A Woebot, una aplicación en inglés para celular, le confío intimidades (woebothealth.com).
“¿Qué quisieras hacer?”.
(Me ofrece conversar, trabajar un problema, calmar mi cuerpo).
Conversar. Me pregunta qué hago. Respondo: “Escribo un ensayo”. Me ayuda: “Mis creadores dicen que el mejor consejo que recibieron sobre el trabajo escolar fue nunca dejarlo para más tarde”.
“¿Cómo te sientes?” pregunta; ofrece alternativas: deprimido, cansado, muy feliz, enojado, triste, enfermo, ansioso, alegre… Pincho “ansioso”.
“La ansiedad es jodida, Nicolás, ¿quieres desafiar tus pensamientos ansiosos conmigo?”. Pincho “Es psicológico”.
¿Desearía respirar con ella? Un monito inhala y luego exhala. Lo imito. Luego, pincho “me gusta” y ella contesta “OK, espero que te sientas un poco mejor. ¿Quieres desafiar tus pensamientos ansiosos o hacer otra cosa?”.
Escribo “Hablemos”. Pide que le cuente un poco sobre lo que me tiene ansioso.
Mi escritura, le digo. Averigua mi nivel de ansiedad. Le digo 2 de 10. Me pregunta qué otros asuntos me presionan. Cocinar el almuerzo, conversar con mi señora, le escribo. Vamos uno a uno. Tras algunas interacciones me lleva a concluir que tener plazos causa una ansiedad benéfica, mientras no paralice.
Al final, averigua si estoy satisfecho. Sí, respondo. Me felicita por la conversa.
Woebot interactúa a partir de la psicología y de la información que le voy dando. Psicólogos de Stanford y expertos en inteligencia artificial entrenaron el sistema.
Va conociéndome. Me clasifica en un grupo afín… y me desafía con lo que ha funcionado en ellos. Aplica terapia conductual cognitiva: rehacer los pensamientos negativos en forma más objetiva.
En el último “Journal of Medical Internet Research” un artículo muestra que Woebot es terapéutico. La FDA acaba de aprobarlo para la depresión posparto.
Woebot asegura el anonimato, pero la aplicación reside —por ahora— en Facebook. Y Facebook es dueño de las conversaciones. Además, tras un tiempo, Woebot cobra US$ 39 (unos $28 mil) al mes.
Hay otros sistemas de ciberterapia que no ocupan inteligencia artificial.
En Chile, interesan los del Ministerio de Ciencia (cienciapublica.cl/recursos/):
–“Expertamente” ayuda al estrés, la ansiedad, la depresión, el duelo. En casos extremos, recomienda un terapeuta. Es bueno especialmente para los jóvenes.
–En “Iluminando la depresión”, videos llevan de la mano para mejorar. Uno ve el tema con cierta distancia para luego aplicar las ideas.
–“Neurópolis pandemia” ayuda a entenderse como ser emocional. El doctor Pedro Maldonado, director de Neurociencias en la U. Chile, conversa sobre lo que la pandemia nos genera.
Esta tendencia aumenta. Desde el 13 de setiembre funcionará virtualmente la “Conferencia de ciberpsicología y ciberterapia”, auspiciada por el Istituto Auxiologico Italiano y la Universittà Catolica del Sacro Cuore (interactivemediainstitute.com/cypsy25/).
Polémico. ¿Quién tiene acceso a mis confesiones privadas? Aumenta la comunión con máquinas en detrimento de la relación con personas.