¡Qué semana! Me recuerda la tensión de un videojuego. ¡Miles de factores, tantas decisiones pendientes!
Más duro resulta con la inteligencia artificial (IA): me pongo al día y me abismo. En un tecito con tres primas mayorcitas, escuchaba sus desesperanzas y yo callaba. ¿Cómo pronosticar?
Almorcé hace décadas en Beverly Hills con el difunto Alvin Toffler (“El shock del futuro”); me dijo que no profetizaba, que con su mujer solo proyectaban los datos disponibles. Imposible hoy. Somos como el aprendiz de brujo en “Fantasía”, incapaz de ejercer control. ¡Tantos factores!
El profesor Changjiu Kim, de la U. de Ritsumeikan, en Japón, publica (https://shorturl.at/osNX8) cómo la IA sobrecarga la capacidad de decidir. Pero capaz que la misma IA ajuste las alternativas disponibles a los valores de cada persona.
Pero vamos al gerente general, al juez, al decano, al ministro, al almirante, al Presidente, que deben decidir con cientos de condicionantes. A mediados de agosto, el MIT abordó el asunto de la guerra con IA (https://shorturl.at/dqDZ3). Plantea que, al final, la decisión de matar debe ser humana.
La empresa Palantir (palantir.com) provee a los militares del mundo de software para decidir. Y también a los gerentes. El artículo del MIT ejemplifica con una catástrofe en un centro de logística: el software de Palantir en minutos propone soluciones, las comunicaciones a los involucrados, las advertencias a los clientes, los controles, la evaluación. El gerente decide.
¿Y la ética? ¿Dónde está el límite?
Gabriela Arriagada, magíster en Filosofía, investigadora joven del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (cenia.cl), representa para mí la ansiedad que necesitamos para estudiar la ética de la IA. También las universidades del Ñuble y Biobío (de Concepción, Católica de la Santísima Concepción, de Biobío) y la Técnica Federico Santa María acaban de comenzar un doctorado en IA (https://shorturl.at/vEKM5). Lo dirige el doctor Pedro Rossel Cid y buscarán lo valórico y lo aplicable.
Y el Ministerio de Ciencias ya abrió las inscripciones para participar en el Foro sobre la Ética de la IA en A. Latina y el Caribe (foroialac.org), el 23 y el 24 de octubre, en Santiago.
Entretanto, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile, Pilar Barba, escuchó en el encuentro “Organizando la esperanza”, en el Vaticano, al Papa Francisco criticar “el cientificismo abstracto” que no aterriza el conocimiento en las realidades de los más necesitados. (https://shorturl.at/ilKSY). ¿Es abstracta la IA?
Y hubo más saber. Los físicos saben que en la naturaleza hay una antipartícula por cada partícula fundamental, son mellizos perversos con carga eléctrica opuesta. Si se encuentran, se destruyen recíprocamente (https://shorturl.at/jlnH1). En el CERN demostraron, sin embargo, que la materia y la antimateria obedecen a la gravedad, la más débil de todas las fuerzas.
Conocemos la materia, pero eso es solo la mitad.
Tanto queda por saber, tanto por decidir. Estupefactos, estupefactas.