Orgulloso del potencial astronómico de Chile, casi me desmayo con un artículo del NY Times la semana pasada. El financiamiento del Telescopio Magallanes Gigante está en riesgo.
La Fundación Federal para la Ciencia (National Science Foundation – NSF) fue conminada el 27 de febrero a decidir en mayo dónde invertir los US$ 1.600 millones de que dispone: si en el Telescopio Magallanes Gigante en Chile o en el Gigante de Hawái, EE.UU.
Cada uno costará, según Dennis Overbye del NY Times, US$ 3.000 millones o más. El periódico escucha a partidarios de Hawái: es en nuestra geografía, alegan. Pero reconoce que los terrenos son sagrados para los hawaianos, un obstáculo.
Overbye cita a Robert Kirshner, director del proyecto en Hawái y exmiembro del equipo del telescopio en Chile: “Esto es una maratón, no una carrera de velocidad”. Kirshner espera que ambos telescopios puedan seguir adelante.
Realista, el embajador Julio Bravo, director de la División de Ciencias y Astronomía de nuestra Cancillería, señala que Las Campanas no tiene los problemas de Hawái, y se alegra de la decisión de financiar al menos uno de los dos telescopios.
Gonzalo Arenas, director de Asuntos Internacionales del Ministerio de Ciencias, pide contexto. El proceso lleva tres décadas. Asombra cómo los países, con cambiantes políticas, amplían su mirada a estos enormes proyectos de largo plazo. Esto requiere coordinaciones delicadas, aparecen tecnologías, y se van logrando avances sistemáticos.
El premio nacional de Ciencias, Mario Hamuy, sopla una brisa de tranquilidad: “El presupuesto fiscal para ciencia lo decide el Congreso, por lo que aún hay espacio para negociar y/o aumentar el presupuesto federal para los telescopios gigantes de EE.UU.”.
Un comunicado del Telescopio Magallanes Gigante reacciona: hay más fuentes de financiamiento; ya se cuenta con 14 universidades e instituciones de investigación de 6 países. Del presupuesto de US$ 2.540 millones ya se han comprometido más de US$ 850 millones.
Y más: todo está listo para comenzar el hormigonado, está pulido ya el séptimo y último espejo, y otros instrumentos se terminan en 2024. “Nuestro consorcio internacional está plenamente comprometido a completar el proyecto que significa el Telescopio Magallanes Gigante”, termina.
Cualquiera sea la decisión, ninguno de los dos gigantes superará los 39 metros de diámetro del espejo del Telescopio Extremadamente Grande que el Observatorio Europeo Austral construye en el cerro Armazones, cerca de Antofagasta, y que entraría en funciones en 2028.
Hoy comienzan las celebraciones del Día de la Astronomía que se conmemora el miércoles. Durarán la semana.
En el Centro Cultural La Moneda una exposición abrirá nuestros ojos al universo, previa inscripción. Habrá visitas guiadas a las instalaciones de ESO en Vitacura, previa inscripción. (Ver https://rb.gy/mklz38).
Chile cuenta con un 10% del tiempo de observación en todos los telescopios instalados en nuestro territorio. Tendremos mayores ojos para un gran cielo.