Me inscribí en la aplicación Tinder. En Tinder es posible ofrecerse a personas que lo encuentren a uno interesante para establecer una relación.
¡Sorpresa! En minutos, aparecieron tres, mayores de 60, interesantes. Pero me desinscribí.
Y ahora toca que 14 universidades se han confabulado para que sus académicos o académicas seduzcan a políticos y políticas. Es el proyecto “Vincula”, que dirigen la PUC y la U. de Concepción.
Tal como Tinder vincula, esta casamentera computacional —vincula.cl—puede enlazar a los parlamentarios con expertos.
Así, si una parlamentaria busca una relación interesante con un académico en torno a una ley, puede abrir “Vincula” en su pantalla. Digita, por ejemplo, AGUA y aparecen quienes han investigado el tema. Puede discriminar por región o por género y ahí estarán disponibles, con sus antecedentes.
Para esto, la casamentera debe ser robusta. Ahí salta a la cancha el Instituto Milenio de Fundamentos de los Datos (imfd.cl). Su lema es “Vamos a la raíz de los datos para comprender su complejidad (…) y convertirlos en un bien para la sociedad”.
En esta tentación también participa la Biblioteca del Congreso Nacional, gran apoyo a la labor legislativa.
Durante el lanzamiento, el prorrector UC, Guillermo Marshall, señaló que “Vincula” fortalecería la cultura de la evidencia, compartiría confianzas.
Andrea Rodríguez, vicerrectora de investigación de la U. de Concepción, me contó cómo en su entidad valoran “Vincula” como un servicio que instala la academia en la sociedad aprovechando lenguajes vigentes. Ella es ingeniera en informática.
Entre tanto, rondaba en mí el tema de la seducción. Tal como en Tinder, que depende de que uno reciba respuestas, esto funciona si parlamentarios o sus asesoras se abren a la oferta de expertos, debidamente calificados.
Pero la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, diagnosticó que “las instituciones no están diseñadas para la interacción”.
Me acordé del visionario profesor de computación José Pino, de la U. de Chile, quien, en los años 90, creó un software para enlazar a los parlamentarios con asesores universitarios.
También creó, con memoristas, un modelo de página web para que cada legislador se relacionara con electores, mostrara sus proyectos de ley, los trabajos que los fundamentaban y los expertos clave.
Le escribí. Me contó del desarrollo, con alumnos, de estos y otros proyectos informático-legislativos. Chocó con la falta de interés de los parlamentarios.
“Vincula” deberá vencer la misma barrera 30 años después. Por fortuna, son otros tiempos: en ambas cámaras sesionan comisiones de Ciencia y Tecnología y tenemos un ministerio del sector. La ministra y Helia Molina, diputada y miembro de la comisión de Ciencia de la Cámara, hablaron en el lanzamiento de “Vincula”.
Pedro Bouchon, vicerrector de investigación UC, describió la “universidad porosa” para insertarse en el sector público. Para seducir al Parlamento y que aproveche “Vincula”.