Señor Director:
En
carta a "El Mercurio" publicada ayer, el presidente del gremio de las energías no convencionales interpreta erradamente mis planteamientos de una carta anterior. No me cabe duda de que las energías no convencionales son útiles y convenientes, en especial la geotermia, dado su alto factor de planta. Pero su propio gremio promueve, mediante leyes, incentivos y subsidios, una participación limitada al 20% de aporte a la matriz energética para el año 2020, dadas las limitaciones de estas tecnologías. Ojalá dicha meta pueda ser alcanzada, y de una manera social y económicamente sustentable.
Mi planteamiento intenta dar cuenta del 80% restante que dará sustentabilidad al sistema eléctrico chileno, y por lo tanto a las actividades sociales y a la economía del país, en los próximos 20 años, y que de paso otorgará energía de base para las propias no convencionales, dada su intermitencia. ¿Cómo abasteceremos ese 80%? ¿Con termoeléctricas, nucleares o hidroeléctricas? O mejor dicho, ¿con cuánto de cada una, ya que todas son necesarias, y con qué impacto social, ambiental y de precios? Ese debate es mucho más relevante que el que se ha dado para el 20%, y sin embargo, no existe.
Daniel Fernández KoprichVicepresidente Ejecutivo HidroAysén