Santiago de Chile.   Jue 25-04-2024
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Ian Mac Niven, exgerente de la selección chilena: “Renuncié porque no quería ser cómplice de tonteras”

A un mes de su dimisión, revela sus razones. “La forma en que salió Reinaldo Rueda fue la guinda de la torta”, sentencia. “Y esa es una más de las formas de estas personas”, dice aludiendo al directorio que encabeza Pablo Milad. Habla de mentiras y, sobre todo, de personalismo en la toma de decisiones como un mal que arrastra la administración de Quilín. “¿Qué dejó Harold (Mayne-Nicholls)?”, cuestiona. El poder de los clubes, la política, la nula voluntad para separar la federación. “Es un círculo vicioso”, dice. ¿Y Cagigao? “Hace scouting, eso hay que tenerlo claro, es distinto ser director deportivo”, advierte.
Antonio Valencia23 de marzo, 2021
—¿Por qué renunció?

“Por dos cosas. Un tema personal: fue un desafío ejercer el cargo por 4 años y ahora es momento de arriesgarme a hacer otras cosas. Y lo segundo, ya venía pensando, estaba desgastado… yo no quería ser cómplice de tonteras”.

—¿Qué tonteras?

“Temas de raíz, de cómo funciona la ANFP. Y la forma en que se dio la salida de Reinaldo Rueda fue la guinda de la torta. Ya no podía seguir. No podía avalar eso. La forma fue terrible”.

—¿Qué tan terrible?

“Si lo querían sacar, no era la manera. La forma era decirle directamente: ‘Mira, estás mal evaluado vamos a buscar una salida’. Reinaldo Rueda se quería quedar y no tenía por qué salir. Milad declara que la señora está disconforme, que Rueda está disconforme… esas cosas que no son ciertas. Para Reinaldo, Chile es el mejor país… Si no lo querían, debieron buscar una salida directa, no por el lado. Eso me dolió mucho. Y esa es una más de las formas de estas personas. Reinaldo se fue desgastado y habría esperado irse sin ese desgaste innecesario. Pero esa mentira de la señora… yo hablé con ella también y no era así”.

Ian Mac Niven era el gerente de la selección absoluta hasta el mes pasado. Pero dimitió. Se fue tras cuatro años en el cargo.

Reinaldo Rueda dejó la selección chilena y hoy dirige a Colombia. “A Rueda lo desgastaron. Él no quería irse y no tenía por qué irse”, estima Mac Niven. Foto: Photosport

—También habló de temas de organización para explicar su renuncia.

“Es que no hay bases sólidas de un gobierno corporativo. No hay cultura organizacional, no hay procesos internos de evaluación de desempeño y ni siquiera había gerente de recursos humanos. El directorio tiene un poder más allá de lo normal, puedes tener un gerente general pero si no le das alas... Al final todo depende mucho de las decisiones y la capacidad del presidente o director de turno, porque no tienen tiempo y porque necesitan los votos: un tema político. Dicen ‘hagamos un proyecto real de base’, pero después, cuando están terminando el proyecto… ¿a quién se lo vamos a entregar para que se lleve las flores? Tuve 3 directorios y se partía de fojas cero. Cuando las cosas dependen más de una persona que de la organización, no está bien. Se mezcla la liga con la federación. El 95% de los ingresos de la ANFP son producto de la selección adulta, y ningún directorio, con ingresos históricos por venta de derechos comerciales y de TV de la selección, ha sido capaz de hacer un Juan Pinto Durán 2.0. Todo proyecto es el fin de semana, es tapar hoyos con tierra”.

—¿Y Francis Cagigao, el nuevo director deportivo nacional?

“Nunca hubo información desde arriba ni bajada hacia las personas involucradas. Francis no tiene la culpa. No supieron transmitir a qué venía y cuál es el proyecto real. ¿Viene a ejecutar el plan del fútbol nacional? Hay un plan nacional que dejó Sebastián Moreno, pero no sé si lo están ocupando. Al menos hay una declaración inicial”.

Cagigao estuvo 24 años como scouting, como captador en un club muy importante que tenía cuarenta y tantas personas que se dedicaban a la captación de jugadores jóvenes. Ser director deportivo conlleva un proyecto muy estratégico, dejar bases de un proyecto nacional en que la captación es solo una de las áreas. Porque una cosa es tener un jefe de captación y otra un jefe metodológico que una los objetivos de las Sub 15, 17, 20 y 23 con el fin de tener un mejor jugador de selección adultoIan Mac Nivenexgerente de la selección chilena
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—Cuando surgió el nombre de Cagigao, en la ANFP comentaron que él se iba a meter hasta en las nóminas de Rueda...

“Tonteras. Ningún entrenador va a aceptar que se metan en sus nóminas. Reinaldo Rueda tenía más información que todos”.

—¿Qué opina de Cagigao?

“Buen profesional, hablé con él, pero hace un scouting, eso hay que tenerlo claro. Es distinto a un director deportivo. Ojalá le den las condiciones. Él estuvo 24 años como captador en un club muy importante que tenía cuarenta y tantas personas que se dedicaban a la búsqueda de jugadores jóvenes. Ser director deportivo conlleva un proyecto muy estratégico, dejar bases de un proyecto nacional en el que la captación es solo una de las áreas entre tantas otras. Porque una cosa es tener un jefe para eso y otra un jefe metodológico que una los objetivos de las Sub 15, 17, 20 y 23 con el fin de tener un mejor jugador de selección adulto. Es mucho más complejo que solo seguir jugadores. Cagigao es un profesional potente en captación, pero esto es mucho más que solo eso”.

