Por lo mismo, la Garra Blanca, que es la que mayoritariamente se siente en Arica y Lautaro, montó en cólera. “Es una discriminación arbitraria e ilegal… La decisión no tiene fundamento legal alguno”, escribieron en sus redes sociales. Pidieron, además, que el hincha presente recursos de protección con orden de no innovar, es decir, que no se ejecute la resolución adoptada por ByN, y la salida del jefe de seguridad Luis Urzúa.

Al menos cuatro seguidores del Cacique, representados por el abogado José Véjar, se ampararon en la legalidad y llegaron a tribunales. Sobre Urzúa, dicen en Macul: “Oficialmente están molestos con él, porque según ellos les aplica derecho de admisión injustamente. Pero en la interna el tema es que se transformó en un problema para hacer lo que ellos quieren, porque los reconoce y trabaja en conjunto con Carabineros”.

Respecto a Galvarino y Caupolicán, en el Monumental confesaron que “como ante la U, en el Superclásico, los colchones de seguridad no funcionaron porque igual hubo conflicto entre las barras, nos dijeron que para evitar que la historia se repitiera ante Boca Juniors lo mejor era no vender entradas en ambas tribunas”.

De acuerdo el reglamento de Conmebol, el local debe ceder dos mil boletos al visitante, sin importar cual sea el aforo del estadio. Lo más probable es que los trasandinos copen el sector de Magallanes.

“Estamos tiritones”, agregan en Colo Colo, aunque a la vez advierten: “Tomamos todas las medidas posibles, porque sabemos que la Garra Blanca está amenazando con romper portones y generar avalanchas. O hacer desórdenes en las inmediaciones del estadio”. Por lo mismo, habrá 400 guardias privados, más 500 Carabineros custodiando Monumental y sus alrededores, 70 controles y 163 validadores. Esto, con el fin de que hinchas impedidos de entrar a los estadios, por el código 101 y 102, puedan hacerlo. Eso por ahora.

Más a largo plazo, Alfredo Stöhwing, presidente de ByN, ha dicho que es partidario de “cambiar la ley, permitir la entrada de Carabineros como en la gran mayoría de los estadios del mundo y mejorar la legislación de los guardias”.

Gustavo Quinteros, el técnico de Colo Colo, opinó igual: “Todos nosotros pagamos impuestos para tener seguridad. Yo creo que está totalmente equivocado aquel que prohíbe la entrada a 20, 15 o 30 mil personas, por 20 vándalos. Hay que hacer al revés, hay que eliminar a esos vándalos del fútbol. Por eso pagamos impuestos, para que la policía esté. Para que venga y pueda evitar los disturbios. Todos estamos al día en ese tema. Entonces, necesitamos seguridad desde el gobierno”.

“Lo que sucedió en el clásico universitario, lo que sucedió en el Monumental después del fútbol femenino, lo tiene que solucionar la gente de seguridad, lo tiene que solucionar el Gobierno. La policía, los Carabineros. Nosotros somos personas que necesitamos la seguridad del Gobierno. No lo tiene que solucionar una empresa o gente privada”, puntualizó.

En la mesa popular, en tanto, han considerado la instalación de torniquetes, pero se topan con dos problemas: es una inversión que supera el millón de dólares y que podría generar mayor lentitud en el ingreso de los hinchas. “Y no sabemos cómo podrían reaccionar, quizás podría ser hasta peligroso”, confesaron.