Los olvidados del centenario de Colo Colo
En esto de las idolatrías siempre debe haber un espacio para aquellos que quizás no están para conformar la mesa de honor pero sí son dignos de ser rememorados y aplaudidos.
Claro, la tarea no es fácil. Elegir nombres, momentos, anécdotas en un marco amplio de 100 años de historia, no es fácil. Hay que priorizar, contextualizar y, finalmente, comprimir porque, de otra manera, la memoria, más que nostalgia, puede provocar confusión.
Colo Colo cumplió su centenario de vida poniendo de relieve el nombre de sus máximos ídolos, que se pueden sintetizar en un grupo que componen David Arellano, Carlos Caszely, Francisco “Chamaco” Valdés, Marcelo Barticciotto y Esteban Paredes.
Nada que decir, por cierto. Todos ellos escribieron páginas brillantes en la historia colocolina y ningún seguidor albo va a cuestionar esos nombres.
Pero en esto de las idolatrías siempre debe haber un espacio para aquellos que quizás no están para conformar la mesa de honor pero sí son dignos de ser rememorados y aplaudidos.
Hay varios que sería preciso nombrar para no olvidarlos como parte de las celebraciones del centenario.
Uno es Guillermo Subiabre, conocido como “El Chato”, delantero que participó en la gira de 1927 (en la que falleció David Arellano) y gran valor de la selección de Chile en el Mundial de 1930, donde le encajó su buen puñete al argentino Luis Monti, conocido como Doble Ancho, cansado de las faltas que éste cometió en el partido de la Roja ante los trasandinos.
Otro que no puede dejarse encerrado en el baúl es Enrique “Tigre” Sorrel, cuatro veces campeón con Colo Colo como jugador (1937-39-41 y 44) y una vez como DT (1947).
¿Y cómo olvidar a peruano César Socarraz, del equipo campeón invicto de 1941? Marcó 38 goles en 69 partidos y sólo su fue de Colo Colo porque el 1944 se decidió “chilenizar” el equipo.
Sigamos. Manuel Muñoz fue el primer ídolo popular que tuvo el cuadro albo. Por algo los hinchas le cambiaron su apodo de “Expreso tocopillano” a simplemente “Colo Colo”. Fue el Caszely, el Barticciotto de equipo albo en los años 50 del siglo pasado.
Enrique “Cua Cuá” Hormazábal tampoco puede faltar en la nómina porque, a pesar de tener identificación con Santiago Morning, era tan bueno para la pelota que el colocolino lo adoptó como suyo, de su pertenencia.
Resulta injusto también saltarse ídolos que tuvo el club albo en períodos de “vacas flacas” en los 60 y 70.
Juan Soto, Jorge Toro, Wálter “Mandrake” Jiménez, en el primer período, y Adolfo Nef, Héctor Ramón “Mané” Ponce, Julio Crisosto y Juan Carlos Orellana en el segundo, son nombres imprescindibles para muchas generaciones de colocolinos que se hicieron hinchas cuando era más difícil porque se perdía más que se ganaba.
El “Pollo” Véliz, Mario Galindo, Severino Vasconcelos, Raúl Ormeño, Lizardo Garrido, Gabriel “Coca” Mendoza, Rubén Martínez, Jaime Pizarro, Marcelo Ramírez, Marcelo Espina, Ivo Basay, Lucas Barrios, Matías Fernández, Humberto Suazo, Jaime Valdés y Justo Villar no son nombres ligados simplemente a equipos que consiguieron títulos sino que fueron, en su momento, por motivos específicos, por acciones concretas, jugadores que encendieron el fuego de la pasión de los hinchas.
Hay que hacerles un espacio ahora que Colo Colo está en el momento de los recuerdos.

Sergio Gilbert
es periodista titulado en la UC, especializado en fútbol. Profesor universitario y redactor en El Mercurio. En Twitter: @segj66