Teleparticipé, a veces con indignación, en el Congreso Futuro 2022. Mis apuntes superan las 30 páginas; mis capturas de pantalla, más de cien. Tontería: todas las conferencias están en línea.
Lo que más me conmovió, después de cinco días, fue “Momento de acuerdos”, panel que condujo Paloma Ávila con cinco constituyentes. Paloma demostró una capacidad inmensa de escuchar, de sacar a los cinco de los aburridos decálogos conocidos.
La expresidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, apuntó al reconocimiento y el respeto por el otro. Chile conoce muy poco lo que son sus pueblos originarios, dijo. Con una sonrisa sincera, debió abandonar el foro y partir a otro compromiso. Abrió “Momentos de acuerdos”.
La presidenta, María Elisa Quinteros, también sonreía. Me llamó la atención su calzado nada presuntuoso, su vestido llano, su absoluta sencillez maulina. Su voz, más de comprender que de imponer. Y sus palabras: relatos de lo que escucha en sus encuentros (la gente sabe que la Constitución no va a solucionar los problemas, sabe que esto es para las próximas décadas, llora pidiendo que el futuro de sus hijos sea mejor que el suyo). Derechos sociales. Conversar de política sin sentirnos incómodos. Imaginó una actividad juguetona entre los constituyentes, para conocerse más y bajar las desconfianzas. Que Chile recupere la ética, las virtudes que señala Aristóteles. Fue, para mí, el momento más emocionante del Congreso Futuro. Momento de acuerdos.
El constituyente Hernán Larraín declaró sentir el peso de su responsabilidad, su deber de no escalar los conflictos. Sus verbos fueron: aprender, tolerar, deponer. Aprender incluso del prejuicio, dijo; él ha sido víctima. Pero se supera eso. “No tendremos otra oportunidad”, dijo.
Rodrigo Álvarez, constituyente, exministro, exdiputado, destacó cómo en el proceso constituyente hablan las regiones. Desde Santiago, confesó, él tomó decisiones que les correspondería tomar “a Talca, a Magallanes”. No debe ser. Compartió su experiencia de ocho años apartado de la vida pública: los cargos no deben prolongarse. Mayor que el resto, se preocupó de enganchar: venía sin corbata.
Y Patricio Fernández, constituyente, exdirector de The Clinic, subrayó este momento de transformación mundial. ¿Qué solución propondremos para esta sociedad en dispersión? Nada más interesante que encontrarse con los distintos, saber lo que saben los otros antes de imponer lo que sé yo… Al otro lo necesito… Disfruto la diversidad. Pero el acuerdo es la única posibilidad de futuro real. Pongámonos de acuerdo.
Yo esperaba que el Congreso Futuro entregara técnicas para el diálogo. No fue el caso. Yo había estado inmerso en las visiones desde la ciencia y la tecnología, marcado por el discurso inaugural del senador Guido Girardi, “emerge una nueva civilización” llamándonos a no claudicar nuestro futuro.
Y el foro de los constituyentes me abrió al escalón más próximo: momento de acuerdos.