleccionado chileno adulto desde 1969 hasta que lo hicieron desaparecer. En 1971 compitió en dos pruebas, 4x100 y ruta de 160 km, en los Juegos Panamericanos de Cali. El 72 fue campeón nacional en pista en Talca, el 73 en mediofondo 50 kilómetros, su especialidad. Se estaba preparando para los Panamericanos de Santiago 75, que nunca se hicieron en Santiago, sino en México”, completa Richard Tormen, sentado en el velódromo.
“Era polivalente Sergio. Era bueno para gran fondo y en pista para medio fondo. En la americana, la madison que se llama ahora, yo hacía el sprint y él hacía el aguante dos o tres vueltas para que yo descansara. Era más de endurance que de velocidad”, agrega su partner de carreras.
El sábado 20 de julio de 1974, Sergio Tormen fue secuestrado por la DINA, la policía secreta de la dictadura. No lo buscaban a él, sino a su amigo pedalero Luis Guajardo. Pero se lo llevaron igual al centro de torturas de calle Londres 38. Su cuerpo nunca apareció. El de su amigo tampoco.
Casi medio siglo después, el velódromo del Estadio Nacional llevará su nombre. El 5 de abril de 2023, por resolución exenta del Ministerio del Deporte, a través del IND, resolvió nominar el recinto como “Velódromo Sergio Tormen Méndez”.

Sergio Tormen fue seleccionado chileno desde 1969, titulándose campeón
nacional en 1972 y 1973.
Este domingo, a las 11 horas, se realizará la ceremonia formal, el homenaje oficial. Porque el primero fue en 1987, y tuvo a su hermano Peter Tormen como protagonista.
“¿A quién le dedica el triunfo?”, le preguntaron cuando ganó la Vuelta de Chile. “A mi hermano detenido desaparecido”, respondió frente a las cámaras. “Dije eso llegando a Coya, cuando quedaban dos etapas y con la ventaja que llevaba era imposible perder la Vuelta, pero le dediqué el triunfo a mi hermano y cortaron la transmisión en TVN”, recuerda.
Ese día definió el triunfo en la principal prueba chilena montando la bicicleta que perteneció a Sergio. “Y mi hermano Richard era el entrenador”, agrega.
Para el día más oscuro para su familia, Peter Tormen tenía 14 años. Y fue detenido junto a su hermano Sergio a las 13:30 horas, cuando la DINA regresó al taller donde más temprano fue detenido su amigo Luis Guajardo, ciclista del club “Centenario”, dirigente poblacional del MIR y objetivo de los captores. Sergio Tormen, aconsejado por su entrenador, Andrés Moraga, se deshizo del contenido del bolso —literatura marxista y su cédula de identidad— apenas se llevaron a Guajardo.
“Cuando nos detuvieron Sergio estaba en el taller ajustando su bicicleta porque al día siguiente redebutaba en la competencia después de una enfermedad que lo tuvo unos meses fuera”, apunta.
A Peter Tormen lo soltaron dos días después junto a Andrés Moraga en Avenida Matta con San Diego, con la vista vendada. Fue el último que vio con vida a su hermano en Londres 38.
La búsqueda no encontró consuelo. Peor: el nombre de Sergio Tormen, al igual que Luis Guajardo, apareció en el listado de los 119 de la Operación Colombo, un montaje para esconder asesinatos de lesa humanidad presentándolos como muertes por rencillas internas del MIR en el extranjero. “Exterminados como ratones”, leyó la familia en la portada de La Segunda en 1975.
Richard Tormen, dos años menor que Sergio, fue campeón nacional en pista precisamente junto a su hermano Sergio en 1973, ciclista olímpico en Montreal 1976, medallista de oro en persecución por equipos en los Juegos Panamericanos de 1979.
“Yo como quería preguntarle directamente a Pinochet por mi hermano, pedí por la prensa que nos recibieran con el siguiente argumento: no era justo que haya recibido a Martín Vargas, Jaime Fillol o Hans Gildemeister, que no ganaron nada, y a nosotros no nos recibieran tras ganar un oro panamericano después de 12 años”, relata. “Fuimos, pero invitaron a tanta gente que fue imposible llegar a Pinochet. Solo pude hablar con su secretario privado”.
Richard continúa: “Mi hermano era campeón y deportista, lo único que quiero es una respuesta, le decía yo al secretario privado de Pinochet, la única medalla, el único premio que quiero es que me digan qué pasó con mi hermano. Le pregunté lo mismo al general (César) Mendoza después que volví de los Juegos Olímpicos del 1976”, explica.

contraportada de la revista Estadio en 1973. Los hermanos Tormen llenaban páginas y notas. “Richard es muy bueno en la velocidad, pero en cualquiera otra prueba no me hace el peso”, declaró Sergio en una entrevista en el semanario. “Me gustaría correr la Vuelta de México, el Americano de Cali, volver a San Juan y estar en los Panamericanos del 75”, declaró en octubre de 1973.
En 2009, la Corte Suprema ratificó las condenas por el secuestro calificado de Sergio Tormen: 10 años de cárcel para Manuel Contreras y Marcelo Moren Brito, cinco para Osvaldo “Guatón” Romo.
“Nunca me interesó eso, me daba lo mismo que los metieran presos, me importa que digan dónde está, que hable el ‘Mamo’, que no se lleven el secreto a la tumba porque saben lo que hicieron con cada uno de los detenidos desaparecidos, que hablen, es todo lo que pido, que digan qué pasó, que no sigan con ese invento de que se fueron matar entre ellos en Neuquén, Argentina, la falsedad más grande que hicieron”, pide Richard Tormen.
Peter Tormen dimensiona el homenaje de este domingo: “Que el velódromo del Estadio Nacional lleve su nombre —el de Luis Guajardo también estará en la placa— es un acto de reparación por toda la ignorancia que hay con el drama de los desaparecidos, un drama que parece no advertirse en lo cotidiano. Es un dolor tan fuerte y tan profundo. Es un dolor que no lo cura nada. No se puede hacer duelo, porque los cuerpos no están, porque fueron destripados y lanzados al mar. Es una herida muy profunda... Hay que agradecer el rescate de la memoria, agradecemos el gesto como familia, un gesto reparatorio”.
Para el velódromo, en desuso para el ciclismo profesional porque no tiene las medidas oficiales, hay planes. “Un proyecto para darle nueva vida, un nuevo espacio deportivo y cultural para la comunidad que se está trabajando con la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional. La idea también es recuperar la pista para revivir el ciclismo para entrenamientos de clubes o a nivel escolar”, explica Israel Castro, director del Instituto Nacional de Deportes (IND).
Richard Tormen rescata la simbólica ceremonia: “Tiene el valor de que lo hace el Estado. El mismo Estado que lo hizo desaparecer hace 49 años le hace un acto de reparación. No va a aparecer el cuerpo, pero es un alivio para la familia de que se va a perpetuar su memoria y como el velódromo es un Monumento Nacional no va a poder ser destruido. Se pueden hacer espectáculos y deportes, y cuando la gente diga dónde es el concierto, va a decir que fue en el Velódromo Sergio Tormen. Es la forma de perpetuar su nombre”.

Antonio Valencia
es redactor de Deportes El Mercurio.