Pido perdón a los periodistas a quienes les frené el impulso por investigar los objetos voladores no identificados (ovnis). Evadí el tema: no científico, una fantasía.
Pero el martes 17 vi la sesión del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. (https://bit.ly/38BXVrp) discutiendo —por primera vez en 50 años— los ovnis, los “fenómenos aéreos anómalos”, como los llama la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) chilena.
El estigma al tema provino del informe Condon de 1968 en EE.UU., que concluyó que “probablemente no se justifican nuevos estudios sobre ovnis”.
Pero vino un golpe de prensa.
La periodista Leslie Kean es la heroína. El 16 de diciembre de 2017, con dos colegas del New York Times, reveló que la Armada de EE.UU. llevaba diez años en un programa “subrepticio” sobre estos objetos.
El 10 de mayo de 2021, el New Yorker publicó la retorcida historia de la desatención a los ovnis. Se recomienda; nuestra DGAC aparece como un modelo de seriedad (https://bit.ly/3acPzHd).
El martes, en EE.UU., tras la reunión pública de la Comisión de Inteligencia hubo una secreta.
En la pública, parlamentarios y oficiales de inteligencia invitaron a los ciudadanos a informar sobre avistamientos. Llamaron a abandonar el desdoro que antes perseguía a quienes hablaban de ovnis. Pero hubo mucho más.
Aludieron a posibles tecnologías bélicas de los adversarios, a evitar sorpresas tecnológicas. También a la astrobiología, a extraterrestres.
Scott Bray, el jefe de inteligencia de la Armada, explicó el rigor con que estudian cada denuncia. Algunas investigaciones terminan con una palabra: inexplicable.
El parlamentario André Carson le preguntó si evitaban los casos que no podían explicar. La repuesta: negativa. “Somos gente de inteligencia”, agregó el subsecretario de defensa en inteligencia y seguridad, Ronald Moultrie. “Somos gente que quiere saber”.
Mostraron dos videos grabados desde aviones militares con objetos detenidos que luego vuelan rápidamente fuera de alcance. Inexplicables.
El parlamentario Carson preguntó: “¿Ha habido contacto?, ¿comunicación?”. Negativo.
Alimentan una base de datos con todos los casos. Como su propósito es la defensa, tienen protocolos y sensores que auscultan el espacio, la atmósfera, el territorio y el mundo submarino. Informan en tiempo real.
Patricio Abusleme, investigador y periodista de la SEFAA, Sección de estudios de fenómenos aéreos anormales de la DGAC (sefaa.dgac.cl), clarifica que ellos buscan la seguridad de la navegación aérea; no toman temas de defensa. E invitan a todos a informar de avistamientos.
Patricio es autor de “La noche de los centinelas” y “OVNIS en Chile” (ver Amazon). Destaca los informes que reciben en la página de SEFAA: “Muy honestos”.
Publican los casos estudiados, mes a mes. Más del 90% de ellos se explican por aves, insectos, planetas, satélites, globos, estelas de condensación de aviones. Pero califican algunos de inexplicables.
Lo inexplicable puede ser cierto.