Señor Director:

En mi columna del domingo afirmé que ni la Unidad Popular ni el régimen militar fueron bloques monolíticos y que, para estudiarlos, era necesario estar muy atentos a los matices. Renato Cristi (carta del lunes) señala que, en ese último caso, no hay que hacer demasiadas distinciones, y aporta argumentos que probarían la omnipresencia de Jaime Guzmán en ese proyecto político.

No seré yo quien niegue la decisiva influencia de Guzmán en esa época, pero me parece que ya habría querido él tener los superpoderes que le atribuye mi amigo Renato. Solo por mencionar un ejemplo, quienes vivimos en Chile en esa época recordamos las fortísimas disputas entre “duros” y “blandos”. Desatender a las diferencias profundas que por mucho tiempo se dieron entre los nacionalistas de orientación corporativista, por un lado, y los gremialistas y los economistas de Chicago, por otro, oscurece el fenómeno más que aclararlo.

Joaquín García-Huidobro