Señor Director:
Respecto de la
carta del vicepresidente Ejecutivo de HidroAysén publicada el viernes pasado, y cuyo contenido induce a errores y malas interpretaciones que dificultan una discusión sobre el presente y futuro del abastecimiento de energía eléctrica para el país, me permito hacer la siguiente aclaración.
Es un error afirmar que el sector de energías renovables no convencionales (ERNC) promueve incentivos y subsidios para el desarrollo de este tipo de energías. Los costos de la electricidad generada por estas fuentes hoy en día son competitivos, e incluso, en algunos casos, más bajos en relación con sus pares de origen fósil. Lo que buscamos es que la regulación contemple las características propias de las fuentes ERNC, tanto técnicas como financieras, y con ello tengan las mismas posibilidades de competir con las energías convencionales.
Otro error, y creo que el más relevante, es el que está implícito en la pregunta que hace sobre cómo abastecer el 80% restante, suponiendo que el 20% de la demanda del país es abastecida por ERNC. La respuesta es muy simple y la ilustraré mediante el siguiente ejemplo. Supongamos que la demanda eléctrica del país para el presente año sea de 100 unidades de energía. Con un crecimiento de la demanda del 5% anual, al año 2020 ésta habrá crecido a 137 de las mismas unidades. La meta que proponemos en Acera es lograr que ese año, el 20% de la energía sea de origen ERNC, o sea el equivalente a 27 unidades. Dado que el crecimiento entre 2013 y 2020 será de 37 unidades y que las energías renovables soportarían 27 de estas unidades, el aporte de las ERNC sería del 79% de ese crecimiento. Así, bajo el escenario de 20% de participación de ERNC para el año 2020, la preocupación de HidroAysén debería ser solamente cómo abastecer mediante fuentes convencionales el 21% de la energía adicional que el país requerirá para ese año.
Esto último creemos que es el fondo de la dificultad que enfrentan las ERNC hoy en el país. Por sus costos, sus cortos plazos de implementación, bajas emisiones, ellas son la forma como Chile puede desarrollar un sector de energía que sea sustentable y eficiente económicamente. Sin embargo, su crecimiento compite directamente con las empresas de energías convencionales que en general insisten en crecer a base de centrales térmicas o grandes hidroeléctricas. ¿No sería el momento en que esas empresas comiencen a considerar seriamente invertir también en energías renovables?
Carlos FinatDirector Ejecutivo Acera A.G.