Santiago de Chile.   Dom 16-06-2024
14:44

Fin al juego sucio: Sudamérica necesita con urgencia el Fair Play Financiero

Aunque deberíamos estar curados de espanto con la Conmebol, sorprende que aún no instaure el organismo fiscalizador en sus campeonatos, considerando que otras confederaciones, como la UEFA, llevan más de diez años operando con el Fair Play Financiero. Una reafirmación de que la Conmebol está dominada por las dos potencias (Brasil y Argentina), que son las menos interesadas en regulaciones que amenacen el suculento negocio de llevar todos los años a sus equipos a las instancias definitorias de los campeonatos, sin importar la desnaturalización de la lucha deportiva y menos el crecimiento de los demás.
Foto: AP
Felipe Vial13 de mayo, 2021
El miércoles 12 de mayo fue un día para atesorar: hace mucho tiempo que los equipos chilenos no daban un tono tan alto en la contienda sudamericana como el que alcanzaron Huachipato en Paraguay, la UC en Argentina y el meritorio empate de Palestino en Brasil. Siete puntos de nueve posibles. Y todos fuera de Chile. Parece mentira.

Si bien el rendimiento global de los cuadros nacionales sigue siendo deficitario —solamente ganaron cuatro de los veinte partidos que han disputado en las copas Libertadores y Sudamericana 2021—, enseñan un notorio repunte en el nivel de juego y en la competitividad respecto de las participaciones precedentes.

Huachipato es el ejemplo más aplaudido porque es el más evidente: líder de su serie, invicto y en una inmejorable posición para avanzar de fase en la Sudamericana. Sería el justo premio para un club modelo en la formación de jugadores, que para regocijo de sus hinchas está en el pináculo con uno de los planteles más jóvenes de Chile y del continente: 23 años es su promedio de edad.

La Calera también merece dos párrafos, porque amén de los malos resultados ha enfrentado dignamente sus compromisos. Y en el grupo más bravo del torneo. Mereció más con Vélez (0-2) y con LDU (2-2), pero su sorprendente 2-2 con Flamengo invita a una reflexión mayor.
Pese a los justificados elogios que recibió por rozar la proeza, La Calera nunca se vio tan superada ni minimizada como contra el coloso carioca, especialmente en los 20 minutos finales, que constataron la abismal diferencia de planteles entre una escuadra de la primera línea sudamericana y su humilde rival de la Quinta Región.

La pregunta es a qué pueden aspirar los equipos que no tienen los recursos para acercarse ni mínimamente a las inversiones de las potencias. ¿Qué opciones tienen cuadros como La Calera cuando deben definir contra los colosos de la región? Muy pocas, casi nulas.

El gerente técnico de la UC, José María Buljubasich, expuso en este diario (edición del 7 de mayo) el problema de fondo: “La competencia en Sudamérica no es leal, porque es muy difícil competir contra los brasileños y algunos argentinos en tanto no exista Fair Play Financiero (FPF) en la Conmebol”. La afirmación se apoya en los hechos: la histórica hegemonía de los equipos de esos dos países se acentuó más aún en la última década. Los sitios especializados (que manejan cifras aproximadas) observan que el costo de algunos planteles coperos de Brasil y Argentina hasta quintuplica el de sus rivales más conocidos. Y ni hablar de las diferencias presupuestarias con los más modestos.

Eso no es competencia. Es abuso, es jugar sucio.

Sin perjuicio de los subterfugios, las omisiones y las falsedades que inventan los clubes para neutralizar la función del Fair Play Financiero —en Chile hay un ejemplo fresco: la burda falsificación de contratos que hizo Lautaro de Buin—, el instrumento reduce las inequidades: fijar límites en el gasto de los planteles garantiza mínimos comunes para la justa competencia.

Es cierto que deberíamos estar curados de espanto con la Conmebol, pero sorprende que aún no instaure el organismo fiscalizador en sus campeonatos, considerando que otras confederaciones, como la UEFA, llevan más de diez años operando con el FPF. Una reafirmación del dominio sin contrapeso de las dos potencias en la Conmebol, que son las menos interesadas en introducir regulaciones que amenacen el millonario negocio de llevar todos los años a sus equipos a las instancias definitorias de los campeonatos, sin importar la desnaturalización de la lucha deportiva y menos el crecimiento de los otros.

La inexistencia del FPF también mina las posibilidades de los equipos nacionales de salir del sótano en el que se encuentran desde hace tiempo. Y la Federación de Fútbol de Chile debería romper la inacción en la que convive con las otras federaciones para detener la aplanadora argentino-brasileña e impulsar la creación del FPF que proteja el producto, su sobrevivencia y los intereses de los clubes que representa. De lo contrario, van a caer muchos 12 de mayo en el calendario antes de volver a disfrutar una jornada tan esperanzadora como la del miércoles pasado en Paraguay, Argentina y Brasil.
Felipe Vial

es el Editor de Deportes. Fue redactor en los diarios El Mercurio y La Época, en las revistas don Balón y El Gráfico; columnista de T13 Radio y Premio Nacional de Periodismo Deportivo 2014.

Relacionadas
A fondo con...