—Pero tal vez viene con un plan maestro.

“No sé. Nunca me lo mostró”.

—Busca un jefe de captación, también DT para la Sub 15 y la Sub 17...

“¿Pero cómo lo va a hacer para descentralizar Chile?”.

—Una red de captadores cuesta plata.

“Es complejo. La ANFP tiene plata, pero si se direcciona para otro lado que no corresponde, ¿cómo lo va a hacer? Porque si las decisiones dependen de los clubes que son los jefes... Ese es el tema. No hay voluntad para separar la ANFP de la federación, y así vas a tener el problema siempre. Es un círculo vicioso en el que vale más el interés individual que el colectivo”.

La derrota en Venezuela terminó significando la salida de Reinaldo Rueda al mando de la Roja. Foto: Carlos Parra / ANFP

—Con ingresos comerciales nunca vistos.

“¡Históricos! Pero yo no les echo toda la culpa a estos directores. Es el sistema. No sé, a ver… Harold (Mayne Nicholls), ¿qué es lo que dejó? ¿Qué fue lo que dejaron? Claro, porque basarse en Bielsa como caballito de batalla, ¿pero qué dejaste como organización? ¿Qué cambió? Si no fuera por Reinaldo Sánchez y el Canal del Fútbol... Si piensas cosas de base, Sánchez, con lo que hizo, pasa a ser la máxima figura de la historia con los flujos que le reportó a los clubes el CDF. Que se valoren los triunfos y la generación admirable de jugadores, pero son los que juegan en la cancha, ¿pero qué pasa con la organización? Mira Inglaterra o Alemania: ahí lo que pasó es que las bases, la organización se metió a la cancha. Acá no, dependemos del fin de semana. Si Chile gana, somos buenos: si pierde, somos pésimos. Y ahí se le atribuye más responsabilidad al cuerpo técnico”.

—Estuvo cuatro años y vio tres directorios, ¿ninguno abordó el gobierno corporativo?

“Salah con Fazio partieron bien, pero les faltó tiempo. Tenían un plan estratégico. Esto es mucho más complejo que un club. Ahora (con Milad) sentía que íbamos por mal camino, sin definiciones de base, sin proyecto para vincular la Sub 20, la Sub 23 y la absoluta, tapando hoyos y dejando toda la responsabilidad al cuerpo técnico de la selección. Traspasar toda la responsabilidad en la renovación de jugadores y además en los resultados es impresentable en una organización seria. Es no entender nada. Es la organización la que apoya y empuja. La responsabilidad la tienen los clubes y segundo la ANFP”.

—Pero con Salah tampoco ocurrió ese cambio, ¿no?

“Pero había una declaración de intenciones que iban por buen camino y ahí vi más cosas de base que en los otros directorios. Cosas de peso que necesitaban tiempo, pero estar sujeto a la voluntad de los clubes es perverso. Y así como están las cosas es muy difícil solucionar. Estar en una organización que no sabes para dónde vas”.

—Moreno tampoco es que manejó todo bien.

“Todos tuvimos responsabilidad. No me salgo de esa responsabilidad. Pero hace tres años que pedíamos que la Sub 20 y Sub 23 fueran parte de la absoluta como proceso deportivo de renovación. Que hubiese un hilo conductor, pero al final cada selección era una parcela. Hice gestión para que Rueda, a quien por contrato solo le correspondía la absoluta, asumiera con Bernardo Redin la preolímpica. Y tuvieron la mejor disposición. Necesitábamos que eso también pasara en la Sub 20, pero no hay plan ni proceso organizacional, gestión deportiva ni administrativa para vincular los trabajos de los entrenadores de la 20 la 23 y la adulta, más aún teniendo a un entrenador como Rueda que le encanta lo formativo. No lo aprovechamos. El problema fue condicionar su trabajo al resultado del fin de semana. Sí, dependemos de los resultados, pero no a cualquier precio. Al final, a la generación de jugadores tampoco la supiste ocupar ni en renovación ni en estructura. Por ausencia de un plan nacional que parece que ahora lo van a realizar. En la medida que lo hagan”.

—Pero un plan debe estar financiado y otorgar atribuciones.

“Hay derechos comerciales asociados a la selección absoluta, pero los gastos de la ANFP... Mientras tengas la federación con los clubes vas a seguir perdiendo el tiempo”.

—La separación de la ANFP de la Federación, eterno tema...

“No tienen voluntad para hacerlo, hay una zona de confort también de los clubes con el CDF. Buena parte de los clubes no tienen desarrollo comercial ni organizacional ni sentido de pertenencia con el fútbol chileno. Clubes vinculados a representantes, pero como los ampara la ley... el sistema es perverso. Hay objetivos de los clubes que se contraponen con los de la selección. La organización, la estructura debe ser tanto o más relevante que el entrenador de turno”.

—Una suelta: ¿Qué pasó en el partido contra Perú que los jugadores rechazaron jugar?

“Ahí la responsabilidad es de todos y en un contexto de estallido social… depende del plantel que se trabaja. Ahí hago un mea culpa, porque con una mejor comunicación con los jugadores eso no se puede volver a dar. Es terrible. No se puede condicionar un viaje. Yo era como el jamón del sándwich entre el cuerpo técnico y el directorio. También velaba por darles comodidades a los jugadores. Mi cargo tenía connotación negativa para ellos también si había un problema con el chárter o con el hotel o la logística. Ahí yo era el malo de la película”.
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