Sorprendente título de conferencia. Habló el miércoles el ingeniero Carlos Vignolo, en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile ante el Decano, profesores, alumnos e invitados.
Al comienzo (https://t.ly/TH7vM, desde el minuto 35), parecía un experto en autoayuda. Agradecer fue su primer tema. Luego, el silencio.
Contó que en China se practica el silencio en la convivencia social. Recomendó tener ojo si uno negocia con chinos porque, a veces, no dicen nada en minutos. Cosa que nos desespera y decimos cualquier cosa. “Por la boca muere el pez”, citó. Y “Los sabios callan”. Y parafraseó a Pascal: “Lo que nos falta es estar sentados, solos, en silencio”.
Habló del virar, cómo las personas y las empresas pueden virar. Cambiar en su diseño, en cómo se construyen, cómo se administran. Habló de la presión que sufren los jóvenes para decidir demasiado temprano ante multiposibilidades.
Hizo sentir lo que parece derrumbarse, y perdemos la esperanza, no solo por la caída económica. Llamó a la reeingeniería de sí, de la comunidad: “ser siendo se determina en comunidad”.
Es posible una reinserción en una sociedad dividida, a partir de contextos amorosos, “hacerlo bien, pasarlo bien”, terminó.
Y vino la demostración: habló Solsiré Giaverini, directora de la Corporación “Construyendo mis sueños”. Trabaja en la reinserción de mujeres al salir de la cárcel.
Detalló la reingeniería “desde la confianza, la socioemocionalidad”. Primero, lograr el autorrespeto en ellas, para luego abrirles un contexto, con posibilidades. Han trabajado con 55 personas, solo una ha reincidido.
Solsiré Giaverini agradeció a Vignolo por su inspiración.
Él, vestido de chaqueta café y pantalones demasiado largos, vive la contemporaneidad: contó cómo había interrogado al ChatGPT (inteligencia artificial – IA) y recibido “respuestas muy interesantes”, aunque “también la IA se equivoca”. Y se refirió a la revolución cuántica que relaciona ámbitos que se creía aislados.
Citó a muchos. Recordó al chileno Arnoldo Hax y su visión de la empresa con “amor por los clientes”. (No todo siempre resulta amoroso, Hax, en el MIT, le dirigió la tesis a Benjamín Netanyahu, según cuenta Fernando Alliende, su discípulo.)
Vignolo no evitó el dolor. El principal, el hambre (“diez millones mueren de hambre al año, 2/3, niños”). Mencionó los conflictos conyugales (“el amor comienza cuando se termina el amor”) que requieren crecimientos. Citó la obra “Hacia una medicina centrada en la persona” del exrector Dr. Pedro Pablo Rosso. Todo, en esto de la reingeniería de cada cual.
Todo, pensando en grande, dijo. Y reconoció el origen de esta idea: de san Alberto Hurtado: “Quien no piensa en grande, en función de todos los hombres, está perdido de antemano. (…) mientras mayor la tarea, más pequeño se siente uno”.
Las mujeres que dejaron atrás la cárcel y, al fin, lograron algo grande.