El miércoles, el Massachusetts Institute of Technology destacó 10 artículos de 2023: el número uno, sobre el terremoto en Japón y su impacto en “X”; el dos, el fin de los derechos de autor de Mickey Mouse… y el nueve, el auge de las tecnologías para leer la mente (https://shorturl.at/ejC27).
En el último, Fletcher Reveley, estadounidense, alaba a Chile y su legislación sobre neuroderechos. Aparecen el Dr. Rafael Yuste, neurobiólogo español, profesor de la U. de Columbia, quien hablará el martes 16 en nuestro Congreso Futuro, y el exsenador Dr. Guido Girardi, presentado como el impulsor, con Yuste, de la reforma constitucional que protege nuestra privacidad cerebral (https://shorturl.at/akvwV). Cita a Girardi:
“Las democracias son lentas, pero vemos la velocidad de cambios en el mundo, que es exponencial”.
Lo mejor de este extraordinario artículo es que recorre, con fotos, los logros en descifrar las señales en el cerebro. El Dr. Yuste entonces pregunta sobre la privacidad.
El autor entrevista a los investigadores que lograron que una máquina entendiera los pensamientos en las señales eléctricas cerebrales y los comunicara en frases. El voluntario que se había prestado para el experimento no lo podía creer.
¿Adónde lograremos llegar? (Recomiendo inscribirse en https://shorturl.at/CLPS1 para escuchar hoy a las 13 hrs., la charla de NVIDIA, líder en inteligencia artificial, iniciando la exposición CES en EE.UU.).
Entrevisté hace años al Dr. Rafael Yuste, uno de los directivos del proyecto BRAIN impulsado por Barack Obama, pero no logré imaginar tecnologías para leer el pensamiento. Este artículo muestra cómo se logra hoy sin cirugías.
El Dr. Yuste grita: “Y si perdemos nuestra privacidad mental, ¿qué nos queda por perder?”.
Fletcher Reveley describe al Dr. Yuste y al entonces senador Dr. Girardi, ante los cielos luminosos del desierto de Atacama.
Girardi, cuenta, organiza el Congreso Futuro, “el evento primordial de ciencia y tecnología de América Latina”. Él le propone a Yuste trabajar para enmendar la Constitución chilena y proteger la privacidad mental como un derecho inviolable. Yuste accede, feliz.
Ese derecho se transformó en constitucional en 2021, durante Sebastián Piñera. “No hubo división entre izquierda y derecha”, declara Girardi. Escribe Reveley: “Chile, entonces, se había convertido en el primer país del mundo en proteger los ‘neuroderechos' en su código legal”.
¿Cómo internacionalizar esto? Yuste y otros crearon la Fundación de neuroderechos, para “proteger los derechos humanos de todas las gentes del potencial uso o abuso dañino de las neurotecnologías”.
Según el articulista, México y Brasil ya consideran un cambio constitucional como el de Chile. Argentina, Uruguay y la Unión Europea han expresado interés.
Cuando a Yuste le preguntaban cuándo habría que preocuparse de la privacidad mental; él contestaba “en cinco años”. “Bueno, yo estaba equivocado”, declara hoy.
¿Habrá también neurodeberes? El martes 16, a las 17:20, nos lo dirá en el Congreso Futuro.