Señor Director:
Respecto del
editorial de ayer domingo, quisiera señalar:
La Región de La Araucanía sufre un conflicto que todos conocemos. Los diversos actores, incluidos los medios de comunicación, a lo largo de más de 100 años lo han catalogado como un problema de pobreza y, en las últimas décadas, también de orden público, y, conforme a ello, han actuado los diferentes gobiernos de distinto signo que ha tenido la República.
Por mi parte, creo que estamos en presencia de un grave conflicto asimétrico de naturaleza política, por lo que las solas políticas públicas de superación de la pobreza, que no han dado resultado, y de orden público no son suficientes. Así lo demuestra la experiencia de los últimos 20 años por solo remitirme a este período de la historia.
Por lo tanto mis acciones deben analizarse en ese contexto, de neutralizar los posibles y potenciales focos de conflicto que sufrimos periódicamente en nuestra región. Todo ello en aras de un bien superior.
Mis acciones para nada tienen por objetivo respaldar o validar conductas sancionadas por los tribunales de justicia, que por mi formación jurídica soy el primero en respetar.
Me guía un objetivo político: la paz en la región, basada en la realidad y en la justicia social dentro del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet. Para ello, he entablado un proceso de diálogo con todos los sectores, sin excluir a priori a nadie. Pero la naturaleza de ese diálogo no es samaritano, eso sí téngalo por seguro. Tiene como objetivo, lo reitero una vez más, un bien superior: la paz social en nuestra Región.
Francisco Huenchumilla JaramilloIntendente de la Región de La Araucanía