Señor Director:
Respondiendo las cartas del almirante (r)
Miguel Vergara (3 de enero) y de
Bernardo Matte (8 de enero), vamos al fondo del debate. El actual marco normativo permite importantes espacios de autonomía corporativa no resueltos desde el retorno de la democracia, incluida la justicia militar, la administración de recursos de la Ley Reservada del Cobre, y educación, entre otros. Recientes escándalos de corrupción demostraron esta ausencia de controles democráticos. El Congreso ha discutido sin éxito reformas que apuntan en esta dirección.
En la tradición constitucional de Chile las FF.AA. siempre estuvieron bajo la potestad del Poder Ejecutivo, la que fue rota por la Constitución de 1980 al otorgarles un lugar especial en ella. Aunque las reformas de 2005 redujeron sustancialmente sus poderes, las numerosas referencias a la seguridad nacional en el actual texto continúan distrayéndolas de su función primordial en la Defensa. Además, si bien se eliminó "garantizar el orden institucional de la República" como deber exclusivo de las FF.AA., ellas mantienen esta función en el texto actual (artículo 6) junto al resto de las instituciones del Estado. Esta fórmula, por lo tanto, aun permitiría el cumplimiento autónomo de esa función, que supondría deliberación, contradiciendo el carácter de "obedientes y no deliberantes" que la misma Constitución establece para ellas (artículo 101). De aquí, nuestra afirmación crítica de la posición de las FF.AA. como un poder más del Estado en el texto actual.
La referencia al "soldado profesional" no se refiere a la ausencia de profesionalización, que no hemos afirmado, sino a la necesidad de avanzar hacia un modelo que elimine la conscripción obligatoria. Lo que obliga a reflexionar sobre la carrera militar y por ende sobre su previsión.
Sobre la no discriminación, la gratuidad eliminaría las actuales barreras socio-económicas en el ingreso a sus escuelas matrices.
Considerar que la disminución de la legitimidad ciudadana de las FF.AA. está en línea con la caída de otras instituciones, no es consuelo. Estas deberían mantener una inalterable apreciación. Una nueva época para las FF.AA. demanda un amplio y serio intercambio que tiene muchos otros temas relevantes que analizar y al cual invitamos a debatir con altura de miras.
Felipe Agüero PiwonkaClaudio Fuentes SaavedraAugusto Varas Fernández