Hoy en Hobart, Tasmania, Australia, dos chilenos defienden la vida antártica.
El doctor César Cárdenas, del Instituto Antártico Chileno, participa en la reunión de la CCRVMA, Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (www.ccamlr.org/es).
Y lucha también el embajador Francisco Berguño, director de Asuntos Antárticos de la Cancillería. La cita comenzó anoche, a las 19:00, hora chilena. Dura dos semanas.
Científicos chilenos y argentinos proponen extender las áreas de protección del océano Austral. Hace una semana, el embajador Berguño trató en Buenos Aires el tema con su par argentino (https://bit.ly/3MSGvXq). Rusia y China objetan las áreas marinas protegidas.
Estas semanas, el comité científico de la CCRVMA analizará el informe de cinco grupos de trabajo: uno, la mortalidad incidental que produce la pesca; dos, estadísticas, evaluaciones y modelado; tres, evaluación de las poblaciones de peces; cuatro, ordenamiento del ecosistema (que dirige el doctor Cárdenas); cinco, técnicas acústicas, prospección y análisis.
Aunque todos adoran decir que aman la Antártica, punto de apoyo del clima y la vida en la Tierra, a la hora de decidir, algunos pisan el freno.
Además, el cambio climático proyecta escenarios duros y atasca voluntades. La guerra en Ucrania repercute. Y países como China y Rusia alegan su derecho a pescar. Y mañana, ¿qué pescarán?
Nuestro embajador Berguño deberá defender la Antártica. Chile lo ha logrado antes, “ha jugado un rol clave, ahora es importante mantenerlo”, me dice el doctor Cárdenas. Yo recuerdo al pionero embajador Óscar Pinochet de la Barra.
En la CCRVMA la ciencia ha fundamentado la toma de decisiones, me enfatiza el investigador chileno. Sus pares empujan para que reasuma tal estatura.
El uso racional de los recursos está en permanente discusión. ¿Qué significa? La ciencia sabe qué significa y lo dice.
El viernes, la revista Science publicó una plegaria de diez científicos globales: ¡limiten los actuales niveles de pesquería en torno a la Antártica! (https://bit.ly/3TE44VR)
“Dado el inmenso valor global del océano Austral, debemos con urgencia implementar las herramientas para un manejo espacial más sofisticado y tomar en cuenta el conjunto de valores y costos que tiene seguir pescando a los niveles actuales”.
Como el 2022 expira el límite para la pesca del krill, “el más abundante e importante animal del océano Austral”, esta especie está especialmente en riesgo, escriben los diez.
“En medio de la crisis climática actual y dada la creciente evidencia de que la pesca en su actual modalidad está poniendo en peligro los ecosistemas del océano Austral, la CCRVMA enfrenta la grave responsabilidad de tomar decisiones en pro de la conservación ahora”, afirma Cassandra Brooks, de la U. de Colorado, EE.UU.
Sabemos del impacto del océano Austral y de la Antártica. ¿Es como el de la Amazonía? Posiblemente mayor. No debemos aflojar en la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.