Gabriel Castellón (31 años) era un niño cuando dejó el cerro Ramaditas, en Valparaíso, para probar suerte en Santiago Wanderers. Buscaba cumplir un sueño familiar: defender el arco del equipo porteño.

Y le fue bien.

Quedó y, además, tuvo la suerte de que su desarrollo estuviera bajo la tutela de Juan Olivares, una eminencia en la formación de porteros.

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“Este flaquito de chico me llamó la atención. Buen porte, buenos reflejos, dispuesto siempre al aprendizaje. Parece que eso fuera sencillo, pero no es tan así. Por algo hizo la carrera que hizo”, cuenta el guardián de Chile en los mundiales de Inglaterra 1966 y Alemania 1974.

En 2016, Castellón recibió —justamente— el Premio Juan Olivares al futbolista que mejor representa los valores de la institución verde. Y así describió el momento: “Me siento orgulloso, porque viene de un referente de Wanderers al que considero mi padre en el fútbol”.

El sentimiento de Castellón por Wanderers es potente e intenso. “Es tan, pero tan hincha que cuando lo iban a vender a Huachipato, en 2019, aceptó renovar su contrato para que al club le quedara dinero. Pudo irse libre, sin dejar nada, pero quiso extender el acuerdo. Lo primero que hizo fue pensar en Wanderers”, cuenta Luis Cabrera, periodista de El Mercurio de Valparaíso.

En Talcahuano alcanzó la gloria: titular y en 2023 campeón del fútbol chileno. Fue el paso previo al gran salto de su carrera, firmar en Universidad de Chile hasta 2026. Le ganó la pulseada a Cristopher Toselli y, por si fuera poco, es propietario de una marca histórica. Completó 627 minutos sin recibir goles.

A nivel nacional, su próximo objetivo será alcanzar los 708 minutos que tienen Daniel Morón con Colo Colo en 1990 y Jonathan Walker con la UC en 2001. Más arriba asoman los 776 minutos de Óscar Wirth con Cobreloa (1979-80), los 988 de Jorge Cortés (Everton 1985), los 1.012 de Eduardo Furniel (Cobreloa, 1985) y los 1.352 de José María Buljubasich (U. Católica, 2005).

“El arco de la U es otra cosa”, dice Oscar Wirth, el ‘1’ de los azules entre 1983 y 1984. Y agrega: “Ha sido parte del buen funcionamiento del equipo; el equipo anda bien, está primero y eso es una muestra de que las cosas se han hecho bien. Por sí solo un jugador no va a estar primero. ¿La verdad? … No lo veía para ser arquero de un equipo como Colo Colo o la U, pero lo ha hecho bien”.

“Llegando a suceder eso, efectivamente no sería mal visto. Pero tienes a Gabriel Arias, que dentro de todo juega en un campeonato exigente, y a Brayan Cortés, que también está en un nivel interesante. Después tiene que estar una persona joven. Es momento de irse renovando; hemos visto cómo Alemania, que por momentos estuvo a mal traer, se ha recuperado. Y es porque trabaja a futuro. No tienen apuro. Nosotros somos diferentes, acá esperamos que Gary Medel o Arturo Vidal jueguen en la selección y no tenemos los recambios”.