Tres de las cinco novelas cortas que escribió en pandemia se reúnen en Hombres que llegan a un pueblo, la más reciente publicación del escritor pampino que esta semana se convirtió en el 56º ganador del Premio Nacional de Literatura. Con más de veinte libros publicados, Hernán Rivera Letelier (1950) suma así el máximo galardón de las letras chilenas a otros premios y distinciones obtenidos en el país y en el extranjero.
El hilo que une estas tres ficciones es lo que está expresado en el título. En la primera de ellas, "Un hombre llega a Altagracia", el protagonista es un joven músico que emigra de la capital después de un triste desengaño amoroso. Así arriba a esta localidad abandonada, donde lo acoge su único habitante, un hombre mayor, solitario, y misteriosamente relacionado con el virtuoso Niccolò Paganini. En "Un hombre llega a Tricolor", un charlatán recorre los poblados del norte acompañado de un ayudante y palo blanco de sus trucos y de una cantante lírica que también resulta ser abogada y que ayuda a la negociación de los obreros ante los abusos de la compañía. En la tercera novela, "Un hombre llega a Los Dones", el personaje principal es un fotógrafo de cajón que itinera por los pueblos del norte y cuyos retratos serán quizás los únicos que tengan esas familias y novios en toda su vida. En este caso, Rivera Letelier dedica el relato a su amigo fotógrafo Glenn Arcos.
Aunque protagonizadas por hombres, las tres historias tienen entrañables personajes femeninos. "Es que una novela sin una mujer no funciona", ha dicho el autor.
Hernán Rivera Letelier se define a sí mismo como un “contador de historias”; en ellas siempre están presentes el humor, el chiste, pero también las duras realidades de la pampa minera. En este caso, destacan las malas condiciones de salud, la mortalidad infantil, el abuso laboral./ María Teresa Cárdenas M.