Carlos Díaz del Río, figura del atletismo nacional: “Pensar solo en récords de Chile es limitarse; la élite está más arriba”
Ya tiene la mejor marca del país en 1.500 y 3 mil metros, además del medio maratón. Después de conseguir un oro en los Odesur, pretende atacar los registros pendientes: el 5 mil y 10 mil, antes de dar el salto natural a maratonista. El gusto por la estrategia, el conocimiento infinito del cuerpo y el entrenamiento, y el estrés físico del alto rendimiento. Su convivencia con el triunfo y la tolerancia a la derrota. “Para pasar los límites, te tienes que haber equivocado antes”.
“Me gustó mucho la carrera que hice, tuve que salir a correr desde la primera vuelta para intentar primero pillar al colombiano y después como estaba fuerte seguí adelante para tirar al grupo de acuerdo al ritmo que me convenía. En mi entrenamiento intentamos estar táctica pero también físicamente muy fuertes, esta vez fue 100% físico, nada de táctico, quedé con la sensación que los meses de preparación fueron perfectos”, recuerda Carlos Díaz del Río (29 años) al repasar su triunfo en los 10 mil metros de los Juegos Sudamericanos en Asunción, una de las 38 preseas de oro que consiguió el Team Chile.
Dicho éxito lo posiciona como una de las cartas más fuertes a medalla en los Juegos Panamericanos 2023. Luego de los festejos, el atleta se recluyó en Soria, España, donde tiene su centro de operaciones. Hijo de los maratonistas Juan Carlos Díaz y Julia del Río —su actual entrenadora—, conoció el atletismo desde niño, aunque demoró en elegir su vocación. “Estudiaba en el INBA y a los 15 años me invitaron a un interescolar, salí segundo en un cross y no pensé en nada más que ganar en la próxima. Me cautivó la competencia”, revela.
“Desde muy pequeño estuve metido en el atletismo por mis padres, miraba mucho, pero no me fijaba solo en el que ganaba, me gustaba entender cómo se ganaba una carrera; siento que a los deportistas muchas veces les falta eso: porque si no llegas físicamente al 100% a un torneo, la estrategia te puede aportar casi el 50% del resultado. En mis primeros años, incluso no entrenaba mucho, me controlaban los volúmenes, pero saqué mucho provecho de estudiar carreras, veía videos, leía libros de estrategia”, detalla Díaz.
—¿Hay carreras donde hay que salir a tope de principio a fin?
“Sí, cuando se intenta un récord, hay que intentar ir al límite de tu capacidad toda la carrera, no hay espacio al relajo, eso requiere otra preparación, los últimos dos meses te vas preparando sicológicamente para ir a sufrir, ahí no importa la táctica, debes pasar todas las vueltas al ritmo establecido”.
LA RUTA AL MARATÓN
Díaz sabe de aquello: se adueñó de los registros nacionales de 1.500 (3:37.82) y 3000 metros (7:53.37), además del medio maratón (1h 01:32). Dominar cada distancia va de la mano con la edad y la madurez. Una escalera que impajaritablemente lo debe llevar al maratón, pero sin saltar etapas. Un trabajo de joyería, que retrata un atleta versátil.
“Es nuestro objetivo de la vida deportiva, estuve muchos años en el 1.500, donde pulí la velocidad y desarrollé mucho la fuerza, eso me dio la base para ir a distancias más largas sin lesionarme. Planificamos a cuatro años, sé los ciclos y las curvas que debemos hacer. En París 2024 me gustaría intentar en el 10 mil, pero antes quiero hacer maratón. No me gusta terminar un ciclo y recién empezar a preparar una nueva prueba, es complicado partir de cero, siempre intento por lo menos entrenarla antes. Por eso hice el medio maratón también (logró récord chileno en 2020 en Polonia), aunque se sufre más entrenando un 1500 que un 21k”, observa a través de una charla por Zoom.
—¿En que distancia está más cerca de la elite mundial?
“Técnicamente en el 5 mil tengo más posibilidades, porque es más táctico, cuando llegan los campeonatos importantes incluso ahí puedo hacer mi mejor marca, eso es vital. Y como vengo del 1.500, en la última vuelta soy capaz de meter un sprint, pero físicamente también creemos que podemos tocar la elite en el maratón, no hablo de medallas, pero sí un gran salto en marca”.
—¿Para ello debe bajar la hora en el medio maratón?
“Sí, es el objetivo, me gustaría por lo menos tocar los 60 minutos. No tengo tanto tiempo en el medio maratón, pero al no ser una prueba olímpica tampoco le puedo dar mucho tiempo, me gustaría andar por 1 hora (...) Intento no tener el foco en los récords nacionales, porque nos limitan. Saber que vas a ser el mejor de la historia de Chile en una marca creemos que nos quita energía, y se puede pensar más arriba, porque la élite está más arriba. Los líderes sudamericanos y mundiales a los récords de Chile le sacan mucha ventaja, por eso trato de enfocarme más allá, porque si uno tiene una mala carrera, que puede pasar muchas veces, aun así terminas con récord nacional”.
—¿Cómo convive con la derrota? ¿La tolera?
“El atleta debe vivir con ella, con las derrotas en las pruebas mismas como en el entrenamiento, ojalá solo fallar en el entrenamiento para que no pase después… Siempre está, puedes sacar una medalla de plata y muchas veces eso es derrota, o sacar un oro, pero con detalles que mejorar. La derrota te hace aprender y tiene que ser así. Para pasar límites te tienes que haber equivocado antes, yo intento equivocarme en la pista de entrenamiento y eso te permite saber hasta dónde vas a llegar, para el día de la carrera asegurar”.
