Igor Grom, policía de San Petersburgo, es uno de los personajes de Bubble Comics, la mayor editorial del género en Rusia, que ha incursionado dos veces en el cine, por medio de Bubbles Studios: el corto de media hora “Mayor Grom” (2017) y ahora, con una inversión de 10 millones de dólares, su apuesta es “Igor Grom contra el Doctor Peste”, distribuida por Disney en los cines de Rusia y por Netflix en el resto del mundo.
Grom (Tikhon Zhiznevskiy) carece de superpoderes y lo que tiene es coraje, estado físico, sin duda suerte y alguien le da otra fórmula: “No te alejes del pueblo: te dará poder”.
El corazón de la película, más que un héroe o un villano, es la multitud indignada y su transformación en juventud salvaje o basura callejera, y en ese tránsito están los habitantes de la imperial San Petersburgo a punto de ingresar a la oscuridad de Ciudad Gótica.
El caldero de la película revuelve un par de alas de “Batman: el caballero de la noche asciende” (2012), sudores de “Guasón” (2019), lágrimas de “V de venganza” (2005) y la cola de “La noche de la expiación” (2013).
Es una película de diseños y encuadres elegantes, y es una ciudad nocturna espléndida, pero también una comedia que no logra evitar los lugares comunes y plebeyos.
Es tan bruta como fina y eso la convierte en desconcertante, por las decisiones estéticas, pero también por su relato ético, donde Grom -“Trueno” en ruso- combate al llamado Doctor Peste que atemoriza y asesina a los integrantes de la élite, tanto niños comos viejos, porque dominan un sistema corrupto y son dueños de bancos que estafan, vertederos que contaminan o bien son hijos de millonarios que evaden la ley.
El atuendo del Doctor Peste proviene del tiempo de la peste bubónica, cuando otra pandemia asoló a la humanidad, y por eso la protección de la túnica negra y la máscara con forma de pico, que luego fue de carnaval en Venecia.
Lo de ahora es limpiar la actual sociedad, por podrida e injusta, y por eso una justicia nueva y las tropelías del Doctor Peste encuentran el apoyo y el fervor del pueblo de San Petersburgo, que sale a la calle y se decide por la revuelta y la destrucción.
Entre la élite y el pueblo, el vaso hirviente y comunicante, es la red social Vmester, creada por el joven Razumovski (Sergei Goroshko), un genio de la tecnología, que al igual que una red social es un gran aliado, con la capacidad de convertirse en gran enemigo.
“Igor Grom contra el Doctor Peste” es la adaptación de un cómic y muchas objeciones son posibles, como desorden, desequilibrio y anarquía de forma y de fondo, con la mezcla de terrones con diamantes.
Y por lo anterior, precisamente, es una película extraña e inquietante, tan adulta como infantil, y con un fuerte olor a pólvora.
Lo último es decir que, al igual que en las superproducciones de Hollywood, en los créditos finales, hay extras y escenas agregadas.
“Mayor Grom: Chumnoy Doktor”. Rusia, 2021. Director: Oleg Trofim. Con: Tikhon Zhiznevskiy, Alexander Seteykin, Lyubov Aksyonova. 128 minutos. En Netflix.