En la cultura pop, la década de los 60 sigue siendo un universo en expansión y a todo color, que también alcanzó a nuestra aislada provincia. En la música, ha sido el período de estudio de Claudio Gajardo, ferviente investigador de episodios y personajes vivos y muertos de esa cultura juvenil en tiempos en que resultaba más fácil fabricar una guitarra eléctrica en casa que conseguir una auténtica de fábrica.
Subtitulado "Aproximación a los conjuntos electrónicos de la Nueva Ola chilena (1962-1966): El caso de Los Masters", Sonambulismo funciona como segunda parte de otro análisis dedicado a este conjunto de Quilpué que formaban tres hermanos de apellido González: Shadow-Cliff. Pero también viene a completar un puzle de más piezas sobre la prehistoria del grupo Congreso, como final de una saga que se inició con Solo tu nombre puede cortar las flores, acerca del grupo Los Sicodélicos, también de Quilpué.
Para recapitular: la fusión de músicos de Los Masters y Los Sicodélicos en la Quinta Región dio pie para el nacimiento de Congreso, una banda capital de la música chilena.
Claudio Gajardo reúne testimonios de los protagonistas en un entramado de conexiones que permiten entender cómo estos adolescentes que tocaban guitarras enchufadas y batería en precarios grupos pop se integraron a la industria fonográfica prácticamente desplazando a las orquestas profesionales que entonces dominaban los estudios de grabación.
De la Nueva Ola al nacimiento de las bandas principales del rock chileno en 1969, el caso de Los Masters y el nacimiento de Congreso, como el de Los Blue Splendor, Los Mac’s y The High Bass, que dieron origen a Los Jaivas, marcan un período fundamental y poco conocido de la música chilena./ Iñigo Díaz B.
