Santiago de Chile.   Sáb 02-08-2025
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Le sobra empuje y coraje: Colo Colo vence a U. Católica y sigue intocable arriba

El equipo de Gustavo Quinteros, sin un juego diáfano, pero con el rigor emocional que pedía la final anticipada, le da vuelta el trámite al tricampeón vigente (2-1). Pablo Solari y un postergado Javier Parraguez, con una fineza en tiempo agregado, desnivelan una jornada épica en el Monumental. Iván Morales pierde un penal. El líder se escapó a cinco puntos y restan seis fechas. Aroma de campeonato.
Foto: Photosport
Claudio Herrera de la Fuente24 de octubre, 2021
Hay postales que no se borran nunca. Se pueden olvidar formaciones, nombres y estrategias, pero las remontadas épicas jamás. Imposible. Javier Parraguez, casi siempre duro con la pelota, de los últimos en la fila de los centroatacantes, que de no ser por la fatiga física del venezolano Christian Santos bien pudo haber observado el clásico desde la tribuna, en el último acto del partido del año acomodó su botín derecho más dócil que nunca y picó el balón por sobre el inspirado “Zanahoria” Pérez para firmar el 2-1. De novela.

Todos los ingredientes en la misma olla. No le faltó ninguno al ariete: cuarto minuto de descuento, de cara el arco norte del Monumental y un partido embrollado que sentenciaba la carrera de los dos máximos aspirantes a la corona. Lo hizo el “Cabezón” y se ganó un palco esquivo para los futbolistas de su cepa. Apodado “Parragol” por fieles e incrédulos, se iluminó minutos después de perder en velocidad en un cruce con Valber Huerta generando el murmullo impaciente. No sobra nadie en este Colo Colo, obreros y genios, porque la reconquista demanda jugadores de todo corte.

Gustavo Quinteros, otra vez infalible, acertó con los cambios para sentar a su ex equipo: el gol de Parraguez fue craneado antes en la mente del zurdo Joan Cruz, que con el partido casi cerrado metió una corrida valiente, de potrero, llevándose a Fuenzalida, Saavedra y apurando la asistencia ante el cruce de Leiva. Un brisa de fútbol para una jornada rocosa, acalorada y de poca inventiva.


Tras el pitazo final Quinteros terminó en el piso, desgañitándose, abrazado por Iván Morales, el ariete que esta vez se puso solo el traje de villano al fallar un penal ante el Pérez, gigante en su reflejos para evitar también la insistencia de Gabriel Suazo. El Monumental rugía, porque Colo Colo sumaba siete partidos sin vencer a Universidad Católica (entre torneo nacional, Copa Chile y Supercopa) y ahora va en serio hacia una nueva corona.

El Cacique sorteó un partido duro, sin muchas ideas, porque el “Colorado” Gil y Gabriel Costa, jugadores siempre muy claros, fueron desmejorados en la confusión y en las custodias cruzadas. Sin las mentes más lúcidas a tono, la segunda línea pasó al frente: Pablo Solari siempre tiene lugar en los relatos más trascendentes: le cometieron el penal (zapatazo imprudente de Valencia) y luego marcó el empate transitorio, con un derechazo al primer palo de Pérez. Los zagueros, Falcón y Amor, no solo desolaron al temido Zampedri, también empujaron al equipo en los momentos más críticos, porque a 15 minutos del final el campeón se llevaba todo el botín y se desmoronaba el sueño albo.

La acrobacia de Marcos Bolados que no prospera. La UC cortó una racha de siete triunfos en línea. Foto: Photosport.

La UC jamás encontró juego. Sí fue ordenada pero en este riña con eso no alcanzaba. El gol de Valencia —gran definición tras pase de Núñez y salida demorada de Brayan Cortés— le quitó la osadía. Fue metiéndose en su cueva, pero sin descarga ofensiva. Este Colo Colo es capaz de oler la sangre y la embestida fue atronadora. No apareció nadie en la visita para agarrar la pelota y dar una señal. Cerca del epílogo, la UC presumió de un plantel estelar enviando a la pelea a Buonanotte, Orellana y Leiva, todos jugadores de tonelaje, mientras el banquillo contrario respondía con juveniles. El final es conocido.

Se encumbra Colo Colo. El hechizo de Quinteros no se apaga. Todos ayudan: esta vez fue el turno del tosco Parraguez, tentado para ir a Wanderers a mitad de torneo. Se sacó el zarpazo cruzado del buche y ahora corre más solitario rumbo al título. Los hinchas, crédulos, colgaron un trapo gigante: “Tetracampeón hay 1 solo”, se leía.


Claudio Herrera De La Fuente

es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.

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