Señor Director:
Joaquín García-Huidobro ha escrito: "Cuando honramos a Gladys Marín estamos reconociendo a un número significativo de chilenos que piensan como ella. Ponemos ante sus ojos una figura que muestra cómo se puede ser buen chileno siendo comunista (¿alguien puede negar que Gladys quería a su país como pocos?)".
Yo lo niego. Y lo hago con palabras irrefutables. Fue la propia Gladys Marín quien reconoció que "la política de la rebelión popular que se necesitaba, que era dejar de tener una actitud defensiva para pasar a la ofensiva (...) en todo eso nosotros hicimos nuestra gran contribución, nuestra gran contribución".
A lo que Guillermo Teillier agregó: "Y empezamos a discutir, a estudiar, no sé cuántos textos me leí, pero quien más leía y me incitaba a leer era efectivamente Gladys, que tenía una capacidad muy grande en ese sentido. Todos, en el Partido, dirección, cuadros intermedios, empezamos a estudiar las insurrecciones, estudiamos los procesos guerrilleros, la revolución cubana, la revolución rusa, etcétera, todo lo que pudimos. Y llegamos a la conclusión, finalmente, de que en Chile teníamos que prepararnos para una insurrección, una insurrección al estilo bolchevique, o parecida al estilo bolchevique, y salió de aquí lo que se llamó nuestra propuesta insurreccional".
Ya sabemos cuántos y cuán calificados asesinatos significó esa rebelión popular, esa propuesta insurreccional. ¿Lo ha olvidado García-Huidobro o lo considera parte del amor a Chile?
Gonzalo Rojas Sánchez