-¿Qué libro cambió su vida? 

"Último round, de Julio Cortázar. Lo encontré en la casa de una tía, siendo adolescente. Me deslumbraron la libertad con que estaba escrito, la escritura juguetona, el rupturismo y el mismo diseño y la factura del libro, que era un objeto en que se combinaban imágenes y palabras y que permitía distintos recorridos de lectura. Fue como si de repente todo fuera posible y no hubiera límites para la imaginación. De ahí en adelante empecé a interesarme cada vez más por las letras". 

"Patria, de Fernando Aramburu. He leído excelentes obras después, pero esta me remeció por completo".

"No lo sé.  Por regla general no repito los libros que regalo". 

"Los unos y los otros". 

"Por distintas razones leo más no ficción que ficción, así que desde un punto de vista cuantitativo la respuesta parece clara. Sin embargo, no puedo decir que prefiera una u otra, ambas me son necesarias. Geometría y fineza". 

"Por años les tuve un temor reverencial a los libros. Ahora los rayo, escribo notas, les pego pósits. Pero no doblo las páginas: uso marcalibros. Y si no tengo uno a mano, busco cualquier cosa que pueda cumplir esa función: una boleta, una servilleta, etcétera. No tengo un lugar especifico para leer; diría que leo en cualquier parte. Y aunque hubo un momento en que leía mayoritariamente en pantalla, en el último tiempo he vuelto al papel". 

"Esta pregunta es muy difícil. Creo que Orlando, el personaje de Virginia Woolf. Y aunque existió, por lo que no es puramente literario, al Adriano de Yourcenar". 

"No un libro, un autor: Borges". 

"Fundamentalmente, que cada persona es un universo y que el ser humano, en su interior, existe de infinitas formas; que nuestra realidad es solo uno de los mundos posibles; que para entender a los otros necesitamos de la imaginación, y de la compasión para convivir con ellos". 

"Mi hermana me regaló los cuentos completos de Piglia, así que creo que es el que voy a leer apenas termine los que estoy leyendo ahora".