Señor Director:
En una
carta publicada en esta sección, el ex subsecretario de Obras Públicas Lucas Palacios critica duramente el nuevo plan de concesiones, argumentando que solo recoge iniciativas del gobierno anterior, que carece de cronogramas y que incluye proyectos sin rentabilidad social.
Su primera crítica olvida que por su costo y complejidad, las obras concesionadas requieren plazos que trascienden un período de cuatro años. La mejor demostración es el plan del ex Presidente Piñera, que fue armado con proyectos heredados de gobiernos anteriores, lo que es lógico considerando que fue presentado a solo cuatro meses de asumir.
El señor Palacios tampoco dice que dicho plan no incluía cronogramas, sino que un monto general de licitación por año que nunca se concretó. Al final se adjudicó el 30% de la cartera, y ello ocurrió mayoritariamente a fines de 2013 e inicios de 2014, lo que explica que el resto deba ser abordado en la actual administración.
Respecto de la evaluación social, es evidente que las metodologías actuales no recogen todos los beneficios generados por las obras públicas, como la integración territorial del país que motivó el reimpulso del Puente de Chacao, o la minimización de impactos urbanos, que justifica duplicar el costo de inversión en Américo Vespucio Oriente.
Asociar grandes obras públicas a gobiernos específicos es una mala estrategia para el país, ya que omite la historia real de los proyectos y supedita su realización a la opinión de autoridades de turno, lo que resulta fatal si un gobierno tiene varios ministros o coordinadores de concesiones en cuatro años.
Por estas razones, como Consejo de Políticas de Infraestructura hemos destacado la urgencia de contar con políticas de Estado en materia de infraestructura, a fin de acelerar la concreción de proyectos, que, bien diseñados, pueden mejorar la calidad de vida y competitividad de nuestras ciudades y regiones.
Iván Poduje
Miembro Consejo de Políticas de Infraestructura