“El panorama está difícil”. Es una frase recurrente cuando se habla de las opciones chilenas de clasificar al Mundial 2026. Y a horas de que la Roja visite al campeón del Mundo, Argentina, las sensaciones son aún menos auspiciosas.

“Todos los rivales son difíciles, más Argentina, y peor en las actuales circunstancias, en que nuestra selección es el reflejo del peor campeonato chileno en varias décadas. Vamos a sufrir muchísimo”, adelanta Luka Tudor, exseleccionado nacional. “Más encima se lesionaron jugadores importantes como Alexis Sánchez y Diego Valdés, y Claudio Bravo se retiró”, lamenta Leonardo Véliz, atacante de la Roja en Alemania 1974.

“Nos cuesta decir que somos superiores a muchos países. Ahí está el primer desafío, cambiar la imagen. Con Argentina se puede dar una señal, incluso perdiendo. Un buen resultado ilusiona un poco más, pero es muy importante lo que haga, con la personalidad con que se pare el equipo”, piensa Jorge Contreras, subcampeón de América en 1987.

En la cartilla no hay muchas apuestas por el empate. Y menos por el triunfo nacional. “Nunca hemos ganado allá, es casi imposible”, estima Tudor.

Distinto es lo que sucederá el martes 10 ante Bolivia. “Si no ganamos cerremos la puerta por fuera”, dispara Rodolfo Dubó, mundialista en España ‘82. “Ganar como sea a Bolivia, de lo contrario no se puede aspirar a nada”, refrenda Contreras.

Brasil en Santiago (10 de octubre) es el escollo que viene después en las clasificatorias. “Los brasileños están enredados, el jugador que viene a la selección como que piensa en otra cosa y los técnicos tampoco han funcionado. No tienen la misma motivación que en los clubes, que es donde les pagan, aunque claro: se enojan, te dejan tirado y te meten cuatro”, precisa Tudor.

“A Brasil hay que ganarle, nada es imposible. Por último el empate”, pide Dubó. “Se les ha ganado acá. Se puede creyendo en las condiciones. Y eso tiene que ver mucho con lo que se haga en Argentina, eso lo dirá todo: si se ve un equipo con temor, que no sale, que no ataca o uno con personalidad, que le quita las pelotas y le hace un buen partido”, aporta Contreras.

El optimismo ante Brasil suma tres puntos. Y serían seis si se agregan los tres “obligados” ante Bolivia.

Colombia en Barranquilla, cinco días después del “Scratch”, es una ruleta, aunque con más opciones de llorar. “Difícil, tienen jugadores en ligas importantes, no como los nuestros”, analiza Véliz. “Muy complicado por el calor, por la humedad y porque el equipo colombiano es superior. Me encantó lo que hizo en Copa América”, opina Tudor.

Perú en Lima (14 de noviembre) y Venezuela en Ñuñoa (el 19) cierran 2024. La exigencia es doble, “aunque se les puede superar”, razona Contreras. “Perú está en el mismo proceso y nivel nuestro. Gareca conoce a sus jugadores, eso es positivo. A nosotros nos va mejor allá que a ellos acá. Venezuela está jugando a considerable altura, tiene buenos jugadores, un equipo potente, pero es en Chile. Y de local es imperativo vencer”, apunta Tudor. “Perú es ganable y en el Nacional no se puede fallar”, aporta Dubó.

Dubó responde: “Sí, pero ahora empieza otra historia. Eliminatorias es otra cosa. Son puntos a muerte y Gareca debe romper esa racha. Hay aires nuevos, hambre, ilusión. Con 12 puntos de 18 estamos espectacular”, cierra Dubó.

El último triunfo de la Roja fue el 3-0 sobre Paraguay, en un amistoso disputado antes de la Copa América. Y el delantero que milita en el CSKA Moscú anotó dos goles.

“Vienen dos partidos muy importantes; tenemos que sacar los seis puntos; sabemos que Argentina será complicado y ante Bolivia hay que hacer fuerte la localía. Son puntos de oro y vamos por los seis. Tenemos que empezar a marcar goles y hacernos fuerte en la parte ofensiva. Nos costó mucho en la Copa América, algo muy raro por lo que veníamos haciendo en los partidos anteriores”, expresó a propósito de que en Estados Unidos no hubo conquistas.

La Roja, que tuvo ayer su primera práctica, confirmó la ausencia de Diego Valdés debido a una “lesión traumática en el hombro izquierdo”. El jugador fue liberado.