La juventud de Barcelona y el pragmatismo de Inter regalan un partidazo en Champions
Por la ida de semifinales, fue 3-3 en Montjuic, donde dos veces estuvieron en ventaja los nerazurri, que abrieron la cuenta al minuto, pero los catalanes dieron prueba de su carácter para revertir un 0-2 y un 2-3. Lamine Yamal se lució en los “culés”, mientras que Yann Sommer sostuvo la solidez de los interistas. El martes, la imperdible revancha en Milán.

Foto: AP
Equipo Deportes30 de abril, 2025
Prometía ser un gran partido. Y fue mucho más: Barcelona e Inter brindaron un duelo vertiginoso, emocionante, de época. El 3-3 en Montjuic es el reflejo en los números de un choque en el que ambos se apegaron a sus libretos e ideas de fútbol para buscar desnivelar. Al final, la igualdad prevaleció porque el pragmatismo de los italianos y el talento juvenil de los españoles fueron fuerzas similares.
La fiesta que hubo en las tribunas (“una misión, la final”, decía un lienzo y el público gritaba con fervor), pasó a la cancha y con rapidez. Iban apenas 30 segundos cuando Marcus Thuram, en la entrada del área chica, conectó de taco un centro de Denzel Dumfries. Un golazo que acalló el estadio.
El Inter entendió que no podría pelear mano a mano con Barcelona en cuanto a control de balón. Lamine Yamal, Pedri y Dani Olmo comenzaron a tomar la manija del campo catalán y en los italianos la misión era clara: las pocas que tuvieran, aprovecharlas.
Pasó así. Cuando los “culés” eran mejores en el juego, Dumfries agarró un pivoteo de Acerbi en un córner y, con una volea, anotó el segundo para los italianos a los 21’.
El 2-0 adverso fue una señal de carácter para el joven equipo de Hansi Flick. En vez de desmoronarse emocionalmente, crecieron y empujaron al Inter a su zona y la figura de Yamal se volvió incontrarrestable para la zaga interista. Tres minutos después del segundo gol italiano, el novel astro catalán respondió. Tras un jugadón personal, en el que aguantó la pelota y se sacó a tres defensas en el camino, definió con borde interno cruzándole el tiro al arquero Yann Sommer.
A los 38’, Ferrán Torres entró destapado por el centro tras pivoteo de Raphinha para marcar el empate que ponía un poco de justicia al juego. Pudieron caer más goles en el dominio local, pero Sommer se lució para tapar algunas.
La intensidad no mermó en el complemento y tampoco cambió el trámite. Inter volvió a su receta: en otra pelota parada, Dumfries (64’) se elevó para cabecear un tiro de esquina y poner nuevamente la ventaja. Pero ya está dicho, Barcelona es joven, pero con carácter: tres minutos después, un zapatazo de Raphinha pegó en el travesaño y luego en la espalda de Sommer para igualar la cuenta.
Los últimos minutos fueron de infarto y con desenlace incierto. Pudo ser el 4-3 para Inter, pero el caprichoso VAR anuló el gol de Mkhitaryan por un milimétrico offside; pudo ser el 4-3 para Barcelona, pero una emboquillada de Yamal pegó en la esquina del palo cuando Sommer estaba batido…
El martes, en San Siro, será la revancha de una serie que promete un desenlace de infarto.