Santiago de Chile.   Jue 01-05-2025
14:13

¿Y las ratitas?

La violencia es la rotura en el tejido social, en la conducta humana, en la convivencia ciudadana. Y no va a disminuir porque llegue otro delegado presidencial o funden el Estadio Más Seguro.
france presse
Edgardo Marín22 de abril, 2025
Durante la próxima semana, según anuncio del pasado lunes, se presentará una acusación constitucional contra el delegado presidencial de la región metropolitana, Gonzalo Durán, por haber faltado a sus obligaciones con ocasión de los desórdenes en el estadio Monumental que produjeron la muerte de dos personas.

Se han presentado ya seis acusaciones contra funcionarios de gobierno, todas fracasadas por falta de votos. Esta vez, se dice, hay suficientes para que se apruebe. Pero ¿es esa la cuestión en el debate de fondo? ¿Cuestiones administrativas?

La política es la política y tiene sus propios vaivenes, que no siempre son los de la sociedad. El tema, para el periodismo y la ciudadanía, es la violencia en los estadios y en su vecindad (no olvidemos que en Inglaterra se calmó a los hooligans en los estadios y, bastante después en sus cercanías).

Ese es el tema. Si el delegado presidencial ha faltado a sus deberes constitucionales, deberá dejar el cargo. Y si Estadio Seguro no cumplió su objetivo, debe suprimirse y se suprimió (sin olvidar que no era un organismo ejecutivo, sino sólo consultivo y casi nunca le hicieron caso a doña Pamela Venegas). Todo administrativo, no central. Solamente hilachas del mismo doloroso desgarro.

La violencia es la rotura en el tejido social, en la conducta humana, en la convivencia ciudadana. Y no va a disminuir porque llegue otro delegado o funden el Estadio Más Seguro…

No va a cambiar para bien si a la misma hora que se informaba la acusación, también se discutía en los medios y en la calle la quema de casi 50 camiones y maquinaria en la construcción de una hidroeléctrica en la Región del Bio Bio.

El gobierno ha decidido recurrir a la Ley Antiterrorista. Porque la violencia social y política ha aumentado, igual que en el fútbol.
Ya sabemos que no será posible hacer desaparecer a la violencia. ¿Porque está en todos lados? Claro, en todos lados. Empezando por nuestro propio interior.

La violencia está en nosotros. Junto con la bondad, la generosidad, el altruismo. Y el odio y la vanidad y la avaricia. Todo junto, en una danza indescifrable que nos conmueve a través de los siglos. Y no sólo en nosotros, también en el mundo de los conceptos. El bien y el mal, la verdad y la mentira van todos por el mismo camino, desacreditándose mutuamente y llevándose a tribunales que tienen jueces tampoco confiables.

¿No hay violencia en aquellos elegantes personajes de riguroso blanco que echan a ratitas blancas e inocentes a frascos con agua donde nadarán hasta ahogarse? (Y con las que hacen cosas peores) ¿No son seres “sintientes”, como las nutrias y los elefantes? Por supuesto que sí, pero nadie las defiende, como han sido defendidas las nutrias y los elefantes.

Los elegantes señores de rigurosas batas blancas no van al estadio ni tiran piedras ni los llaman desadaptados ni delincuentes. No, ellos son héroes de la ciencia.

Claro que es difícil erradicar la violencia. Y la crueldad.

Edgardo Marín

es periodista egresado de la Universidad Católica, donde estudió a la par de su trabajo periodístico. Ha sido reportero y comentarista en diarios, revistas, radios y canales de televisión, además de investigador y autor de libros de historia del fútbol. Premio Nacional de Periodismo de Deportes 1993.

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