Olor a nuevo, a pintura fresca. En proceso de instalación está el primero de seis ascensores, mientras el cemento recién fraguado comienza a vestir las escaleras. Al fondo, los camarines inmaculados con casilleros para 25 futbolistas.

Sensaciones que deja el nuevo estadio de la UC.

Una mirada global —con Santiago de fondo y la cordillera de fachada— muestra un porcentaje de construcción cercano al 70%. “La primera bandeja será de color blanco y la segunda, de azul. Una salvedad: las dos primeras filas desde abajo hacia arriba tendrán las butacas antiguas. Y, por cierto, se mantendrá la insignia en Alberto Fouillioux”, cuenta Juan Pablo Pareja, gerente general de Cruzados.

Y agrega: “Estamos avanzando al ritmo planificado. Nuestro mejor plan, cuando comenzamos la obra en diciembre de 2022, era que el estadio estuviera listo a mediados de agosto de este año. Dijimos que no íbamos a llegar, por distintos ajustes, y es lamentablemente normal en proyectos de esta envergadura. Hay imprevistos. Queríamos tenerlo al término de esta temporada; sin embargo, eso significaba tenerlo listo en noviembre, por el Mundial Sub 20 del año que viene, y a esa fecha no vamos a llegar. Es un dato. Por eso hacemos los esfuerzos para terminar y contar con el estadio en 2025… Uno lo ve bien seguido y siempre encuentra cosas nuevas”.

“Muy exitosos, estamos muy contentos con la respuesta de la gente. Nos ilusionábamos de que podía ser así, pero al ser un producto nuevo, que no existe en el mercado chileno, había algún grado de incertidumbre. Estamos extraordinariamente contentos con la recepción, con la demanda. En la tribuna Sergio Livingstone están los espacios mas exclusivos y caros, fueron los primeros en agotarse: en un mes y medio vendimos las 22 suites. En Alberto Fouillioux de los 24 tenemos 20 vendidos y nos quedan, al menos, seis meses antes de los primeros eventos para vender lo que queda. Contentos con la recaudación de esta línea de negocios, que estaba considerada para aportar a la construcción del proyecto. Esta venta la hicimos por los dos primeros años, de modo que recaudamos anticipadamente una cantidad de dinero importante; a partir del año tres, o la primera renovación, será una venta por temporada. Y será un flujo para Cruzados, no como ahora que se destina al proyecto”.

“Las 22 son iguales. La única diferencia tiene que ver con el tamaño: cuatro son para 15 personas y las restantes para 12. Las butacas están al aire libre para sentir la atmósfera del partido, porque no hay nada peor que ver un partido detrás de un vidrio… Adentro habrá un living privado, bajo el concepto de estadios más mundialistas. Tendrán sofá, mesa de centro, televisor, frigobar, climatización, servicio de alimentos y bebidas incluido, estacionamiento incluido. Y, ojo, con acceso a todos los eventos que sean con venta de ticket, no solo los partidos de la UC en el año. Si hay un concierto o un partido de otro equipo, está incluido. Habíamos pensado solo en partidos de la Católica, pero decidimos incluir todos los eventos, que no los puedo garantizar, como especie de beneficio adicional para que se entusiasmaran con la compra”.

“Los metros cuadrados de las suites andan por los 20 y en Fouillioux, por los 16. Son cuatro palcos para ocho personas y las restantes para 12. Conceptualmente son iguales: living privado, los mismos servicios de climatización, televisión, frigobar, aislación acústica, butacas afuera, estacionamiento. A ambas se accede por ascensores. Las de Livingstone están en un piso exclusivo, separados del público general”.

“Tendría que mirar lo que nos queda. Pero no es problema, lo busco enseguida. (Pareja toma el celular y demora unos instantes antes de informar). Los precios de lo que nos va quedando están entre 950 y 1.025 UF anuales más IVA. Para 12 personas. La compra es por dos años”.

“Tuvieron un valor, por año, de 1.950 UF. Más IVA. Los que estaban en una posición más central”.

