Inflar un globo recuerda la expansión del Universo. Cada átomo alejándose más de sus vecinos, la masa y la energía extendiéndose.
Y como el globo, el Universo debería eventualmente reventar.
Pero hay novedades. En la sección “Ciencia” del N. Y. Times, el periodista Dennis Overbye escribió: “Una pista seductora: los astrónomos se han equivocado totalmente sobre la energía oscura”.
La energía oscura expande el Universo.
Los telescopios “ven” materia. Sabemos calcular la velocidad a la que se desplaza esa materia. Pero, el cálculo no resulta, salvo que introduzcamos “algo” que complete el mapa. Ese “algo” es lo oscuro, la materia oscura, la energía oscura.
Ojo, que la materia atómica, la que “vemos”, constituye solo el 5% del Universo. Del resto, el 70% está compuesto de energía oscura, y un 25% de una fría materia oscura.
(“Hay mucho más en el cielo y la Tierra que lo soñado en tu filosofía, Horacio”).
Creíamos que la velocidad de expansión del Universo era uniforme. Si no lo es, cambian las teorías sobre el reventón final.
En cinco años, una colaboración internacional, el “Instrumento Espectroscópico de la Energía Oscura” (DESI, del inglés), elaborará un mapa en 3D de las posiciones y velocidades de 40 millones de galaxias a lo largo de 11.000 millones de años de tiempo cósmico.
En los últimos doce meses, mapearon seis millones de galaxias. El N. Y. Times cita a Michael Levi, director del proyecto, que cuenta los hallazgos, “diferencias potencialmente interesantes” con lo conocido “que podrían indicar que la energía oscura ¡evoluciona!”.
Wendy Freedman, astrofísica de la U. de Chicago, se emociona porque los resultados “abren la posibilidad de una nueva ventana a la comprensión de la energía oscura, el componente dominante del Universo”.
Michael Turner, quien acuñó el término “energía oscura” escribió: “la posible evidencia de que la energía oscura no es constante es la mejor noticia que he oído desde que se estableció firmemente la aceleración cósmica hace más de 20 años”.
En el DESI midieron la velocidad de expansión del Universo en distintos momentos. Dividieron los últimos 11 mil millones de años de historia en siete lapsos, como quien calcula la velocidad de los caballos de carrera en siete pistas. Según lo conocido, la velocidad debería ser uniforme y constante.
Con 5 mil detectores de fibra óptica lograron espectroscopías de igual cantidad de galaxias simultáneamente, obteniendo la velocidad con que se alejaban de la Tierra.
Sorpresa. Las galaxias de los tres lapsos más recientes parecían estar más cerca nuestro de lo que deberían, señal de menor velocidad de expansión. “Capaz que la energía oscura tenga su propia evolución”, concluyeron.
Adam Riess, Nobel de Física 2011, se alegró de la leve posibilidad de despejar de nuestro futuro el reventón final. “Parece que la energía oscura puede alterar el rumbo y dirigir el cosmos hacia un futuro más rico”, comentó.
Desde Chile, potencia astronómica, aportaremos nuevas esperanzas.