En la primera viñeta se ve a una niña de diez años, usa un velo; es 1980. En la segunda viñeta hay una foto de su curso, con otras niñas que también usan velo. Así comienza Persépolis, la historieta, cómic o novela gráfica de la autora iraní Marjanie Satrapi; una autobiografía escrita e ilustrada por ella, en la que cuenta su infancia en los años de la revolución iraní, como parte de una familia liberal que se vuelve sospechosa para el régimen. Tanto que, ya joven, Satrapi es enviada a estudiar a Europa, donde la adaptación será muy difícil, como también cuenta en el libro. Publicada en Francia, en dos partes, en 2002 y 2003, la obra no solo fue un éxito de ventas, sino que también logró el reconocimiento de la crítica, y suele estar en los listados de las mejores novelas gráficas, junto a títulos como Maus, de Art Spiegelman. Llevada al cine, respetando sus dibujos sencillos y en blanco y negro, en 2007 “Persépolis” ganó el premio del jurado en el festival de Cannes.   

Persépolis puede ser leída como la denuncia de un régimen o de cualquier régimen dictatorial, de cómo es crecer en medio de la guerra (la que enfrentó a Irak e Irán) y lejos de tu país y de tu familia. Pero además, y quizás principalmente, sea un testimonio de que también hay cotidianidad y pequeñas cosas, incluida risas, en una vida así. / Juan Rodríguez M.