—¿Y el ganar seguido qué le genera?
“Son sensaciones raras, cuando gano siento un alivio por dentro, digo ‘se hizo todo lo que entrené’, pienso en todo el tiempo dedicado, dura horas la alegría, porque al otro día ya estás manos a la obra, no hay tiempo. Psicológicamente te sales de la pista. La carrera es el 1% y hay que ponerse a trabajar en el 99% restante, si el triunfo te enloquece pierdes tiempo con el próximo objetivo. Pasa también que puedes cumplir con el 99% y no ganar te duele, pero debes valorar todo el entrenamiento que hay atrás, disfrutar el proceso; terminar una semana con 180k es una alegría, si juntas tres semanas estás feliz, llegas a la carrera con ese gusto de querer demostrar, soltar las piernas y demostrar que ya hiciste todo. El día de la competencia es el primer y único día que vas a sentir fácil el correr, porque todos los días para atrás los sufriste”.

En los Panamericanos de Lima 2019 Díaz logró bronce en los 5.000 metros. Su techo en la distancia son 13:36.91. Foto: COCh.
Díaz reconoce que sus padres le marcaron una ruta única para mejorar. “Me inculcaron que si quería hacerlo bien debía exportar mi carrera, ir afuera, con o sin apoyo económico, pero la mejora de un atleta estaba en el exterior”, dice. Después, métodos hay muchos y todos válidos. “Me encantan las ciencias del deporte, leer papers, todo se va actualizando, si tienes la mente cerrada y estás en tu cuadrado te vas a estancar. Me encanta entender cómo funciona el cuerpo, rastrear lo último en nutrición, entender el sobreentrenamiento, me apasiona”, acota el atleta que incluso sumó vivencias en American Distance Project en California junto a atletas de primer nivel mundial (“Ellos entrenan compitiendo”, avisa).
CONVIVIR CON EL ESTRÉS Y EL DOLOR
Para entender el rigor del alto rendimiento, Díaz cuenta la rutina de un día normal. “Me levanto a las 8, a las 10 estoy entrenando, hasta las 13 horas puede durar el trabajo específico, intentamos cocinar antes de salir al entrenamiento, porque llegas muy cansado; luego una siesta de dos horas, y en la tarde otra vez en la pista para hacer el doblaje o rodaje largo. Después, cada uno hace su rutina para fortalecer debilidades: puede ser flexibilidad, core (la zona de los músculos abdominales); dos veces a la semana masajes, a veces tinas de hielo. En la noche cena y a dormir. Hay días que ya no se aguanta el cansancio, hay semanas que llegas al límite, sales a trotar y te duele todo el cuerpo, en esos casos se intenta sumar más horas de sueño, o según el período puede ser tal el estrés que hay que subir un poco de peso. Yo ando por los 58-59 kilos y un 6% de grasa”, enumera.
En esa misma línea, Díaz confiesa admirar la “disciplina”. Da ejemplos: “A esos deportistas que consiguen todo no solo por condiciones, también porque se dedican por completo, como Rafael Nadal, Kristel Köbrich, Bárbara Riveros, ellas cambiaron todo por irse al exterior, a ellas las sigo; las hermanas Abraham, que hacen su vida con relación al alto rendimiento. Pero no sé si admirar a alguien, la admiración es algo inalcanzable, yo prefiero visualizar a una persona y trato de sacar lo bueno que hace”.
—Usted de cara a los Panamericanos Santiago 2023 debería ser una de las cartas fuertes del Team Chile, sin embargo puede andar en la calle y la gente no lo conoce.
“Je, es que más que para los Panamericanos específicamente, debería existir más cultura deportiva en el país siempre, que el deporte sea un trabajo, que la gente se vea representada en los deportistas, porque pasa que ves un atleta, te gusta cuando gana, su forma de correr, su técnica, pero no te sientes representado. Yo vivo en Lo Prado, entreno en la pista de Pudahuel, corro en la calle, pero mi ambición no es ser conocido. No me interesa llegar a la pista y que digan ‘oh, llegó Carlos Díaz’, sí me interesa que en las escuelas de atletismo haya más niños y si puedo ayudar en eso, genial. La idea es mover una masa que le gusta el deporte”.
—Antes de llegar al maratón, ¿su idea es tener todos los récord de Chile?
“Es el objetivo, apunto a eso, tener sí o sí el 5 mil, ahí tengo una deuda gigante, porque he sacado medalla en todos los campeonatos, pero no mejorando mi marca. Para eso debo buscar un buen meeting dos semanas antes de un torneo, aunque está el riesgo de llegar cansado. En el 10 mil he podido plasmar los buenos entrenamientos, este año hice la distancia en calle y salió 28:07 (Laredo, España), pero todavía hay que dar ese salto grande. Esos dos record son buenos (13:23.68 y 28:05.61, ambos de Mauricio Díaz), para bajar la barrera de los 28 minutos hay que que estar fuerte, yo quiero llegar a los Panamericanos con todos los récord de Chile, eso te da confianza y me gusta llegar como favorito a las carreras para poder dominarlas, que el resto se preocupe de uno, te da un estatus, pero también te agrega presión, hasta ahora he podido manejar las carreras con favoritismo”.

Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.