El gerente general de la UC entrega más detalles: “Los dos vestuarios están prácticamente terminados. Los vimos en una visita que hicimos junto a la ANFP; queremos que el plantel profesional los vea a fines de mes. Los muros cortinas, los vidrios gruesos en zonas interiores, la sala de prensa ya está con la alfombra, la testera, y las posiciones de cámara. Está la estructura del tablero marcador, muy avanzada camina la instalación de grifería y sanitarios en los baños públicos del boulevard, los apoya brazos en las escaleras… Son cosas más estructurales, y otras mas de la experiencia misma del espectador y del deportista. Queremos volver a jugar en nuestro estadio”.

“No solo por el aspecto deportivo, que es muy importante y es el más fácil de entender por todos lados, pero también hay obligaciones de carácter financiero y comerciales que tienen impacto y por eso estamos haciendo todos los esfuerzos para terminar lo más pronto posible, pero también de la mejor forma posible. El directorio autorizó que se terminara por completo en una sola etapa, así que todas las habilitaciones se ejecutarán de entrada”.

“Hemos tenido que salir a arrendar estadios, un costo extra. Los principales impactos tienen que ver con el aspecto deportivo, es el gran dolor. El porcentaje de rendimiento jugando en San Carlos superaba el 70% y este año bajó a un 51%. Es doloroso. Jugar en La Serena, Rancagua, y Concepción genera costos y no solo por el arriendo, sino por la logística que significa mover el equipo”.

“También. En San Carlos, previo a la pandemia, que es el último año comparable, teníamos más de 9.300 abonados y hoy tenemos 5.500. En San Carlos promediábamos 11 mil personas y hoy estamos en las seis mil. Pese a que el Santa Laura es un estadio más céntrico, con una estación de metro al lado, a la gente, por las condiciones del estadio, no le gusta ir. No es cómodo para nuestros deportistas e hinchas… Han sido mayores costos y menores ingresos, porque tenemos menos abonados y menos hinchas. Estamos viendo alternativas dónde jugar de local el segundo semestre, porque el contrato con Unión Española termina junto a la primera rueda. Estamos viendo el Nacional, La Florida, fuera de Santiago o en el mismo Santa Laura, porque hay que tener más de una alternativa”.

“Hay que ver aforos, disponibilidad del recinto… Tampoco nuestra cancha y la de La Florida serán iguales. La nuestra será mejor, la mejor que existe a nivel mundial, pero la nueva de La Florida tendrá un upgrade respecto a la actual; el bote y la sensación de juego permitirá elevar sus prestaciones. Podrá ser una alternativa; quizás sirva como adaptación, entendiendo que la nuestra será de un estándar aun más elevado”.

“Ya habíamos solucionado el problema. El nuevo reglamento de Conmebol, en 2018, hizo una exigencia mínima de estándar lumínico; está fijado en 1.300 lux. Sin no cumplías te hacían una retención del dinero y la devolvían cuando solucionabas el tema. Nos pasó el primer año. Hoy, si estás entre 750 y 1.299 te retienen el dinero; si estás bajo 750, como Santa Laura, no puedes jugar. En 2020, en junio, inauguramos nuestro nuevo sistema de iluminación que cumplía con los 1.300 lux”.

“Sí, en plena pandemia. Lo inauguramos sin público, muy triste... Pero hicimos esa inversión. Ahora reutilizaremos esas luminarias, pero igual compraremos algunas adicionales. Ya no habrá torres, sino que las luces estarán en las dos cubiertas, lo que deriva en una distribución más pareja. Cumpliremos con creces con la norma de la Conmebol, no tenemos ninguna duda. Esperamos tener entre 1.600 y 1800 lux”.

“FIFA lo tiene normalizado y Conmebol se rige por estándares FIFA. Lo único que pide Conmebol es tener certificación FIFA. Y nuestra cancha no solo va a cumplir esa certificación quality pro, sino que uno de nuestros proveedores es de los preferidos de FIFA en canchas de pasto sintético. Tenemos la mayor tranquilidad de que nuestra cancha cumplirá los estándares Conmebol. Y el mejor ejemplo es la cancha de Botafogo; sabemos que no solo su plantel está muy contento, sino que los rivales lo felicitan por la calidad del campo. Estamos tranquilos de que tomamos una excelente decisión... El estadio, además, no tendrá rejas. En ningún sector. Confiaremos en el buen comportamiento de la gente; quien salte al campo será detectado por las cámaras de seguridad y le aplicaremos todas las medidas correspondientes”.