El profesor, por nueve años, de Derecho Espacial de la U. de Chile, embajador Raimundo González Aninat, me explicaba cuánto más fácil sería la colaboración internacional sobre espacio exterior si los sectores civiles controlan la política espacial en el país.
Chile contará con diez satélites en 2025.
Como en el tema del mar, solo la colaboración internacional mejorará la calidad de vida gracias al espacio. Por eso, en la ceremonia de puesta en marcha del Sistema Nacional Satelital, el miércoles, participaron el ministro de Defensa, y también el de Ciencia y Tecnología, de Telecomunicaciones, de Bienes Nacionales. Y Francisco Devia, director de seguridad internacional y humana de la Cancillería.
Andrés Couve, ministro de Ciencia y Tecnología, invitó:
“La ciudadanía tendrá acceso expedito a estos sistemas y, a través de la nueva institucionalidad espacial, podremos utilizarlos para la observación de nuestro territorio en temas tan relevantes como desastres de origen natural y cambio climático, entre muchos otros”.
(Google también nos mira desde el espacio).
El 23 de abril, la “Comisión de la ONU para el uso pacífico del espacio exterior”, con sede en Viena, publicó aportes sobre legislaciones al respecto. Nuestros vecinos, Argentina, Bolivia y Perú, no tienen legislaciones. (Tampoco la tiene Chile, representado en el organismo espacial por el Sr. Álvaro Guzmán). Así y todo, ya se han realizado cinco conferencias espaciales de las Américas, abriendo la colaboración.
El último documento ONU sobre el tema es de 2020 (https://acortar.link/SUoNq) dice: “Están floreciendo las actividades en el espacio ultraterrestre realizadas por Estados, organizaciones intergubernamentales internacionales y entidades no gubernamentales, y, como resultado de ello, la ciencia y la tecnología espaciales y sus aplicaciones están contribuyendo inmensurablemente al crecimiento económico y a mejorar la calidad de vida...”.
El viernes, en la U. de Chile, el artista multimedial Luis Guzmán condujo un conversatorio: “Ciencias e imaginarios de la exploración espacial”. Participó Mónica Bate, de artes mediales, y dos ingenieros: uno de ellos, Marcos Díaz, el líder del proyecto de satélite Suchai de Ingeniería de la U. de Chile. El espacio no es solo un asunto tecnológico: da alas al pensamiento y la creación.
Cerró la ceremonia del miércoles el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, Arturo Merino, que abrió el horizonte: “…para nosotros, como institución, es motivo de orgullo y satisfacción participar con el Ministerio de Defensa, junto a otras organizaciones gubernamentales de este Sistema Nacional Satelital, e integrar con ello el trabajo conjunto con la comunidad científica y académica en beneficio del país, lo que permitirá acceder por medio del espacio a infinitas oportunidades de investigación, desarrollo, conocimiento e investigación”.
A imaginar. “El Principito” es un personaje espacial.