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Viernes 18 de abril de 2014
"Julio llega en abril" y "Aires de esperanza"
"Esta comedia pequeña y chilena es el divertido debut de Matías Sánchez López en la dirección. Con mínimos elementos, logra levantar una comedia especialmente interesante en su primera parte: cuando Julio, joven, sonidista, a punto de viajar, no sabe con quién dejar a su querido perro Manuel..."
"Julio llega en abril"
Esta comedia pequeña y chilena es el divertido debut de Matías Sánchez López en la dirección. Con mínimos elementos, logra levantar una comedia especialmente interesante en su primera parte: cuando Julio, joven, sonidista, a punto de viajar, no sabe con quién dejar a su querido perro Manuel. Busca alojamiento para él y además para sus plantas de marihuana. Promocionada como una despenalización a la cannabis, en verdad esta película se enfoca más en la relación amo-can y de ahí surgen los mejores momentos, incluida una absurda y chistosa animación. Ojo con el cameo de Nelson Ávila y Ana María Gazmuri.
Chile, 60 minutos. Mayores de 14 años.
"Aires de esperanza"
Jason Reitman es un joven cineasta que se ha desmarcado de la sombra de su padre, Ivan Reitman, el director de la icónica "Los cazafantasmas". Y ha forjado una filmografía con un sello más personal y de coordenadas más "indies", a base del humor negro de "Gracias por fumar", la delicada y atenta "Juno", y con la vulnerabilidad de George Clooney como un viajero frecuente en "Up in the air". Con "Aires de esperanza", ahora Reitman hijo pone el acento en la pasión y amor que nace entre un convicto que cabe en la categoría "malo pero buena gente" y una dueña de casa "deprimida pero guapa". El primero lo hace el siempre eficiente y cara de piedra Josh Brolin; la segunda es Kate Winslet, interpretando cada angustia femenina con su acostumbrada naturalidad y desplante que hace concluir que no actúa: ella "vive" sus roles. Melodrama sin ambiciones mayores, esta película redefine el síndrome de Estocolmo con un cuadro de gestos, miradas, roces de manos que activan la pasión y cariño eterno de dos seres solitarios y dejados de la gracia de Dios. El testigo y punto de vista de estos eventos, fechados en los años 80, es el hijo adolescente de la atribulada mujer, y todo el recuerdo, cargado de nostalgia y una para nada edulcorada dulzura, adquiere la forma de un recuerdo vivo, feliz e irrepetible: la vía posible para una segunda oportunidad.
"Labor day". Canadá, 2013. 111 minutos. T.E.
Esta comedia pequeña y chilena es el divertido debut de Matías Sánchez López en la dirección. Con mínimos elementos, logra levantar una comedia especialmente interesante en su primera parte: cuando Julio, joven, sonidista, a punto de viajar, no sabe con quién dejar a su querido perro Manuel. Busca alojamiento para él y además para sus plantas de marihuana. Promocionada como una despenalización a la cannabis, en verdad esta película se enfoca más en la relación amo-can y de ahí surgen los mejores momentos, incluida una absurda y chistosa animación. Ojo con el cameo de Nelson Ávila y Ana María Gazmuri.
Chile, 60 minutos. Mayores de 14 años.
"Aires de esperanza"
Jason Reitman es un joven cineasta que se ha desmarcado de la sombra de su padre, Ivan Reitman, el director de la icónica "Los cazafantasmas". Y ha forjado una filmografía con un sello más personal y de coordenadas más "indies", a base del humor negro de "Gracias por fumar", la delicada y atenta "Juno", y con la vulnerabilidad de George Clooney como un viajero frecuente en "Up in the air". Con "Aires de esperanza", ahora Reitman hijo pone el acento en la pasión y amor que nace entre un convicto que cabe en la categoría "malo pero buena gente" y una dueña de casa "deprimida pero guapa". El primero lo hace el siempre eficiente y cara de piedra Josh Brolin; la segunda es Kate Winslet, interpretando cada angustia femenina con su acostumbrada naturalidad y desplante que hace concluir que no actúa: ella "vive" sus roles. Melodrama sin ambiciones mayores, esta película redefine el síndrome de Estocolmo con un cuadro de gestos, miradas, roces de manos que activan la pasión y cariño eterno de dos seres solitarios y dejados de la gracia de Dios. El testigo y punto de vista de estos eventos, fechados en los años 80, es el hijo adolescente de la atribulada mujer, y todo el recuerdo, cargado de nostalgia y una para nada edulcorada dulzura, adquiere la forma de un recuerdo vivo, feliz e irrepetible: la vía posible para una segunda oportunidad.
"Labor day". Canadá, 2013. 111 minutos. T.E.
