Mañana a las 21:00 cenaré en pantalla un plato emocionante: el documental “Suchai 1”. En www.uchiletv.cl y el canal de la U. de Chile en TV abierta.
Suchai es “esperanza” en mapudungún.
El documental cuenta la génesis del programa espacial de la U. de Chile.
Pareciera que los protagonistas deberían ser los tres satélites chilenos que hoy orbitan el planeta y alimentan las investigaciones y servicios que la universidad genera. Pero el comunicador audiovisual Felipe Bawlitza y la periodista Zafiro Fleming no cayeron en la trampa fácil de mostrar solo tecnología.
Emocionan. Aquí aparece la gloria creativa de los y las estudiantes de ingeniería y sus juveniles profesores. El sudor, el gozo, la hermandad, lo que una gran obra genera, el camino a recorrer y la cima alcanzada. Una cierta gratuidad grandiosa al poner pie en lo “incognito”.
Sugiero ver el documental y sentir orgullo. Aparecerán las etapas, los compromisos locos de autoridades, ¿cómo justificar construir un satélite nosotros?
Hoy los Suchai orbitan y siguen entregando datos. Aparece la foto de la Tierra disparada desde un satélite chileno.
Y todo esto, con los rostros de nuestros ingenieros e ingenieras, jóvenes rumbo a lo difícil, lo nuevo, la conquista. Marcos Díaz, el soñador, el profesor seguro que los guía. Quien, al final del lanzamiento del Suchai 1, agradece a tantos que sostuvieron esta aventura, sus sudores.
De todos quienes celebraron este logro, el ministro de Ciencia Flavio Salazar y la actual titular de la cartera, Aisén Etcheverry, el exrector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, y los protagonistas, los estudiantes de ingeniería, uno me abrió rutas. Francisco Martínez, decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, me dio la perspectiva fundamental: podemos. (https://bit.ly/4241tIX).
“Podemos hacer tecnología avanzada en Chile”. Tenemos el ímpetu, la capacidad, las personas. Vean el documental, ahí brillan esos ojos.
Conversamos. “No es simplemente una inversión para que se desarrolle tecnología, sino que se desarrolle tecnología chilena”. Inevitablemente, me plantea el litio, el instituto del litio. Cosas grandes, dice.
Se nos reconoce mundialmente en sismología, afirma. Aunque no nos demos cuenta. “Hay algo de la creatividad en este país que no ha sido identificado ni reconocido”, me dice. Ahí está la productividad de la ciencia chilena. Tal vez sea una creatividad innata, “producto de no sé qué”.
Por eso podemos jugar en las grandes ligas, convence. Y el documental de mañana martes nos invita a comprobar la pasión de ir más allá. Mucho más allá de los problemas cotidianos. Al espacio.
Con la formación, el equipo. Y el sueño de lo máximo. Convenciéndonos de que “podemos avanzar en otra dimensión”. “Autónomos en el pensamiento crítico, de manera independiente”.
“Todas las universidades están motivadas, pueden colaborar en una visión de país. No podemos seguir esperando, porque no es lo mismo ser de los primeros en desarrollar tecnologías que ser los seguidores”.
Mañana, el documental “Suchai 1” brinda fuerza para esa ruta.