Santiago de Chile.   Mié 15-10-2025
18:44

Gustavo Álvarez se refiere al debate sobre su futuro: “Sentí que alguien quiso ponerme en contra de la gente de la U”

El argentino reconoce estar dolido por el trascendido salido de Azul Azul sobre su supuesta partida a la selección peruana en 2026 y reitera su versión: “No he recibido ofertas de nadie”, asegura. De paso, relata su forma de negociar los contratos y quién es su representante.
Foto: Photosport
Cristóbal Valencia14 de octubre, 2025
“¿Aló? Habla Gustavo Álvarez, es un gusto saludarte”.

Es martes, poco después del mediodía. En Universidad de Chile aún se sienten los ecos del trabajado triunfo sobre Palestino, pero también la polémica por el futuro del entrenador azul, un tema abordado por el propio estratega argentino y por los dirigentes del club en la trastienda de Santa Laura.

Álvarez decidió tomar el teléfono y entregar una versión más extensa y clarificadora que la que dio el lunes en el césped de Independencia. Con la voz pausada, el director técnico parte explicando sus dichos en la entrevista con TNT Sports luego del 2-1 de su equipo sobre el conjunto “árabe”, en la que aseguró equivocadamente que la nota publicada en este sitio el sábado pasado sobre su posible partida a la selección peruana no había sido firmada, versión ratificada por su interlocutor, quien luego reconoció que ni siquiera había leído la nota. “Quería disculparme y explicarte que no tuve ninguna mala intención, fue una confusión con el periodista”, afirma.

—No hay problema. Aprovecho de aclarar el asunto: su posible partida a Perú.

“Yo no he recibido ofertas de nadie. Le voy a contar la forma como yo me manejo: cuando tengo un contrato con un club y me llaman, inmediatamente los contacto con mi representante. Soy muy respetuoso en ese sentido. Le cuento una anécdota: cuando llegué a un acuerdo con la U, al día siguiente me ofrecieron dirigir a un club grande de Argentina con un sueldo mucho mayor al que tengo acá, pero dije que no, porque esa es mi forma de trabajar. Lo que yo dije y vuelvo a repetir es que a fin de año voy a revisar mi continuidad acá, porque es lo que hago siempre y esto es como un matrimonio: las ambiciones y anhelos a veces van mutando y se tienen que ir reconstruyendo con el tiempo. Y se lo dice alguien que estuvo casado muchos años y se divorció”.

—Pero si nadie paga su cláusula y usted quisiera renunciar, tendría que abonar 1,2 millones de dólares. No es menor.

“Así es, y ¿le cuento algo? Si me quisieran despedir, mi indemnización sería de 100 mil dólares. Pero no es una queja, como le digo: esa es mi forma de trabajar y así ha sido siempre”.

—¿Por qué, entonces, un miembro del directorio asegura que usted ya tiene definido dónde dirigirá el próximo año?

“Eso es lo que ignoro. Mire, yo soy una persona que saluda a todos en el club, pero a varios no los conozco, soy más hermético en ese aspecto. Entonces desconozco la interna o lo que pasa entre los dirigentes. Entiendo que hay dos bandos enemistados, pero insisto, no tengo idea de los detalles. A mí lo que me interesa es que al equipo le vaya bien. Lo que me duele es que sentí que alguien quiso ponerme en contra de la gente de la U, dando a entender que yo me quería ir por una suma millonaria. Y duele, primero porque es mentira; y segundo, porque yo me siento muy querido por la gente de la U. Me cuesta entender el interés que hay detrás de todo esto”.

—Pero otras fuentes, incluso del extranjero, también aseguran que usted tiene todo arreglado con Perú.

“Todo esto comenzó cuando le ganamos a Alianza Lima porque el equipo dejó una buena imagen. Además, yo dirigí allá, en Sport Boys y Atlético Grau, y me fue bien. ¿Si estoy en una lista de candidatos de la selección peruana? Seguramente, pero eso no dice nada, es algo común en el fútbol y si luego hay algo concreto, lo tendrá que ver mi representante”.

—¿Quién es su representante?

“Uf, a mí me han vinculado con Fernando Felicevich y con empresas argentinas… Le voy a contar mi historia: yo soy un hombre de fútbol que comenzó abajo, en escuelas, como entrenador, preparador físico y hasta preparador de arqueros. De golpe, y sin esperarlo, terminé dirigiendo en Primera División de Argentina (en Temperley, en 2016). Yo no tenía representante, la primera agencia en llamarme fue la de Christian Bragarnik y fui a su oficina en Puerto Madero. Cuando salí, tenía claro que no iba a trabajar con ellos porque yo quería a alguien que representara a Gustavo Álvarez no solo como entrenador, sino como persona. En 2018, con Aldosivi, le ganamos el ascenso a Almagro, un club donde trabajaba Andrés Lloren, con quien nos hicimos muy amigos. Estando en Perú, me vino a visitar, almorzamos en Piura y en una conversación informal, nació la idea de que sea mi representante. Y fue un acierto total, es una persona que tiene mi cariño y mi confianza absoluta”.
Cristóbal Valencia

es periodista de Deportes El Mercurio desde 2017. Se especializa en fútbol y ha realizado coberturas de eventos de deporte motor como el E-Prix de Buenos Aires 2017 y el Dakar 2018.

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